26 Feb
EL HOMBRE
Descartes distingue como otros pensadores entre el alma y el
cuerpo:
«puesto que por una parte tengo una idea clara y distinta de mí mismo, según la cual soy algo que piensa, y no extenso y, por otra parte, tengo una idea distinta del cuerpo, según la cual éste es una cosa extensa, que no piensa, resulta cierto que yo, es decir, mi alma, por la cual soy lo que soy, es entera y verdaderamente distinta de mi cuerpo, pudiendo ser y existir sin el cuerpo».
Al alma sólo pertenece el pensar ( res cogitans ), mientras que el cuerpo pertenece a lo material ( res extensa ). El cuerpo se reduce a una máquina regida por las leyes de la física. La vida se reducirá a movimiento mecánico; en particular, en los animales, que carecen de alma y pensamiento.
En el caso del hombre, Descartes sostiene que el alma está verdaderamente unida a todo el cuerpo, aunque luego la localiza en la glándula pineal como su sede, desde donde ejerce sus funciones. Gracias a la presión mecánica que sobre la glándula ejercen los espíritus vitales o partículas muy sutiles que se mezclan con la sangre, el alma recibe las impresiones o imágenes procedentes de los órganos de los sentidos a través de los músculos y nervios y, de modo recíproco, por la actuación de la glándula pineal sobre esos espíritus modifica los músculos y provoca el movimiento del cuerpo. En esta interacción, para Descartes es claro que es el alma quien siente, no el cuerpo, aun cuando las sensaciones sean ideas confusas, maneras confusas del pensar. Es el alma quien percibe, o sufre las pasiones -el deseo, tristeza, alegría, admiración, odio…- que Descartes explica en tono radicalmente mecanicista.
ÉTICA
Descartes trata de establecer unos principios para conocer
que se van a extender al ámbito de la ética. En su obra » Discurso del Método»,
señala que no admitirá ninguna ciencia que no pueda justificarse desde sus
principios, o que lleve a la confusión del conocimiento.
Así hace un estudio de
las aportaciones de la filosofía y la ciencia en la historia. Para Descartes,
debemos de tener un buen método para razonar, pues da lo mismo como seamos,
buenos o malos si no sabemos lo que es la verdad del bien y el mal. Si no
tenemos este método, no razonaremos bien. El método contiene cuatro reglas:
– El criterio de la idea clara y distinta ( evidencia )
– Análisis de las ideas más complejas.
-Síntesis de las ideas.
-Enumeración completa.
Además Descartes señala tres máximas de comportamiento para ser felices:
– Conformismo social, se dóciles a las leyes, costumbres y usos de nuestro país.
– Tener voluntad, ánimo constante, siempre en la misma dirección.
– Moderación de los deseos, prudentes, contenernos y no cambiar el orden del mundo.
Se apoya en el fundamento de que la ética tiene dos principios, uno del ser divino, en el que Dios es bueno y por lo tanto tenemos que confiar en que todo lo que nos ocurre es bueno; y por otro lado la condición humana, que está determinada por la res cogitans, siendo lo mejor, tenerla separada de la res extensa. Pero hay un terreno el de las pasiones que es compartido por ambas, al alma porque es consciente y al cuerpo porque provoca un movimiento. Las pasiones son buenas si yo las someto, de ahí la idea de la moderación de los deseos.
La indecisión viene de las pasiones, por lo que hay que ser decidido y no vacilar.
DIOS
Para salir del inmanentismo en el que se halla en la cuestión del cogito y las ideas, es decir que el yo no se puede engañar al pensar que existe y que lo que piensa son las ideas, Descartes procede a la demostración de la existencia de Dios.
Esto lo hace afirmando que la mente y el mundo han sido hechos por un ser infinitamente bueno, y que por ser bueno, no puede querer engañarme cuando me noto a mí mismo pensando. Descartes se pone a demostrar la existencia de Dios, pero, naturalmente, a partir del cogito sólo y de las ideas, ya que de momento no admite otra realidad; en esto el planteamiento de Descartes es moderno: La «demostración de la existencia de Dios» ha de consistir en poner de manifiesto que la mente no puede dudar de la existencia de Dios.
Demostraciones: 1ª La más difundida, la típica del racionalismo, es la calificada de prueba ontológica:
Es verdad que aquello que percibimos clara y distintamente es verdadero. Lo que se percibe con claridad y distinción es verdad. De un triángulo percibimos clara y distintamente que sus ángulos suman dos rectos (por lo tanto, esto es verdad), pero de un triángulo no percibimos clara y distintamente que «exista realmente», en la «realidad en sí» (es decir: tal cosa no se puede intuir a partir de la pura noción de triángulo). En cambio, de Dios sí, porque la noción misma de Dios incluye la existencia; la noción de Dios es la de un ser necesario, o dicho de otro modo, la de un ser ilimitado en todos los aspectos, y el hecho de «no existir» sería una limitación. Esto sería una contradicción al admitir por un lado, la perfección suma y por otro una limitación a esa perfección, la de su no existencia necesaria y actual. Por tanto, la idea de Ser perfecto, la idea de Dios, incluye la existencia necesaria y no por ficción del pensamiento, del entendimiento, sino porque el existir pertenece a la naturaleza verdadera e inmutable de ese ser.
2ª Descartes introduce el principio de que todo cuanto existe tiene que tener una causa de su existencia. Dios no es una idea ni adventicia ni facticia por lo que tan solo queda ya que sea innata, es decir que nacemos ya con ella. Si nacemos con esta idea ¿ de dónde ha venido salvo queun ser nos la ha dado al nacer ?
Podría preguntarse, si todo lo que existe tiene que tener una causa, cuál es la causa de la existencia de Dios. Tomás de Aquino respondería que tiene que tener una causa eficiente todo aquello que no es ello mismo el existir mismo, ya que el existir mismo no puede recibir el existir. Descartes dice que la propia inmensidad de la naturaleza de Dios es la «causa o la razón por la cual Dios no necesita de ninguna causa para existir.
La existencia de su propio yo afirma que éste consiste en
puro pensamiento y el pensamiento se compone de ideas. Para él son de tres
tipos:
-Adventicias, las que provienen de los captado en el mundo físico.
– Facticias, las creadas por el mismo pensamiento y compuestas de dos o más adventicias )
-Innatas, (las que tenemos de nacimientoy que son simples y abstractas.
CONOCIMIENTO
Descartes es un filósofo racionalista que parte de la idea de que si la razón es única, la verdad es única y habrá un único método para encontrarla.
Para ello lleva a cabo un análisis de la razón. Ésta se presenta mediante la intuición ( ideas simples y evidentes, claras y distintas ) y la deducción que es una cadena de intuiciones.
Descartes se dispone a construir un método, que será modelo del método matemático, influenciado por Galileo. Este método propuesto consta de diferentes reglas que se deben seguir:
– La primera es la evidencia, que consiste en no admitir como verdadera cosa alguna que no reconociese con evidencia como tal; para que algo sea evidente se nos tiene que presentar de manera clara y distinta.
-La segunda regla es el análisis, que consiste en dividir cada una de las dificultades en tantas partes como se pueda, se debe partir de lo simple para proporcionar seguridad y evitar falsedades.
– La tercera, es la síntesis, es decir conducir ordenadamente los pensamientos comenzando por los más simples y fáciles para ir ascendiendo hasta los más complejos; este proceso se realiza mediante la deducción, es decir, el método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo particular; e implica una sucesión de intuiciones.
– La cuarta regla del método es la enumeración que consiste en realizar una revisión y recuento de las verdades obtenidas.
La duda metódica “rechazar como falso todo lo que pudiera generar la menor duda”, para poder analizar desde cero todos los conocimientos que hasta ahora tenía como ciertos, y poder así ver si existe algo realmente verdadero y evidente. La razón de la duda metódica se debe a su imposibilidad de partir de la 1ª regla , la de la evidencia.
-Lo primero de lo que dudará Descartes es de los datos sensoriales “nuestros sentidos nos engañan.
-La segunda razón de la duda se debe a la dificultad de distinguir el sueño de la realidad. La realidad de los sueños no se distingue de la realidad del estado de vigilia cuando estamos dormidos.
-Por último, a la hipótesis de la existencia de un «genio maligno» que nos haga ver con evidencia algo que no lo es. Quizás hemos nacido con un grado de imperfección tal que cuando creemos que algo es verdad, en realidad sea mentira y viceversa.
La duda de Descartes es una duda metódica, es decir, su finalidad es alcanzar la certeza, por lo tanto es diferente a la duda escéptica, que creía imposible el conocimiento. Es más, Descartes emplea esta duda para superar el escepticismo. La duda es consecuencia de la primera regla del método, ya que se debe admitir como verdadero solo aquello que se presente con absoluta claridad y distinción, y por lo tanto con evidencia. Esta es una de las máximas expresiones del racionalismo ya que para esta corriente filosófica, solo se puede admitir como ciertas aquellas creencias que han sido revisadas por la razón.
Y al dudar de todo conocimiento descubre, “advertí”, que hay uno del que no puede dudar, de que él piensa, “Pienso, luego existo” Cogito, ergo sum.
De esta conclusión deduce el Primer Principio de la filosofía que buscaba, la filosofía basada en el método matemático. La proposición hallada es totalmente evidente ya que no puede dudarse su veracidad en absoluto, porque puede fingir que su cuerpo es una ilusión, pero no puede fingir que no piensa. Por lo tanto de esto deduce que existimos como seres pensantes. Por ello afirma que hay una parte de nosotros cuya misión es pensar, la res cogitans o sustancia pensante. Para Descartes la sustancia es aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir.
Existen tres sustancias la res cogitans o sustancia pensante; la res extensa o sustancia extensa; y la res infinita o sustancia infinita. De la existencia de la res cogitans y la res extensa se muestra el dualismo antropológico de Descartes, la sustancia pensante o alma, que es inmaterial, y la sustancia extensa, el cuerpo.
A la conclusión de que somos como seres pensantes se ha llegado mediante la intuición, es decir, a la percepción íntima e instantánea de una idea o verdad que aparece como evidente.
Tenemos una idea innata de perfección en nuestra mente que tiene que proceder de alguien más perfecto que yo, y ese tiene que ser Dios, por lo tanto Dios existe.
Y se presenta a Dios como la sustancia infinita (res infinita), la perfección; y como garante de nuestros conocimientos, oponiéndose a idea del genio maligno.
Descartes se presenta como un optimista epistemológico ya que busca la verdad absoluta, el conocimiento absoluto. Abandonando así la tesis del solipsismo, que afirma que solo se puede garantizar la existencia de uno mismo, y que la de otro es dudosa e infundada.
itziar 27 febrero, 2014 por 2:01
Mi enhorabuena por grande artículo. Un saludo.