03 Nov

Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell

Joanot Martorell, procedente de una familia señorial de Gandia instalada en Valencia, vivió el declive de la caballería. Con Tirant lo Blanc, buscó ofrecer no solo una novela de aventuras, sino un compendio de saberes, habilidades sociales y un manual de comportamiento caballeresco.

En la Edad Media, la cultura y las obras literarias se basaban en la tradición y la acumulación, no en la originalidad. Martorell recrea un mundo complejo en un momento histórico de transición, con elementos de la historiografía y la novela moderna. Se inspira en caballeros andantes del siglo XV, recreando retos y conflictos de honor presentes en la narrativa o en su propia vida.

El siglo XV marca la transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Tirant lo Blanc (1490) se considera un hito por su tratamiento realista e irónico del mundo teocéntrico y caballeresco. El caballero Tirant, en la ficción, recupera Constantinopla (caída en manos de los turcos en 1453), una empresa que alimentó el sueño caballeresco, aunque los tiempos cambiaran y no se lograra una cruzada cristiana.

Temática de la obra

Tirant, un joven caballero bretón, tras ser nombrado mejor caballero del mundo, libera Rodas de los genoveses y acude a la llamada del emperador de Constantinopla. El héroe, inicialmente receloso hacia las mujeres, cambia al conocer a la princesa Carmesina. La obra explora la pasión amorosa y sus consecuencias: el emperador ridiculizado por su atracción hacia Placerdemivida, la emperatriz cometiendo adulterio con Hipólito, la viuda Reposada enamorándose de Tirant, y Placerdemivida instigando episodios eróticos. Carmesina, casada en secreto con Tirant, se aferra a su virginidad.

Estilo y lengua

Tirant lo Blanc es un texto rico que refleja la época en que fue escrito. Los parlamentos altisonantes muestran el estilo de la prosa valenciana, mientras que los diálogos, con modismos y refranes, reflejan la viveza de la lengua popular. El texto incluye particularismos valencianos, arcaísmos, arabismos y castellanismos.

El Espejo, de Jaume Roig

Jaume Roig, médico valenciano fallecido en 1478, plantea El Espejo como un sermón que advierte sobre la maldad de las mujeres. Esta desconfianza se relaciona con la misoginia, expresada en sentencias populares.

Comicidad y pesimismo dominan ambas obras, pero su novedad reside en el enfoque del adoctrinamiento moral: una comprensión de la naturaleza humana y su tiempo. En Curial e Güelfa, el dinero impulsa la acción, y tanto en esta obra como en El Espejo, se valora socialmente por encima del linaje o las virtudes. Curial e Güelfa desmonta los tópicos caballerescos: el protagonista busca una buena boda y una vida familiar feliz. Las mujeres que conoce son el opuesto de las damas cortesanas, y el autor, con la experiencia de Curial y el testimonio de Salomón, presenta la maldad femenina (exceptuando a la Virgen y a su esposa fallecida). Se interpreta a Curial como un antihéroe y la obra como la desintegración del género caballeresco. Otra perspectiva se centra en el conflicto de un burgués con la visión medieval de la mujer, relacionando la obra con debates presentes en el Decamerón, Lo Somni y el Corbacho.

Jaume Roig escribe El Espejo hacia 1460. Su forma y tema se relacionan con obras de los siglos XIV y XV con elementos narrativos que imitan el sermón o el debate, como El Sermón del Bisbetó, La Disputació de En Buque con su caballo, El Libro de Fray Bernardo y El Testamento.

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