09 Jul

La Generación del 27 y Federico García Lorca

Escrita en 1936 por Federico García Lorca, miembro de la Generación del 27 de España, La casa de Bernarda Alba se enmarca en un periodo crucial de la literatura española. Nacidos a finales del siglo XIX y principios del XX, este grupo poético, también llamado «generación», se caracterizó por importantes conexiones entre sí. Sin embargo, cada miembro mantuvo una identidad creativa propia, sin que ninguno se erigiera como líder. Todos ellos se consagraron como poetas exitosos antes de 1936, año en que estalla la Guerra Civil Española, marcando un punto de inflexión en la cultura del país. Esta guerra aniquilaría la vida cultural española. Algunos, como García Lorca, fueron fusilados, otros encarcelados, como Miguel Hernández, y la mayoría se vio abocada al exilio. Tal fue la importancia de la Generación del 27 que, ya entrada la posguerra, figuras como Vicente Aleixandre contribuyeron a resucitar la poética española. Un rasgo excepcional de esta generación fue su respeto y admiración por las corrientes y estilos anteriores. La Guerra Civil acentuó esta visión humanizada de la poesía, llevando a muchos autores a abordar temas comprometidos. Un ejemplo claro es Rafael Alberti, quien pasó de la poesía pura de Marinero en tierra (1924) al compromiso social de El poeta en la calle (1936).

Federico García Lorca: Vida y Obra

Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, Granada, en el seno de una familia acomodada. Hijo de Federico García Rodríguez, propietario agrícola, y Vicenta Lorca, maestra, fue bautizado como Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca. En 1909, su familia se trasladó a Granada, donde ingresó en el Colegio del Sagrado Corazón. Sus primeros poemas aparecen en Libro de poemas, de 1921.

Introducción a ‘La casa de Bernarda Alba’

La casa de Bernarda Alba es una obra teatral en tres actos. La historia gira en torno a Bernarda Alba, quien, tras enviudar por segunda vez a los 60 años, decide vivir los próximos ocho años en el más riguroso luto. Esto implica que sus cinco hijas –Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela– no podrán salir de casa, recluidas como en una cárcel. Su posición económica acomodada les permite vivir de las rentas y tener criadas. Destaca el fanatismo religioso de Bernarda. El apellido de las mujeres, «Alba», simboliza la castidad. La obra presenta un enfrentamiento irreconciliable: Adela, representante del vitalismo y la pasión, busca su libertad más allá del encierro, mientras que Bernarda encarna las restricciones sociales y morales que oprimen al ser humano.

Tema principal

El tema principal de la obra, recurrente en la obra de Lorca, es el enfrentamiento entre la libertad individual y la autoridad, representada en las normas y restricciones sociales y morales. Las hijas, ansiosas de vida y libertad, son reprimidas por la autoridad de Bernarda.

Temas secundarios

  • El erotismo y el deseo sexual
  • La hipocresía, el «qué dirán»
  • La marginalidad de la mujer
  • La envidia y el odio

Personajes

Bernarda Alba (60 años)

Representa las convenciones morales y sociales más conservadoras. Le preocupa la apariencia y el «qué dirán». Impone a sus hijas ocho años de luto por una cuestión de dignidad social, llevada al extremo. Es orgullosa y dominante («Aquí se hace lo que yo mando»). Su dura personalidad oculta cualquier sentimiento («Yo no me meto en los corazones»). Bernarda simboliza la autoridad ciega y opresora.

Las hijas

Todas las hijas desean el mundo exterior y están obsesionadas por lo erótico. Representan actitudes que van desde la sumisión hasta la rebeldía.

  • Angustias (39 años): Hija del primer matrimonio de Bernarda, es la heredera principal. Fea, delgada y enfermiza, se casará con Pepe el Romano por interés económico.
  • Magdalena (30 años): Muestra sumisión, pero también protesta con amargura. Hubiera preferido ser hombre y ha abandonado la idea de casarse.
  • Amelia (27 años): Resignada y tímida, es un personaje poco desarrollado.
  • Martirio (24 años): Personaje complejo. Su madre impidió su matrimonio con un hombre que no pertenecía a su clase social. Actúa irracionalmente, especialmente con Adela.
  • Adela (20 años): La más joven, hermosa y apasionada. Desea la libertad y se enfrenta a su madre. Se convierte en amante de Pepe el Romano, rompiendo las convenciones sociales de la época.

Otros personajes

  • María Josefa (80 años): Madre de Bernarda, loca y encerrada en su habitación. Representa la frustración de las mujeres, el deseo de matrimonio y maternidad, y la búsqueda de la libertad.
  • La Poncia (60 años): Vieja criada que interviene en conversaciones y conflictos, advierte y aconseja a Bernarda. Descubre la relación entre Adela y Pepe.
  • La Criada (50 años): Sumisa e hipócrita con Bernarda, a quien odia.
  • Pepe el Romano: Aunque no aparece en escena, es el foco de las tensiones. Encarnación del deseo masculino, busca el dinero de Angustias, pero se enamora de Adela.

Espacio

La acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrado que transmite una atmósfera asfixiante. Se compara con un «convento», un «presidio» o un «infierno». El mundo exterior, nunca presente físicamente, representa la libertad y la vida.

Estructura y Estilo

La obra se divide en tres actos que transcurren en un solo día: mañana, tarde y noche. El primer acto presenta la situación, la localización espacio-temporal y los personajes. Se anuncia la muerte del marido y la boda de Angustias, surgiendo temas como la envidia y el misterio de los encuentros nocturnos. El clímax llega con la revelación de la relación entre Adela y Pepe, que culmina en el suicidio de Adela al creer que su madre ha matado a Pepe. El estilo se caracteriza por un tono serio y sobrio, diálogos fluidos, lenguaje directo y realista.

Simbolismo

.  El primer símbolo sean la hijas y Bernarda; las primeras representan la  libertad y Bernarda la autoridad que no las deja ser libres. El ser humano enfrentado a las normas sociales. El Agua. En Lorca el agua tiene un doble significado. Si fluye libre (como el agua de un río) tiene significado de vida; en cambio el agua detenida, el agua de los pozos o estanques significa muerte. (Acto III)Prudencia: Yo dejo que el agua corra. No me queda más consuelo que refugiarme en la iglesia, pero como me estoy quedando sin vista tendré que dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos…El calor. Está en relación con la situación de angustia personal que viven las hijas y que viene provocada por la opresión del encierro. Con el calor se acentúa la sensación de asfixia dentro de la casa. La Locura: La Madre-Loca de Bernarda: Símbolo de la libertad que se enfrenta a la autoridad, también de los deseos de maternidad y matrimonio El Caballo. Símbolo de la pasión, la vitalidad. Aparece casi al final de la obra como anuncio de que la fuerza incontenible de la pasión golpea los muros  que acabará por derribar de la casa.

La obra, como decimos, muestra un enfrentamiento de fuerzas  enfrentadas: por un lado, Adela representante del vitalismo y la pasión que nunca renunciará a buscar su libertad como persona mas allá del presidio de su casa; por el otro, Bernarda, representante de todas las restricciones sociales y morales que oprimen al ser humano. Los personajes principales más que personas representan conceptos: Bernarda, autoridad ciega; Adela, sexualidad,  libertad y pasión. Las mujeres de la casa viven encerradas en un mundo del que no hay salida posible. La única forma de escapar es por medio de la locura como hace María Josefa o la muerte como Adela. Impresiona la manera de presentar el ambiente de opresión dentro de la casa. El lector se siente identificado con la pobre situación de las chicas. Además los rápidos diálogos hacen que  se desarrolle muy fluida, además de que estos diálogos están llenos de insinuaciones simbólicas y poéticas. La metáfora del deseo de libertad del ser humano que preside la obra es válido para cualquier sociedad y cualquier época. Quizá principalmente por ello, la obra sigue de actualidad, y es seguro que no pasa una temporada en la que algún grupo profesional o amateur vuelve a representarla.

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