29 Mar

COLEGIO NTRA

14.3  – La Segunda República. Política de reformas y realizaciones culturales

El 14 de abril de 1931 se instaura en España la II República. Los propios monárquicos facilitan el traspaso de poderes, así el conde de Romanones, se entrevista con Niceto Alcalá Zamora, presidente del aún ilegal gobierno provisional republicano. Los regionalismos estaban representados por Luis Nicolás d´Olwer y Santiago Casares Quiroga, por parte del catalán y gallego respectivamente.

Fuera del poder quedaban los comunistas y los anarquistas, los partidos de la derecha monárquica, los tradicionalistas y los regionalistas de la Lliga Catalana y del PNV.

PRIMERAS MEDIDAS


Los primeros decretos intentan responder a las expectativas de amplios sectores de la población que apoyaron la llegada de la república. Entre sus medidas:

Decreto de términos municipales. – Los propietarios estaban obligados a dar trabajo primero a los residentes en el municipio de la finca. Jurados mixtos.

Los propietarios reaccionarán y crearán la Asociación Nacional de Propietarios de Fincas Rústicas.

INICIO DE LA REFORMA MILITAR


Manuel Azaña comienza la reforma militar por el excesivo número de oficiales, su mala organización y su caduco material. Estas medidas crearon algún que otro malestar entre algunos sectores del ejército.

REFORMA EDUCATIVA


En educación, Marcelino Domingo intentó extender la cultura para modernizar una sociedad que aun contaba con un 32% de analfabetos. Preparó un ambicioso plan para crear 5.000 escuelas al año, 7.000 el primer año, elevando el sueldo de los maestros.

RELACIONES IGLESIA – ESTADO


Debido al carácter anticlerical del republicanismo, y la posición antirrepublicana de la Iglesia, República e Iglesia no tuvieron unas relaciones cordiales. Las relaciones Iglesia – Estado no se pudieron nunca normalizar, si cabe empeoraron con la expulsión del cardenal Segura y de Mateo Múgica, obispo de Vitoria.

CONFLICTOS SOCIALES


Los conflictos sociales fueron también numerosos y violentos. La huelga de Telefónica, organizada por la CNT en julio de 1931, mostró el pulso del anarquismo a la República, con la presencia de hombres de la FAI, partidarios de pasar la revolución social.

CATALANISMO


Otro asunto a tratar durante los primeros compases de la República fue el catalán. Al final se llegó a un acuerdo estableciendo un órgano de gobierno autónomo, la Generalitat y el compromiso a elaborar un estatuto de autonomía más adelante.

La Constitución de 1931

Las elecciones a Cortes Constituyentes se celebraron el 28/06/31 según una nueva ley electoral de mayo de 1931 que tenía novedades: derecho a voto a varones mayores de 23 años; anulaba los distritos uninominales para evitar la manipulación caciquil y primar la provincia y los grandes núcleos urbanos; establecía primera y segunda vuelta (en primera vuelta salían elegidos los que obtenían más de un 20% de los votos). Las grandes circunscripciones provocaron la creación de grandes bloques o coaliciones electorales, aunque a veces eran fuerzas con intereses y programas antagonistas.

El resultado de las supuso un aplastante triunfo de la izquierda (republicanos y socialistas).  El partido más votado fue el PSOE con 114 diputados, Acción Republicana de Manuel Azaña estuvo representada por 30 diputados, el Partido Radical Socialista tuvo 54 parlamentarios y un talante moderado, para evitar el desbordamiento por la izquierda del PSOE. Los catalanes reunidos en Esquerra Republicana de Cataluña consiguieron 37, los nacionalistas gallegos 16 y los monárquicos en su conjunto unas 50 actas.

Antes de las elecciones de junio del 31, el gobierno provisional nombró una Comisión Jurídica de 13 miembros y presidida por Ángel Osorio y Gallardo, a la que encargó un proyecto de Constitución. El armazón legal lo puso la primera y el contenido político la segunda. 

La Comisión Parlamentaria elaboró el anteproyecto en 20 días y se discutió en 3 meses.

La Constitución tuvo como rasgos a destacar:

Es aparentemente pequeña con 121 artículos, 10 Títulos y una disposición transitoria.

Soberanía popular

Se declaraba al nuevo estado español como una «República democrática de trabajadores de todas clases». 

Sufragio universal masculino y femenino

36)  Extensa declaración de derechos y libertades.
Derechos civiles:
divorcio, equiparación hijos legítimos e ilegítimos.

Derecho a la educación

Poderes del Estado:
Poder legislativo quedó en manos de unas Cortes unicamerales.
Omnipotencia de la Cámara Única, que provocó un excesivo parlamentarismo

Poder ejecutivo:



Presidente de la República con escasos poderes y un Jefe de Gobierno, nombrado por el Presidente pero que debía contar con la aprobación de las Cortes.
Poder judicial en manos de los tribunales de justicia.
Por primera vez en nuestra historia, se establece el derecho de las regiones a establecer Estatutos de Autonomía.
Las cuestiones autonómicas se recogen en los artículos 11 al 22, regulando  la petición, las competencias y los límites legales que podrían tener los distintos Estatutos de Autonomía. La atención de los nacionalismos fue acordada en el Pacto de San Sebastián y pospuesta hasta las Cortes Constituyentes. En lo relativo a la «cuestión religiosa» se establece un estado laico, recogido en los artículos 26 y 27: Separación de la Iglesia y el Estado Sometimiento de las Órdenes Religiosas al poder político Desapareció el presupuesto de culto y clero Prohibición de ejercer la educación Libertad de conciencia y cultos Secularización de los cementerios Matrimonio civil y divorcio
Como nueva tendencia entusiasta estaba el pacifismo absoluto.
El primer modelo escogido es el de EEUU. Se copia de la Constitución de Cádiz, la Diputación Permanente.

Se aprobaron muchos artículos por mayorías ocasionales o escasas, que dividían al país, como el art. 26 que intentaba regular a las órdenes religiosas, sometiéndolas al poder político y cortando sus vías de financiación, además de fijar sus obligaciones de tributación al Estado.

Una vez aprobada la Constitución, se fijó la fecha de elección de Presidente de la República para el 12 de diciembre.  Para su elección, se pensó en varias figuras de la política y de la cultura como Lerroux, Bartolomé Cossío, Unamuno, Ortega y Gasset, pero por unas razones o por otras o no querían de forma personal o no eran de consenso, determinando que la única persona idónea era el presidente saliente, Alcalá Zamora.

Bienio social – azañista (Bienio progresista 1931/1933)


El nuevo gobierno de Manuel Azaña, que además conservaba en sus manos la cartera del ministerio de la Guerra, quedaba constituido el 16 de diciembre de 1931. Todo ese programa reformista tuvo que ir abriéndose camino ante las embestidas de unos sectores contrarrevolucionarios decididos a forzar una salida violenta a la situación creada, y de una izquierda marginal instalada en la utopía revolucionaria.

El año 1932 conocería un periodo de gran intensidad reformista.

La derecha estaba conformada en tres grandes grupos.  

Paralelamente, un clima de golpismo se apoderó de la Guardia Civil, hasta el punto que Azaña pensó en cesar a Sanjurjo. El 24 de agosto finalizó el proceso abierto a Sanjurjo, con la sentencia de pena de muerte conmutada por la de prisión perpetua e incondicional.

El fracaso del golpe no fue suficiente, el gobierno desde entonces entró en declive hasta desembocar en su caída. Un sector del Partido Radical- Socialista apoyó la táctica, el dirigido por Gordón Ordax, enfrentándose al sector más izquierdista del partido encabezado por  Marcelino Domingo.

La ocasión para provocar la ruptura del gabinete se presentó con motivo de las elecciones municipales del 23 de abril de 1933 en algunos municipios que no tenían aún corporación.

Las reformas militares

Siguiendo el modelo republicano francés, Azaña, ministro de Guerra y presidente del gobierno, buscaba con sus reformas convertir al ejército en vehículo mediante el cual los ciudadanos cumplieran sus deberes cívicos. Las unidades del ejército, quedaron reducidas a menos de la mitad, con unos 107.000 hombres en total.

Pero su programa fue más amplio extendiéndose al sometimiento del ejército al poder civil. A dicho fin se destinaron un paquete de medidas como la desaparición de los Tribunales de Honor, supresión del Consejo de Justicia Militar y la derogación de la polémica ley de Jurisdicciones de 1906.

El balance final de la obra transformadora de Azaña fue positivo, incluso para personajes públicos como Ortega y Gasset, que ni siquiera simpatizaba con el ministro, pero las dotaciones del ejército seguían siendo insuficientes. No eran tanto las medidas sino las formas las que causaron el malestar.

La reforma agraria

La culminación definitiva del proceso reformador de la propiedad agraria, iniciado en España en el siglo XIX, había sido uno de los principales compromisos asumidos por todos los integrantes de la conjunción republicano – socialista cuando se hizo con el poder en abril de 1931. Por diversas razones la labor del instituto fue ineficaz.

La nueva ley cumplió en líneas generales con su objetivo esencial. El balance político final fue muy negativo como reconoció Martínez Barrios años más tarde en sus memorias, ya que desilusionó a muchos e hizo temer a otros, creó muchos enemigos a la República y  ningún partidario.

El Estatuto de Cataluña

Por lo pronto, en virtud del compromiso entre Maciá y el gobierno provisional, la elaboración del proyecto fue encomendado a los catalanes. El 9 de septiembre se aprobó con 334 votos a favor y 24 en contra y 100 abstenciones.

El Estatuto se parecía muy poco al elaborado en Núria, por lo cual aunque calmó la impaciencia de los catalanes, no satisfizo sus demandas. A parte de esto el Estatuto sí daba un cierto margen de autogestión a Cataluña (Defensa, Aduanas y Asuntos Exteriores) El catalán se consideraba idioma cooficial con un parlamento propio.

Otras autonomías

En el País Vasco, el PNV tenía una connotación católica que le llevó a un enfrentamiento con la izquierda. Durante la República avanzó hacia posiciones de democracia cristiana, con dirigentes como José Antonio Aguirre, que defendió un programa de reformas sociales.

El estatuto de autonomía no tuvo ningún eco entre los políticos del momento, con lo cual no se le dio ningún tipo de solución en el primer bienio. Para que no cuajasen y evitarlo es cuando se concede el estatuto de autonomía.

En el caso del estatuto valenciano y gallego, su elaboración fue arrasada por los acontecimientos nacionales que les dejo en un segundo plano.

Reformas sociales

A las medidas iniciales de Largo Caballero en cuanto a la Ley de Términos Municipales y los Jurados Mixtos ya mencionados, hubo una continuación en el bienio. Las inversiones en ferrocarriles se llevaron a cabo y contribuyeron de manera decisiva a aliviar el paro en Madrid, pero los planes hidráulicos no llegaron a buen puerto.

Marcelino Domingo y Fernando de los Ríos ocuparon el ministerio de Educación durante el bienio. Una muestra del deseo de extender la cultura a todas las parcelas sociales fue la organización de las misiones pedagógicas, en las que participaron muchos intelectuales.

La vida cultural de la Segunda República

Al primer tercio del siglo XX se le ha denominado la Edad de Plata de la cultura española por la calidad y el protagonismo de los intelectuales, literatos y artistas del período.

La Institución Libre de Enseñanza y otras instituciones ligadas a ella como la Residencia de Estudiantes y el Instituto-Escuela, tuvieron un gran protagonismo en esta eclosión cultural. Es sorprendente como en un país con una mayoría de analfabetos y con treinta y ocho mil estudiantes universitarios en 1930 se dieron unas generaciones literarias de tan alta calidad.

Los intelectuales tuvieron un protagonismo especial durante la Segunda República.

El apoyo unánime se fue resquebrajando con el paso del tiempo.

La generación del 27 pasó al primer plano durante el periodo republicano.

En la pintura y la escultura conviven grandes artistas ligados a la tradición figurativa del escultor Mariano Benlliure o los pintores Zuloaga y Romero de Torres, con figuras clave en el desarrollo del arte mundial del siglo XX. Sobre todas ellas destaca  Pablo Picasso, que a lo largo de este primer tercio de


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