04 Dic

La Evolución Política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba

El reino visigodo contaba con multitud de problemas internos, debido sobre todo al carácter electivo de la monarquía. A principios del siglo VIII, la inestabilidad política hizo que los partidarios de Witiza pidieran ayuda a las tropas musulmanas asentadas en el norte de África.

En el año 711, Tarik, enviado del gobernador del norte de África, Muza, al frente de tropas bereberes, cruzó el estrecho de Gibraltar y venció al rey visigodo don Rodrigo en la batalla de Guadalete. Tarik avanzó hacia Toledo, ciudad donde se le unió Muza, con tropas árabes en su mayoría. Conquistaron casi toda la Península en sólo tres años, entre 711 y 714, con la excepción de alguna pequeña zona en Asturias y Cantabria. Tras este proceso, intentaron continuar su avance cruzando los Pirineos, pero fueron derrotados por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732). Tras este hecho, el avance musulmán se paralizó y tendió a centrarse en la Península.

Emirato dependiente (711-756)

Al-Ándalus se convirtió en una provincia más del califato Omeya de Damasco. La capital se estableció en Córdoba, quedando al frente del territorio un emir o gobernador. Durante este periodo, Al-Ándalus atravesó serios problemas internos por los enfrentamientos entre árabes y bereberes por el reparto de tierras y la organización de la conquista. Estos conflictos internos contribuyeron a organizar la resistencia de los cristianos del norte en las montañas asturianas.

Emirato independiente (756-929)

En el 750, la sublevación Abasí acabó en Damasco con la familia califal de los Omeyas. Un miembro Omeya, Abd-al Rahman I, consiguió escapar y logró apoderarse del gobierno de Al-Ándalus en 756, proclamándose emir, rompiendo la dependencia política con el califato abasí. Sin embargo, esta situación llevó a un periodo de crisis motivado por las tensiones sociales y el aumento del ejército.

Califato de Córdoba (929-1031)

La grave crisis fue superada por Abderramán III, que logró poner fin a las sublevaciones y luchas internas. Tras ello, decidió proclamarse califa, es decir, suprema autoridad política y religiosa, en 929. Con el califato se inicia la etapa de mayor esplendor político y económico de Al-Ándalus. Abd-al Rahamán III reforzó también el ejército con mercenarios (eslavos y bereberes) para asegurar el orden interior y para contener a los cristianos del norte peninsular. El esplendor continuó con Al-Hakam II, pero se vino abajo durante el califato de Hixam II, en el cual Almanzor se hizo con el poder, aumentando el ejército y dirigiendo expediciones contra los territorios cristianos. Tras la muerte de Almanzor en el año 1002, el califato entró en una profunda crisis que culminaría con su desintegración en reinos de taifas en 1031.

La Organización Social y Económica

El predominio de la ciudad sobre el campo impuso la aparición de una economía urbana. La existencia de una agricultura desarrollada permitía abastecer ciudades y comerciar con el excedente, exportando multitud de productos. Estas redes comerciales se basaron en el intercambio comercial con el Magreb y el Mediterráneo y permitieron la aparición de una floreciente artesanía.

La agricultura

Era muy desarrollada. Destacaba el cultivo tradicional del Mediterráneo: cereales, vid y olivo. Los excedentes de trigo y aceite se dedicaban a la exportación, y el vino se seguía consumiendo a pesar de las prohibiciones religiosas. También se introdujeron nuevos cultivos como el arroz, la caña de azúcar y los cítricos.

Artesanía

En las ciudades destacó la producción de textil (sedas, lana, algodón y lino), orfebrería y armas. La artesanía de Al-Ándalus alcanzó un enorme reconocimiento y se orientó en gran medida a la exportación.

Comercio

Durante gran parte de su existencia, Al-Ándalus controló las rutas de oro de África y este oro sería la base de un sólido sistema monetario basado en el dinar de oro y el dirhem de plata, que llegaron a ser las monedas de referencia internacional.

Sociedad

  • Árabes: Eran la aristocracia dominante y procedían de la zona de Siria, llegados durante las primeras fases de la conquista.
  • Bereberes: Procedían del norte de África y llegaron también en las primeras fases de la conquista como parte del ejército (entre árabes y bereberes existió siempre una gran tensión por el reparto de las tierras y el gobierno).
  • Muladíes: Eran los cristianos que se habían convertido al Islam.
  • Mozárabes: Eran los cristianos que vivían en territorio islámico, al igual que los judíos, mantenían su religión.
  • Eslavos: Eran grupos de mercenarios que llegaron como parte del ejército y conseguirían finalmente asentarse en la Península como un grupo social propio.
  • Esclavos: La mayoría de la población musulmana era libre, pero también había esclavos.

Deja un comentario