30 Oct

Descripción de la Obra

Se trata de una obra de arte escultórica, individual y exenta, de bulto redondo. Está esculpida en mármol de Carrara. La obra es estrecha y de considerable altura, con dimensiones de 4,34 metros y un peso de 5,5 toneladas. Concebida para ser observada desde múltiples puntos, la escultura domina el frontal. Se observa movimiento en la actitud del personaje, que parece a la espera de algún acontecimiento. La composición es cerrada, tendente al movimiento centrípeto (hacia el centro) con líneas de fuerza que vuelven hacia el bloque de mármol, como se muestra en ambos brazos mantenidos cerca del cuerpo.

Esta estatua colosal representa a David como un joven desnudo, musculoso y atlético. Su mirada es penetrante y fija en su enemigo (Goliat), al que se enfrenta con armas sencillas: una honda que cruza su espalda y una piedra que coge con ambas manos. Se observa cierta sobredimensión en las proporciones de la cabeza y las manos robustas, que las hacen más poderosas. El cuerpo desnudo se muestra en tensión, emanando una fuerza contenida.

Destaca su estudio anatómico, que lleva a la búsqueda de la belleza del desnudo clásico. Se aprecian detalles exquisitos en el cabello, la musculatura, las venas y los tendones. El artista partió del estrecho bloque de mármol, casi con un tratamiento de relieve, huyendo de la visión frontal al mostrarnos al personaje con un giro de cabeza que invita a rodear la figura. Por último, se intuye un claro contrapposto clásico que rompe la rigidez de la pieza, al apoyarse más en su pierna derecha y mantener la otra pierna en flexión.

Autor, Localización y Contexto

El autor de esta obra es Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), destacado arquitecto, escultor y pintor. Era muy perfeccionista y nunca se contentaba con su trabajo. Esta obra se encuentra actualmente en la Galería de la Academia, Florencia, aunque debería estar en la Plaza de la Signoría. Se realizó en el siglo XVI, en el Cincuecento, durante la República de Florencia. En esta época, Roma toma el relevo de Florencia como principal foco artístico, y el Renacimiento se extiende por toda Europa Occidental.

Función y Significado

La función de la obra es decorativa, además de ser un símbolo político de la ciudad de Florencia. Su significado es el triunfo del Neoplatonismo, la fusión de lo cristiano y lo pagano. La obra muestra el triunfo de la condición humana renacentista como expresión del valor del hombre en la nueva sociedad, de la belleza, de su anatomía y de los sentimientos nobles.

Antecedentes y Consecuencias

Los antecedentes se remontan a la estatuaria griega y romana, así como a esculturas renacentistas como el David de Donatello. Las consecuencias se reflejan en obras posteriores del Manierismo, Barroco, Neoclasicismo e incluso anticipó el expresionismo contemporáneo del siglo XX, como se ve en la Piedad Rondanini de 1564.

Características Generales y Contexto Histórico

La obra pertenece al arte del Renacimiento, concretamente al Cincuecento (1501-1504). Los escultores buscaban el clasicismo y la monumentalidad. El antropocentrismo intentaba buscar la belleza del cuerpo humano a través del desnudo.

El Renacimiento surge en Italia entre los siglos XV y XVI, gracias a un crecimiento económico basado en la industria y el comercio. Italia no era un Estado unificado, sino un conjunto de estados independientes, similares a los del mundo antiguo, donde la vida urbana era muy importante. La península italiana siempre estuvo marcada por la influencia de Roma y sus tradiciones artísticas. Intelectuales italianos (Petrarca, Dante, Boccaccio) tuvieron un papel primordial en la aparición del Renacimiento. Estos pensadores volvieron la mirada hacia el mundo clásico (Grecia y Roma).

El Renacimiento consideraba al ser humano y la búsqueda racional de la verdad como aspectos básicos. El hombre se coloca como centro de la creación, sustituyendo a Dios. Copérnico descubre que la Tierra gira alrededor del Sol. Se descubren nuevos territorios. Hay un nuevo método de estudio y análisis de la realidad, basado en la observación, formulación de leyes y comprobación. La anatomía experimenta un gran desarrollo. Todos los conocimientos se difunden rápidamente gracias a la invención de la imprenta. Las obras de arte dejan de ser propiedad exclusiva de la Iglesia y aparecen los mecenas, que promueven y patrocinan a los artistas.

En la arquitectura, se recuperan elementos constructivos del mundo clásico (arcos de medio punto, columnas, pilastras, bóvedas). Se aplica la geometría y la matemática para conseguir la perfección del ideal clásico (villas, palacios). En la escultura, esta se independiza de la arquitectura y cobra vida propia. Se busca la belleza y el equilibrio, con el desnudo como tema principal, exaltando al ser humano. Los materiales principales son el mármol y el bronce. El relieve está muy trabajado y se introduce la perspectiva. En la pintura renacentista, destaca el desarrollo de la técnica del fresco y el óleo, con el lienzo como soporte básico. La temática es religiosa o profana, además de mitológica e histórica. El retrato cobra importancia. El logro principal de la pintura es el uso de la perspectiva, que representa la tercera dimensión o profundidad mediante la perspectiva lineal. Las figuras se enmarcan en fondos de naturaleza.

Marco Histórico

El Renacimiento es el fenómeno cultural que da inicio a la Edad Moderna. Retoma los principios de la cultura de la antigüedad clásica a través del Humanismo, sin renunciar a la tradición cristiana, pero sustituyendo la visión religiosa del mundo medieval por una afirmación de los valores del mundo y del hombre. El humanismo es el movimiento intelectual del Renacimiento que revaloriza la dignidad del espíritu humano. El humanista es el escritor o pensador que no se limita al estudio de la teología, sino que da gran importancia al estudio de las ciencias humanas. Se trata de una cultura antropocéntrica. La belleza no es un reflejo de la divinidad, como en el arte medieval, sino la expresión de un orden intelectual y profano basado en la medida, el número y la proporción. La naturaleza se estudia en sí misma y encuentra en la perspectiva el modo adecuado de su representación. Se estudia el cuerpo humano desnudo, buscando la perfección como reflejo del antropocentrismo. El Renacimiento se origina en Italia en el siglo XV y se proyecta hacia otros puntos de Europa, con matices locales y diferencias. El Renacimiento se divide en dos grandes períodos: el Quattrocento y el Cincuecento. En el siglo XV, el núcleo de poder es la Florencia de los Médicis, mientras que en el siglo XVI se encuentra en la Roma Papal. El Quattrocento (siglo XV) es una etapa de experimentación artística. El Cincuecento (siglo XVI) es el segundo período renacentista, que coincide con el período más clásico. A partir de 1530, surge el Manierismo. En el resto de Europa, el Renacimiento se centra en el siglo XVI.

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