13 Nov
Historia de una escalera / Antonio Buero Vallejo
Tendencias teatrales de la posguerra a la democracia:
· Teatro de posguerra:
Espectáculo de entretenimiento y ocio de la burguesía.
Fidelidad a las técnicas tradicionales.
Conservador, pone en escena los dilemas morales de la vida burguesa.
Transmite ideales franquistas.
Diálogos ingeniosos.
Finales felices con poca intriga.
Poca o ninguna evolución de los personajes.
(Los autores de la época intentaron salir adelante como pudieron. Valle-Inclán y Lorca murieron; Benavente escribe sin aparecer en los carteles).
· Teatro del realismo social:
Teatro de Buero Vallejo.
Denuncia mediante un lenguaje simbólico social impuesto por la dictadura franquista.
Ambientación sórdida y degradada.
Personajes marcados por frustraciones, incapaces de salir adelante.
Referencias al pacto de silencio de la sociedad española de posguerra.
· La vanguardia de los años 60:
Emplea la provocación, juega con el escándalo y provoca al espectador a cuestionar sus principios.
Situaciones absurdas.
Humor negro.
Comportamiento irracional.
La censura comenzó a relajarse.
(Francisco Nieva, Fernando Arrabal).
· Teatro del último cuarto de siglo XX:
La muerte de Franco dio paso a una etapa de apertura.
El apoyo económico del Estado supuso el florecimiento de las artes escénicas.
Surgieron compañías de teatro independientes.
Acceso a obras prohibidas por la censura.
Manifestaciones culturales y festivas.
Temas principales de ‘Historia de una escalera’:
– El drama de una generación condicionada por su destino (símbolo: la escalera).
– Esperanza en la nueva generación.
– Miedo a la verdad a través de la hipocresía y la ilusión.
Testimonio histórico-social de la España del siglo XX.
– Monotonía; los sucesos cotidianos parecen repetirse y el tiempo transcurre con lentitud.
Trayectoria biográfica y literaria de Antonio Buero Vallejo:
Antonio Buero Vallejo nació en 1916, en Guadalajara. Su infancia transcurrió en esa ciudad, excepto en 1927-1928, cuando se trasladó con su familia a Marruecos, donde su padre, militar, había sido destinado. Desde pequeño y toda su vida quiso ser pintor. Cursó bachillerato en Guadalajara, mientras comenzó a escribir. En 1934 ingresó en Bellas Artes, en Madrid. Madrid supuso para él una doble relación: el Museo del Prado le permitió aprender dibujo y pintura, y la rica oferta teatral y la intensa vida artística provocaron en él un interés creciente por las artes.
Al estallar la guerra civil, quiso defender a Madrid de los golpistas, pero su padre le pidió que esperase. En octubre de 1936, pese a su lealtad a la República, su padre fue ejecutado para evitar ayuda a los franquistas. Pese a ello, continuó apoyando a la República, salvando obras del Museo del Prado. Fue llamado al ejército; durante la guerra se adhirió al PC, fue detenido y condenado a muerte por adhesión a la rebelión. Esta pena acabó rebajada a 20 años, durante los cuales coincidió con Miguel Hernández y otros artistas. Salió de prisión y se instaló en Carabanchel, donde comenzó a redactar su primera obra de teatro, ‘Historia de una escalera’, con la que ganó el Premio Lope de Vega.
A lo largo de los siguientes 50 años estrenó casi 30 obras. Se casó con Victoria Rodríguez, actriz en varias de sus obras, con la que tuvo dos hijos. En 1971 fue elegido miembro de la RAE. Recibió el Premio Nacional de Teatro y el Cervantes. Falleció en el año 2000, a los 83 años.
La Generación del 36:
Desde el punto de vista biográfico, Buero Vallejo pertenece a la Generación del 36, que recoge a autores de entre 1910 y 1920. Estos rechazaban el arte deshumanizado de los movimientos de vanguardia y reivindicaban el arte cercano a los conflictos sociales e individuales. La guerra dividió a los escritores en dos bandos: el vencedor (exaltación de valores patrióticos) y el de los vencidos (literatura desarraigada y solitaria).
Lenguaje simbólico.
Ambientación sórdida y degradada.
Personajes frustrados y sin futuro.
Referencias al pacto de silencio.
Teatro histórico que analiza la realidad presente del espectador.
Generación dramática del realismo social:
Desde el punto de vista teatral, Buero pertenece a un grupo de escritores cercanos al teatro social que pretenden llevar a escena las tensiones sociales y la realidad de la España de posguerra, de denuncia. El teatro burgués estaba orientado al ocio y humor, y se resaltaban los valores del franquismo. Buero adoptará una postura intermedia, “arriesgada pero no temeraria”, que estuviese y provocase la reflexión del público.
Tendencias de la obra de Buero Vallejo:
· Dramas de raíz costumbrista y realista:
(Historia de una escalera). Reinterpreta desde un nuevo punto de vista los desafíos escenográficos, el tono sainete y la extracción social de los personajes. El tema es la desobediencia a la autoridad, la hipocresía y las ilusiones traicionadas. Un retrato de la sociedad española de la época.
· Las tragedias de época:
Usa personajes o episodios históricos como espejos de la realidad para abordar problemas de la actualidad. (Las meninas).
· Piezas de tono más claramente simbólico y poético:
Presentan problemas de la conciencia personal, como el de la responsabilidad y la culpa. (El tragaluz).
Entre visillos / Carmen Martín Gaite
Tendencias de la narrativa española en la segunda mitad del siglo XX:
· Inmediata posguerra:
El triunfo de Franco en 1939 tuvo como consecuencia la ruptura con la tradición cultural anterior de carácter liberal y progresista.
Discurso triunfalista de los vencedores. Ignacio Agustí.
Desde el exilio, se reflexiona sobre el significado de la guerra.
Pesimismo y tremendismo.
Camilo José Cela.
· Generación de los cincuenta:
Hacia la mitad de siglo, un grupo de jóvenes novelistas propusieron una narrativa más distante y crítica con su entorno social.
Realismo objetivista a partir de un narrador externo o impersonal, que elimina el análisis psicológico de los personajes.
Protagonismo de la situación sobre los personajes, que funcionan como modelos de una clase social.
Adopta una perspectiva cinematográfica.
La acción se desarrolla en un breve periodo de tiempo. Condensación espacio-temporal.
Carmen Martín Gaite, Rafael Sánchez Ferlosio (su marido).
· La renovación narrativa de los años 60:
Incorporación de un punto de vista múltiple.
Uso del monólogo interior y el flujo de conciencia.
Ruptura del tiempo cronológico.
Fusión de géneros literarios.
Eliminación de límites entre lo real y lo ficticio.
Incorporación de lo absurdo y fantástico.
Uso de la sátira y la ironía.
Miguel Delibes.
· La narrativa en la democracia:
A partir de 1975, la muerte de Franco supone una diversificación en la novela española.
Recuperación del papel de la trama en la intriga.
Crecimiento del mercado editorial.
Mezcla sin lógica de tendencias narrativas.
Ana María Matute.
Etapas y evolución de la obra de Carmen Martín Gaite:
· Narrativa desde sus inicios hasta 1970:
Realismo objetivo y renovación formal.
Narrador testigo.
El lector debe ser quien saque sus propias conclusiones a partir de las descripciones sobre el ambiente de pobreza.
Destaca: ‘Entre visillos’, ‘Ritmo lento’.
· Narrativa de los años 70 hasta los 90:
La búsqueda del interlocutor.
Búsqueda interior de la propia experiencia, recurriendo a la memoria personal o histórica.
Destaca: ‘Retahílas’.
· Narrativa a partir de 1990:
Del cuento maravilloso a la escritura del yo.
Su última etapa, pero la más productiva y reconocida por los lectores.
Destaca: ‘Caperucita en Manhattan’, ‘La Reina de las nieves’.
En conclusión, la trayectoria de Carmen Martín Gaite registra la evolución de la novela española en la segunda mitad del siglo XX. Del neorrealismo de la generación de los 50 a la búsqueda del interlocutor durante la dictadura y la fusión de la narrativa convencional, fantástica e infantil durante la democracia.
Claves de la narrativa de Carmen Martín Gaite:
· La técnica empleada por Carmen Martín Gaite es el modelo de la novela social:
Protagonismo del personaje social y colectivo.
Condensación del tiempo (3 meses).
Referencias contemporáneas (años 50).
· Uno de los elementos más llamativos de su narrativa es el lenguaje coloquial:
Reproducción magistral de la lengua oral.
Estilo directo.
Expresiones y locuciones que aportan realismo.
Variantes lingüísticas personales para cada personaje.
· La búsqueda del interlocutor:
El lector es el destinatario de las conversaciones.
El interlocutor debe completar los silencios.
Esta técnica narrativa aparece en su ensayo.
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