10 Nov
Análisis Formal de la Catedral de Santiago
La Catedral de Santiago de Compostela, un templo de peregrinación, presenta una clara influencia de las iglesias francesas del mismo tipo. Su planta de cruz latina se divide en tres naves, con la central más ancha que las laterales. La cabecera, cubierta con bóvedas de arista, está recorrida por una girola a la que se adosan cinco capillas radiales. La nave central se cubre con una bóveda de cañón, mientras que las laterales presentan bóvedas de arista. Un gran transepto, de las mismas proporciones que el cuerpo del templo y también dividido en tres naves, facilita el flujo constante de peregrinos. En los brazos del crucero se abren capillas semicirculares para la celebración de misas simultáneas, y al final de estos brazos se encuentran las portadas de Platerías y Azabachería. Sobre el crucero se alza un cimborrio poligonal. Los arcos, muy peraltados, contribuyen a la gran altura del templo. Una tribuna, que se extiende incluso por la girola, amplía la capacidad del recinto. El Pórtico de la Gloria, de gran importancia por su conjunto escultórico, es una portada interior protegida por un pórtico barroco (Fachada del Obradoiro).
Análisis Estilístico
El Románico, primer arte internacional europeo, se desarrolló simultáneamente en diversas zonas de la Europa Occidental entre finales del siglo X y la primera mitad del siglo XII, representando la unidad cultural de Europa bajo el cristianismo. El término «Románico», acuñado en el siglo XIX, se debe a la creencia de que este estilo era una degeneración del arte romano. En realidad, el Románico es la culminación del Prerrománico, con influencias bizantinas e islámicas. Manifiesta el poder de la Iglesia, que contaba con los recursos para construir grandes edificios. En este arte integrado, la arquitectura es la base, a la que se suman la escultura y la pintura. Las iglesias de peregrinación, como la de Santiago, están diseñadas para que los peregrinos puedan circular libremente por su interior, venerar las reliquias y asistir al culto. Sus antecedentes estilísticos se encuentran en los monasterios, abadías y basílicas románicas construidas por los monjes de Cluny, quienes difundieron este estilo a través del Camino de Santiago. Se observan similitudes entre las iglesias de peregrinación francesas y la de Santiago, tanto en las plantas como en las portadas. La Catedral de Santiago es un ejemplo destacado del románico europeo, sirviendo como referencia para posteriores catedrales románicas.
Contexto Histórico
España, después de Francia, es el país con mayor número de edificios románicos. La arquitectura románica española recibe influencias de otras partes de Europa, especialmente de Francia (en el Reino de Navarra y el Castellano) y del norte de Italia (en el Reino Catalano-Aragonés), además de contar con originalidad gracias a las influencias musulmanas. Su desarrollo es tardío, con la mayoría de los monumentos fechados en la segunda mitad del siglo XI y a lo largo del siglo XII. El afianzamiento del Camino de Santiago, ruta de peregrinación y de intercambio cultural, fue clave para la incorporación de España a la comunidad románica europea. En el año 814, el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, descubrió la tumba del Apóstol Santiago, lo que llevó a la construcción de una pequeña iglesia, que posteriormente sería ampliada y modificada. En 1075, bajo el obispado de Diego Peláez, se inició la construcción de una nueva basílica, comenzando por la cabecera. En esta etapa, posiblemente participaron dos artistas de origen francés, Bernardo el Viejo y Roberto. Las obras se paralizaron y se reanudaron a finales de siglo con el obispo Diego Gelmírez y el Maestro Esteban, quien finalizó la girola, las capillas y el crucero. La tercera etapa, a partir de 1168, estuvo a cargo del Maestro Mateo, creador del Pórtico de la Gloria y de la cripta. Siglos después, el aspecto exterior de la catedral se modificó con la cubierta barroca, que transformó su imagen románica original, visible principalmente en la Puerta de las Platerías.
Deja un comentario