13 May
Adaptación del Organismo al Esfuerzo
Platonov define el proceso de adaptación como «la especial capacidad de los seres vivos para mantener un equilibrio constante de sus funciones, ante la exigencia de los estímulos que constantemente inciden en ellas, gracias a modificaciones funcionales y estructurales». A este equilibrio constante de las funciones se le denomina homeostasis y se define como un equilibrio entre las funciones anabólicas y catabólicas del organismo.
La actividad física actúa como estímulo de ruptura temporal de la homeostasis, interrumpe las exigencias normales provocando un desequilibrio a favor de los procesos degenerativos o catabólicos destinados a la producción de energía. La respuesta es un aumento de los procesos regenerativos o anabólicos destinados al almacenamiento de energía con el fin de proteger la estructura de un agotamiento excesivo de su capacidad.
Manno define estímulo como «toda modificación, tanto en el medio ambiente como en el organismo, que produce excitación o cambio». Se entiende por respuesta las adaptaciones que se producen como consecuencia de la presencia del estímulo.
La respuesta será específica y dependerá de dos aspectos que son necesarios conocer para guiar la adaptación hacia unos objetivos concretos:
- Las características del sujeto: La reacción de cada individuo a un mismo estímulo varía en función de distintos factores.
- Naturaleza del estímulo: Vendrá determinada por los factores que determinan la carga: volumen e intensidad.
- Volumen: componente cuantitativo de la carga y se manifiesta a través de magnitudes como distancia recorrida, número de repeticiones, etc.
- Intensidad: hace referencia al grado o nivel de esfuerzo, se manifiesta por aspectos como velocidad de ejecución, etc.
La relación entre el volumen e intensidad determina la naturaleza del estímulo y se estudia bajo la denominación de Dinámica de Cargas del Entrenamiento.
El entrenamiento (Navarro) es el «proceso de adaptación a estímulos externos, organizado racionalmente para lograr unos fines que permiten elevar el rendimiento». El entrenamiento debe suponer una programación racional que presente estímulos adecuados a las características individuales.
Tipos de Adaptación
Se distinguen dos tipos de adaptación:
- Adaptación Inmediata: a la que Platonov denomina aguda, hace referencia a las reacciones del organismo ante un esfuerzo determinado. Es la respuesta ante un estímulo concreto. Las adaptaciones son de tipo funcional como, por ejemplo, aumento de la FC.
- Adaptación a largo plazo: adaptación crónica, hace referencia a las modificaciones que se producen en el organismo como consecuencia de la exposición frecuente al ciclo actividad física-recuperación. Es la respuesta ante la presencia habitual de la actividad física. No solo incluyen adaptaciones de tipo funcional sino también estructural, por ejemplo: hipertrofia de miocardio.
Ley del Umbral o de Schultz-Arnodt
Determina la importancia de la interacción entre la naturaleza del estímulo y el estado de capacidad del sujeto. Expone que cada individuo tiene un umbral de esfuerzo y un máximo nivel de tolerancia orgánica, que pueden variar según el estado de adaptación. El umbral de esfuerzo individual es el nivel de capacidad del organismo, que condiciona la naturaleza que ha de tener un estímulo para provocar reacciones adaptativas.
De este modo, para lograr cualquier objetivo de entrenamiento existe un intervalo o sector de carga eficaz, dentro de cuyos límites la realización del trabajo produce los beneficios previstos. En base a la naturaleza del estímulo y al estado del sujeto, pueden darse cuatro situaciones:
- Estímulos débiles: se encuentran debajo del umbral de esfuerzo, no excitan lo suficiente las funciones orgánicas, no producen reacción suficiente para alcanzar nuevos estados de adaptación y, por lo tanto, no entrenan.
- Estímulos más intensos pero que aún se mantienen bajo el umbral: pueden producir excitación orgánica y reacción hacia nuevos estados adaptativos, siempre que se repitan un número considerable de veces.
- Los estímulos que sobrepasan el umbral dentro de la zona de carga eficaz: producen excitaciones de las funciones orgánicas y, tras la recuperación, estados superiores de adaptación o equilibrio.
- Para terminar, estímulos cercanos al máximo nivel de tolerancia del individuo: producen beneficios orgánicos por adaptación siempre que no se repitan con demasiada frecuencia, en cuyo caso provocarán estados de sobreentrenamiento.
Los programas de entrenamiento basados en estímulos cercanos al máximo de tolerancia o en las zonas superiores del sector de carga eficaz, se denominan de cargas intensivas. Implican un aumento rápido de capacidad pero una menor estabilidad de las adaptaciones logradas.
Los programas basados en cargas cercanas al umbral de esfuerzo se denominan de cargas extensivas. Suponen un desarrollo más lento pero estable de las capacidades físicas.
Síndrome General de Adaptación (SGA) o Teoría del Estrés
Un endocrinólogo (Hans Selye) presenta una teoría denominada «teoría del estrés» sobre las reacciones del organismo ante todo tipo de agentes que rompen el equilibrio homeostático: enfermedades, etc. Define estrés como el «estado biológico que se manifiesta por un síndrome específico ante cambios inespecíficos». Este síndrome es denominado Síndrome General de Adaptación (SGA) y lo define como «la respuesta adaptativa y no específica del organismo a toda causa que pone en peligro su equilibrio biológico». Los agentes estresores pueden ser de origen físico, psiconeuronal o químico.
La actividad física actúa como agente estresor provocando el SGA. Selye distingue tres fases en el mismo:
- Fase de conmoción o alarma: es la primera reacción provocada de forma espontánea en el organismo por el agente estresor. Se distingue a su vez:
- Periodo de choque: con adaptaciones que son consecuencia directa del estímulo.
- Periodo de contra-choque: con adaptaciones orientadas a paliar, amortiguar o compensar la nueva situación.
- Fase de resistencia: El organismo recupera progresivamente un nuevo equilibrio y queda adaptado a la nueva situación.
- Fase de readaptación o agotamiento: Si el estímulo no cesa o crece en su intensidad, el organismo tratará de readaptarse o mantener el nuevo equilibrio, hasta que agotadas sus capacidades, entra en estado de fatiga y o descansa y se recupera el equilibrio inicial o llega a su extenuación.
En base a las fases del SGA y a otros fundamentos teóricos, la dinámica de cargas del entrenamiento se representa mediante gráficas ondulatorias.
Principio de Supercompensación
Se define como el «aumento específico de las posibilidades de rendimiento de una capacidad física como consecuencia de una estimulación (entrenamiento) seguida de un descanso (recuperación), lo que provoca la restauración ampliada de las fuentes energéticas gastadas por encima de su nivel inicial».
Expone la gran capacidad del organismo para reponer, no solo las energías gastadas durante un esfuerzo, sino en acumular reservas energéticas superiores con el fin de mejorar su capacidad en el caso de que se vuelva a presentar una carga similar. Manifiesta la necesidad, para que se produzcan las adaptaciones que conducen a niveles superiores de rendimiento, de permitir los periodos adecuados de recuperación.
El periodo de recuperación dependerá de:
- La naturaleza del esfuerzo
- El objetivo perseguido
Así, por ejemplo, en entrenamientos de fuerza, los periodos necesarios para desarrollar la fuerza máxima serán superiores a los necesarios para desarrollar la fuerza-resistencia.
Según la relación entre carga y recuperación, pueden tener lugar tres formas de supercompensación:
- Positiva: si el tiempo de recuperación es el adecuado, el rendimiento aumenta.
- Nula: si se aplica una nueva carga antes o después de la cima de supercompensación, el rendimiento no aumenta pero se mantiene.
- Negativa: si se aplica la carga en una fase de recuperación incompleta. Implica una disminución del rendimiento.
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