20 Ago
Absolutismo en España: Los Decretos de Nueva Planta
Contexto Histórico
Felipe V, tras la Guerra de Sucesión Española, impuso los Decretos de Nueva Planta como castigo a los territorios de la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca) que se habían sublevado contra él. Estos decretos buscaban la unificación y centralización del poder en la monarquía, eliminando los fueros e instituciones propias de estos territorios y sustituyéndolos por las leyes e instituciones castellanas.
Decretos de Nueva Planta para Aragón y Valencia (1707)
Tras la Batalla de Almansa, Felipe V promulgó el primer decreto, aboliendo los fueros e instituciones de Aragón y Valencia. Aunque inicialmente se planteó un decreto duro, las protestas de la nobleza aragonesa y valenciana llevaron a una rectificación que mantuvo algunos privilegios para aquellos que le habían apoyado.
Decreto de Nueva Planta para Aragón (1711)
En 1711, Felipe V modificó el decreto para Aragón, estableciendo una nueva organización para la Audiencia de Zaragoza y un nuevo sistema de gobierno. Se creó la figura del Comandante General de Aragón, máxima autoridad militar, política y económica. La Audiencia de Zaragoza quedó sometida a su autoridad y se dividió en dos salas: una de lo Penal y otra de lo Civil, utilizando el Derecho de Castilla.
Decreto de Nueva Planta para Cataluña (1715)
Cataluña, con una fuerte tradición en su derecho e instituciones, fue la última en recibir el Decreto de Nueva Planta. Felipe V, buscando un equilibrio entre el control y la estabilidad, no suprimió todas las instituciones catalanas, pero dejó claro su poder para modificarlas o derogarlas en cualquier momento. Se introdujo el castellano en los juicios y se creó la figura del Capitán General y Superintendente.
Decreto de Nueva Planta para Mallorca (1715)
El decreto para Mallorca fue similar al de Cataluña, manteniendo algunas instituciones propias pero bajo la autoridad del rey.
Consecuencias de los Decretos de Nueva Planta
Los Decretos de Nueva Planta marcaron el fin del pactismo y el triunfo del absolutismo castellano en España. Se suprimieron las Cortes de Aragón y Cataluña, las instituciones de gobierno propias y se impuso el castellano como lengua oficial en la administración. Solo Navarra y las Provincias Vascongadas mantuvieron sus fueros por su apoyo a Felipe V.
El Liberalismo en España y las Reformas Económicas
Abolición del Régimen Señorial (1811)
Las Cortes de Cádiz, en 1811, abolieron el régimen señorial, un sistema medieval que otorgaba a los señores derechos sobre las tierras y los habitantes de un señorío. Esta abolición significó la supresión de los señoríos jurisdiccionales y las obligaciones económicas de los campesinos hacia los señores, convirtiendo las propiedades señoriales en propiedades libres y absolutas.
Desvinculación de Mayorazgos (1820)
Los mayorazgos, una institución que impedía la venta de las tierras de la nobleza, fueron desvinculados en 1820. Esta ley permitió a los nobles vender parte de sus tierras, lo que contribuyó a la liberalización del mercado de la tierra y al enriquecimiento de la nobleza.
Desamortización
La desamortización fue un proceso de expropiación y venta de tierras pertenecientes a la Iglesia y los municipios. Se llevó a cabo en tres etapas:
- 1ª Etapa (1798-1808): Carlos IV expropió los bienes de la Compañía de Jesús y las universidades para sanear la Hacienda Real.
- 2ª Etapa (Desamortización de Mendizábal, 1836): Durante la Regencia de María Cristina, se expropiaron y vendieron los bienes de la Iglesia para financiar la guerra carlista.
- 3ª Etapa (Desamortización de Madoz, 1855): Se expropiaron y vendieron los bienes de los municipios, además de los bienes de la Iglesia que no se habían vendido en la etapa anterior.
La desamortización tuvo un impacto significativo en la economía española, cambiando la propiedad de la tierra y favoreciendo el desarrollo de una nueva clase de propietarios burgueses. Sin embargo, también perjudicó a los campesinos, que vieron aumentar los arrendamientos.
El Estado Liberal como Estado de Derecho
El Estado Liberal se basó en los principios de la Ilustración, buscando establecer un Estado de Derecho donde la ley fuera suprema y se garantizaran los derechos individuales. Se basó en los siguientes principios:
Soberanía Nacional y Poder Constituyente
La soberanía reside en la nación, que a través de sus representantes, tiene el poder de crear y modificar la Constitución.
Derechos del Ciudadano como Fines del Estado
El Estado debe garantizar los derechos individuales, como la propiedad, la libertad y la seguridad.
División de Poderes
El poder se divide en tres ramas: legislativo, ejecutivo y judicial, para evitar la concentración de poder y garantizar el equilibrio entre las diferentes instituciones.
El Estado Liberal en España, a través de reformas como la abolición del régimen señorial, la desvinculación de mayorazgos y la desamortización, buscó modernizar la economía y la sociedad española, sentando las bases para un nuevo modelo de Estado basado en los principios del liberalismo.
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