17 Jun

El Trabajo como Esencia Humana en Marx

Marx encontró en el trabajo la esencia del ser humano. Inspirado por Darwin y El origen de las especies, concebía al hombre como un ser activo, práctico y social, cuya naturaleza se forja en la interacción con la sociedad y la transformación del entorno.

Para Marx, el hombre no nace social, sino que se hace humano en sociedad. Los modos de producción moldean la cooperación, las relaciones y, en última instancia, las formas de vida. El aumento de la producción y la población conduce a la división del trabajo, sentando las bases para la propiedad privada.

La Alienación en el Sistema Capitalista

La visión del trabajo como esencia humana contrastaba con la realidad que Marx observaba. Identificó tres formas de alienación que aquejaban al hombre en la sociedad capitalista:

Alienación Económica

En la cadena de producción capitalista, el trabajador se aliena de su propio trabajo, convirtiéndose en un mero engranaje del sistema. Esta alienación se manifiesta en tres niveles:

  • Respecto al producto: El trabajador no posee ni disfruta de los frutos de su trabajo, que quedan en manos del capitalista.
  • En el acto mismo de la producción: El trabajador es tratado como una máquina más, despojado de su humanidad y reducido a satisfacer necesidades básicas.
  • Respecto a la naturaleza: El trabajador pierde su conexión con la naturaleza, utilizándola solo para su subsistencia en lugar de transformarla creativamente.

Alienación Sociopolítica

La división en clases sociales y la existencia de un Estado que perpetúa la injusticia generan una profunda alienación sociopolítica.

Alienación Religiosa

Marx veía en la religión un mecanismo de control que adormece al obrero con la promesa de una felicidad ilusoria en el más allá, desviando su atención de las injusticias terrenales. De ahí su famosa frase: «La religión es el opio del pueblo».

Crítica al Capitalismo: La Alienación Económica como Raíz

Para Marx, la alienación económica era la raíz de las demás. El trabajo humano se convierte en mercancía con el trueque, dando lugar a dos tipos de valor:

  • Valor de uso: El valor intrínseco de un objeto antes de ser intercambiado.
  • Valor de cambio: El valor asignado a una mercancía en el intercambio, generalmente determinado por el tiempo de trabajo necesario para producirla.

El dinero, al representar el valor de cambio, se convierte en un factor de alienación, transformando las relaciones sociales en relaciones económicas. El sistema capitalista, al buscar la maximización del beneficio, perpetúa esta alienación.

La Plusvalía: Beneficio del Capitalista

La plusvalía surge porque el trabajador vende su fuerza de trabajo como mercancía, pero no recibe el valor total que genera. El empresario se apropia de la diferencia entre el valor producido por el trabajador y el salario que recibe, obteniendo así un beneficio.

Crisis Periódicas del Capitalismo

Marx sostenía que el capitalismo estaba condenado a sufrir crisis periódicas. Estas crisis se producen cuando la sobreproducción genera una brecha entre lo que se produce y lo que la clase trabajadora puede consumir. Para restablecer el equilibrio, el empresario se ve obligado a reducir la producción y despedir trabajadores, perpetuando un ciclo de inestabilidad.

Materialismo Histórico: El Hombre como Creador de Historia

El materialismo histórico de Marx concibe al hombre como un ser activo que, a través del trabajo, crea la historia y la cultura. La historia avanza impulsada por las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción.

El trabajo, junto con las herramientas, impulsa la civilización. La complejidad de las relaciones sociales y la distribución del trabajo dan lugar a diferentes culturas. La cultura, por lo tanto, es un producto social.

Contradicción entre Fuerzas Productivas y Relaciones de Producción

Para Marx, la historia es un proceso dialéctico marcado por la tensión entre las fuerzas productivas (tecnología, herramientas, conocimientos) y las relaciones de producción (formas de propiedad, división del trabajo). Cuando las relaciones de producción se convierten en un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas, surge una época de revolución social.

Lucha de Clases como Motor de la Historia

La historia, según Marx, es una lucha de clases. La contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción se manifiesta en la lucha entre la clase dominante, propietaria de los medios de producción, y la clase trabajadora. En el capitalismo, esta lucha se da entre la burguesía y el proletariado.

Socialismo Científico y Revolución Comunista

Marx creía en la inevitabilidad de una revolución proletaria que aboliría la propiedad privada, instaurando una sociedad sin clases y libre de alienación. Esta revolución, basada en el análisis científico de la historia y la economía, daría paso al socialismo científico.

La Sociedad sin Clases

será el momento dialéctico de la síntesis. En la sociedad marxista el ser humano ocupa un lugar en la sociedad según sus necesidades. Los productores libremente asociados dirigirán el proceso de producción y al final se suprimirá el Estado. 

Con esta revolución proletaria empezaría la historia en la que el hombre es protagonista . Lo que sucedió a partir de la revolución soviética (1917) no cumplió con la sociedad marxista.

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