08 Jul
El Estado de Naturaleza y el Contrato Social: Una Mirada Comparativa
Rousseau: La Degeneración del Hombre en Sociedad
Rousseau concibe que en el Estado natural, el hombre era bueno, feliz y libre. Este estado natural se trata de una hipótesis que permite valorar la realidad actual: el Estado social, aquel en el que el hombre se aparta de la naturaleza para vivir en comunidad. Rousseau analiza el tránsito del Estado de naturaleza al Estado social como una degeneración producto de las desigualdades sociales que surgen con la propiedad privada. Las leyes establecidas en toda sociedad son siempre las leyes que defienden al poderoso frente a los pobres. La propiedad privada y el derecho han creado un abismo entre dos clases: la clase de los poderosos frente a la clase de los pobres.
Rousseau manifiesta una manera de remediar la degeneración a la que nos ha conducido la vida social: «el hombre nace libre, pero en todas partes se encuentra encadenado». Los hombres deben establecer un nuevo contrato social. Este nuevo contrato social genera una voluntad general que es distinta a la suma de las voluntades individuales. La soberanía ha de emanar de la voluntad general y Rousseau no es partidario de la separación de poderes. Así, el nuevo estado creado a través del contrato social, se constituye como:
- Una forma de asociación que, en vez de anular los privilegios del ser humano, se basa en el reconocimiento y cumplimiento mutuo.
- Un pacto, en virtud del cual cada ciudadano otorga su derecho a toda la comunidad.
Descartes: La Duda Metódica y la Sustancia
Descartes se propone construir la metafísica a partir de una primera verdad indubitable: la existencia del yo pensante. A partir de esta certeza, deduce la existencia de tres sustancias:
- Sustancia pensante: El yo, cuya esencia es el pensamiento.
- Sustancia infinita: Dios, la idea innata de un ser perfecto que garantiza la verdad.
- Sustancia extensa: El mundo material, caracterizado por la extensión y el movimiento.
Descartes define la sustancia como aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir. El universo cartesiano se reduce a movimiento y materia, una concepción mecanicista del mundo donde todos los fenómenos se explican a través de leyes mecánicas.
El Dualismo Cartesiano
El dualismo cartesiano establece que el hombre está compuesto por dos sustancias distintas: el cuerpo (res extensa) y el alma (res cogitans). El atributo del alma es el pensamiento, mientras que el atributo del cuerpo es la extensión. El cuerpo es una máquina, mientras que el alma es libre e inmortal.
Hobbes: El Leviatán y la Paz a Través del Poder Absoluto
En El Leviatán, Hobbes sostiene que en el estado de naturaleza prevalece la guerra de todos contra todos. Parte de una concepción de la naturaleza humana malvada: «El hombre es un lobo para el hombre». Como en un estado de naturaleza no es posible prosperar, ya que no hay paz y siempre está en peligro la vida y la propiedad, la razón sugiere normas adecuadas para hacer posible dicha paz. Estas normas son las que servirán para que el hombre salga del estado de guerra y acuerde una sociedad civil.
Para Hobbes, esto implica la necesidad de establecer un pacto mediante el cual todos ceden sus derechos a favor de un gobernante. El Estado ejerce un poder absoluto sobre los individuos, que pasan a ser considerados súbditos. Bajo la soberanía del Estado, se garantiza la paz porque sin Estado no hay sociedad. El Estado tiene el derecho absoluto a establecer leyes. El soberano determina qué es lo aceptable y lo moral; lo justo y lo bueno coincide con la voluntad del soberano. Hobbes se inclina por una monarquía absolutista.
onarquía absolutista.
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