21 Oct

Desviaciones y su Impacto en los Resultados

Si corregimos su coste, las desviaciones por subaplicación quedarán almacenadas a un mayor coste. Las desviaciones por sobreaplicación provocarán que las órdenes queden almacenadas por un menor coste. Si las trasladamos a resultados, las desviaciones por subaplicación provocarán una disminución del resultado, mientras que las desviaciones por sobreaplicación lo aumentarán.

Valoración de las Existencias Iniciales

Para su valoración, se parte de dos hipótesis que dan lugar a dos criterios de valoración: FIFO (First In, First Out) y Coste Promedio Ponderado (CP).

Hipótesis 1: FIFO

Esta hipótesis parte de que las existencias iniciales son las que primero se consumen, ya que necesitan menos trabajo al tener inversiones incorporadas. A estas unidades se les incorporan los costes del período actual para terminarlas. Su coste final estará formado por el coste de las inversiones de este período y el coste de las inversiones heredadas del período anterior. Con este razonamiento, se mantienen los tres tipos de unidades típicas: Existencias Iniciales (EXI), Unidades Comenzadas y Terminadas (UCTS) y Existencias Finales (EXF). Existirán dos tipos de unidades terminadas (UCTS y EXI), cada una con su coste unitario. Según el método FIFO, las primeras unidades en entrar al almacén de productos terminados son las primeras en salir, y según esta hipótesis, son las que estaban en curso al inicio del período.

Hipótesis 2: Coste Promedio Ponderado

Esta hipótesis parte de la idea de que las existencias iniciales siguen el mismo tratamiento que las unidades comenzadas y terminadas en el período. Las unidades en curso al inicio del período se integran con las comenzadas en ese período, lo que implica que tengan el mismo coste que las comenzadas y terminadas en el período. Por lo tanto, solo hay dos tipos de unidades a valorar: las terminadas (UCT + EXI) y las que están en curso al final del período (EXF). Las inversiones heredadas de las unidades en curso al inicio se suman al resto de costes incorporados en el período, formando las inversiones totales del período. De esta forma, todas las unidades se tratan como si se hubiesen comenzado en el período actual, calculando su coste unitario con base en el promedio ponderado de los costes. Todas las unidades que entren al almacén de productos terminados lo harán con el mismo coste unitario (CP).

Unidades Perdidas

Cuando en algún departamento se pierden unidades, también se pierden los costes incorporados en ellas. El importe de esta pérdida se debe considerar para calcular el coste de producción del período. La pérdida provoca un incremento del coste de las unidades «buenas» (las que no se pierden), ya que estas absorberán la pérdida. Si la pérdida se produce en el primer departamento, se pierden los costes incorporados en él. Si la pérdida ocurre en el segundo departamento o sucesivos, se pierden los costes incorporados en ese departamento y en los anteriores. Las rectificaciones de costes unitarios se resumen en:

  1. Rectificación del coste unitario cuando la pérdida es en el primer departamento: Se debe rectificar el coste de las unidades «buenas», ya que con las mismas inversiones se han obtenido menos unidades. La rectificación dependerá de si se conoce o no el grado de acabado de las unidades perdidas en el momento de la pérdida.
    1. Se conoce el momento de la pérdida: Se puede conocer el coste unitario puro, que es el coste que se hubiera tenido si no se hubieran producido pérdidas. Sin embargo, al final del período, con las mismas inversiones se habrán obtenido menos unidades, por lo que se rectificará el coste unitario puro. Se calculará el coste rectificado, que considera las inversiones realizadas y las unidades «buenas». Este coste será mayor que el coste unitario puro. La diferencia entre ambos costes es el coste adicional por unidad perdida, que representa el incremento del coste unitario que sufren las unidades «buenas» por la pérdida de unidades.
    2. No se conoce el momento de la pérdida: Se actúa como si las unidades perdidas no hubiesen existido, como si se hubiesen perdido al inicio del período o con un grado de acabado nulo.

Conocer el grado de acabado en el momento de la pérdida solo facilita conocer el coste que tendría la producción si no se hubiese producido la pérdida, ya que el coste rectificado será el mismo. Suponer un grado de acabado o tratar las unidades como perdidas al final del período solo proporciona información ficticia.

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