18 Oct
1 La Alienación Ideológica: Religión y Filosofía
Marx, en contraposición a Feuerbach, considera que el ser humano no posee una esencia intrínsecamente egoísta. De hecho, argumenta que carece de una esencia predefinida, sino que su modo de ser —su esencia— se construye en la sociedad donde vive, de acuerdo con las características de esta. El aparente egoísmo humano, señalado por Feuerbach, sería el resultado de una sociedad específica que, por su diseño, produce individuos que, viviendo en la miseria, se vuelven egoístas.
La Religión como Analgésico
La causa de la alienación religiosa no reside en una naturaleza humana egoísta —pues no tenemos una naturaleza fija—, sino en un modo de existencia social falso y defectuoso. La religión ofrece al creyente un alivio temporal de las desgracias terrenales a cambio de una supuesta felicidad en el más allá; funciona como un analgésico. Sin embargo, al predicar la resignación, impide que el creyente transforme las condiciones reales de miseria que lo condujeron a la religión.
Marx argumenta que los principios sociales del cristianismo no combaten la injusticia social, sino que la perpetúan:
- Justifican la esclavitud en la antigüedad y la servidumbre en la Edad Media.
- Predican la necesidad de una clase dominante y una clase oprimida, ofreciendo a esta última solo la esperanza de la caridad.
- Sitúan en el cielo la compensación por las infamias terrenales, justificando así su continuidad.
- Predican la cobardía, la humillación y la sumisión, virtudes que, según Marx, el proletariado revolucionario debe rechazar en favor de la valentía y la autoestima.
«Al diablo con los principios sociales del cristianismo», exclama Marx, rechazando su carácter cobarde e hipócrita.
La Crítica a la Filosofía y las Ideas
Si la religión es producto de las condiciones económicas, es imposible superarla mediante una mera crítica intelectual, como proponía Feuerbach. Lo mismo ocurre con las ideas filosóficas y cualquier sistema de ideas (morales, políticas, jurídicas, artísticas, etc.), ya que son un reflejo de la situación material concreta, de las condiciones sociales, políticas y económicas. Su función principal es justificar y legitimar los intereses de la clase dominante.
Infraestructura, Estructura y Superestructura
Marx distingue tres niveles en la estructura social:
- Infraestructura: El nivel primario, la base real de la sociedad, compuesta por las fuerzas productivas.
- Estructura: Causada por la infraestructura, consiste en las relaciones de producción, la organización de las fuerzas productivas en estructuras socioeconómicas (clases sociales) para el reparto de los bienes.
- Superestructura: Causada por la estructura, comprende las ideas generadas por la sociedad (política, religión, moral, filosofía, ciencia, etc.), que Marx denomina ideología. Su función es legitimar la estructura y fortalecer los intereses de los grupos dominantes.
«Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes de cada época», afirma Marx, explicando cómo la clase que controla los medios de producción material también controla la producción espiritual. Las ideas de la clase dominante buscan estabilizar la sociedad y justificar las relaciones de dominio. En contraste, las ideologías de los oprimidos promueven el cambio social. Es común que la clase dirigente prohíba ideologías contrarias a sus intereses. Por lo tanto, no son las ideologías las que producen la organización socioeconómica, sino al revés.
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