13 Dic
Teorías Políticas y Formas de Gobierno en el Siglo XVII
Hay una evolución en el pensamiento humano: el proceso de fortalecimiento del poder real y de centralización política iniciado en el siglo XV, culminó dos siglos más tarde con la consolidación en la mayoría de los Estados europeos de una nueva forma política: el absolutismo. Francia, bajo el reinado de Luis XIV, constituyó el ejemplo más completo de la monarquía absoluta.
Francia en el Siglo XVII
A lo largo del siglo XVII, Francia padeció distintos períodos de crisis demográficas y económicas, conflictos bélicos internacionales y momentos de malestar interno que produjeron levantamientos, rebeliones y motines en casi todo el país. Francia iba imponiendo su hegemonía y se convertía en la primera potencia europea. A pesar de la crisis demográfica, era el país más poblado de Europa. Era también el mejor administrado. Los cambios que ministros como Colbert y Richelieu introdujeron en la administración, permitieron el control absoluto del Estado: nueva división territorial, reformas legislativas, etc. Merece mención el nuevo sistema fiscal, que supuso una gran fuente de ingresos. Se introdujeron asimismo reformas en el ejército, que permitieron desarrollar una política expansionista y la anexión de nuevos territorios. Mientras artesanos y campesinos soportaban una fuerte presión fiscal, la nobleza gozaba del privilegio de no pagar impuestos y del derecho a cobrarlos, así como otras concesiones de carácter honorífico: ejercer cargos en la corte, tener banco reservado en la iglesia, etc. La base de su riqueza era la propiedad de las tierras.
El Absolutismo de Luis XIV
El obispo Jacques Bossuet fue el máximo defensor del absolutismo político de Luis XIV. Según sus teorías, la monarquía era de derecho divino. Los reyes gobernaban por la gracia de Dios, eran sus ministros, sus lugartenientes sobre la tierra. Consideraba que los monarcas podían ejercer un poder absoluto, y que su persona era sagrada. El principio del origen divino de la monarquía libera al rey de toda limitación impuesta por la evolución tradicional de la constitución del Estado. Se considera que todos los derechos individuales son únicamente usufructuados por sus súbditos, ya que el rey es el legítimo propietario de sus vidas y haciendas. Esta concepción conduce al despotismo integral.
La Teoría del Contrato
La teoría del contrato fue desarrollada a comienzos del siglo XVII por los escritores jusnaturalistas, que se dirigieron contra las tesis absolutistas de Jean Bodino, quien opinaba en el siglo XVI que la monarquía absoluta es necesaria para mantener un Estado bien ordenado. El pensamiento de Bodino es a veces confuso, ni medieval ni moderno, social entre las antiguas nociones peripatéticas, la práctica consuetudinaria y un precoz absolutismo, que le hace definir la soberanía como el orden supremo sobre los ciudadanos y súbditos, ilimitado por la ley. De lo que se desprende que el rey está por encima de la ley, y que nadie posee el derecho a sublevarse contra el príncipe.
Conceptos Económicos
- Capitalismo: Sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante transacciones en las que intervienen los precios y los mercados. Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del capitalismo es un fenómeno europeo. Desde Europa, y en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue extendiendo a todo el mundo, tras la cual se estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al capitalista. De existir un fundador del sistema capitalista, sería Adam Smith, que fue el primero en describir los principios económicos básicos que definen al capitalismo. Los intereses sociales radican en lograr el máximo nivel de producción de los bienes que la gente desea poseer.
- Mercantilismo: Desde el siglo XV hasta el siglo XVIII, cuando aparecieron los modernos Estados nacionales, el capitalismo tenía una faceta comercial, también dio lugar a una nueva forma de comerciar, denominada mercantilismo. Este nuevo capitalismo alcanzó su máximo desarrollo en Inglaterra y Francia. El sistema mercantilista se basaba en la propiedad privada y en la utilización de los mercados como forma de organizar la actividad económica. A diferencia del capitalismo de Adam Smith, el objetivo fundamental del mercantilismo consistía en maximizar el interés del Estado soberano, y no el de los propietarios de los recursos económicos, fortaleciendo así la estructura del naciente Estado nacional. Con este fin, el gobierno ejercía un control de la producción, del comercio y del consumo. La principal característica del mercantilismo era la preocupación por acumular riqueza nacional, materializándose ésta en las reservas de oro y plata que tuviera un Estado. Esto suponía favorecer que las exportaciones superaran en volumen y valor a las importaciones, ya que los pagos internacionales se realizaban con oro y plata. Los Estados mercantilistas intentaban mantener salarios bajos para desincentivar las importaciones, fomentar las exportaciones y aumentar la entrada de oro.
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