05 Ene

Comentario de la gráfica del T4

Comentario de la gráfica del T4:

Se trata de un diagrama de barras de naturaleza política que presenta el número de diputados que obtuvieron los conservadores y liberales en las elecciones del congreso entre 1886-1901, coincidiendo con la regencia de Mª Cristina, realizado por sufragio universal a partir de 1890. Es una fuente secundaria.

En la gráfica se observa un ritmo de alternancia de poder en las barras, en el que cada partido obtiene una mayoría absoluta y los resultados son idénticos al margen del partido que gane y entre ambos representan casi la totalidad de la cámara.

La gráfica está situada en el contexto de la Restauración. En diciembre de 1874 el general Martínez Campos se pronuncia en Sagunto y proclama rey de España a Alfonso XII, hijo de Isabel II.

La Restauración es un periodo caracterizado por su larga duración y por su estabilidad, pero además tiene un doble significado: por un lado significa la vuelta de los Borbones en la persona de Alfonso XII y por otro, la vuelta de los moderados desplazados en 1868.

El rasgo más característico de este régimen es el entendimiento entre las dos corrientes de la burguesía liberal monárquica.

Este periodo se divide en dos etapas separadas por la crisis de 1898: la etapa de plenitud (1875-1902), que corresponde al reinado de Alfonso XII y la regencia de Mª Cristina y la etapa de decadencia (1902-1923), correspondiente al reinado de Alfonso XIII.

Cánovas es el artífice del nuevo régimen con el que pretende superar los problemas endémicos del liberalismo español: el carácter partidista y excluyente de los moderados durante el reinado isabelino, el intervencionismo de los militares en la política y la proliferación de enfrentamientos civiles.

Frente a ello, propone un espíritu de pacto, el del entendimiento entre las dos familias del liberalismo monárquico mediante un sistema bipartidista y la alternancia en el poder.

En esta se puede apreciar los rasgos característicos del sistema canovista: bipartidismo, turnismo y falseamiento electoral.

El bipartidismo se observa en la gráfica en el hecho de que entre dos partidos ocupaban casi la totalidad de la cámara. Dos partidos aglutinaban las distintas corrientes del liberalismo monárquico: el Partido Conservador y el Liberal. Ambos coincidían ideológicamente en la defensa de la monarquía, la Constitución, la propiedad privada, y la consolidación del Estado Liberal, unitario y centralista. Eran partidos de notables.

El Partido conservador estaba liderado por Cánovas integró a antiguos moderados y unionistas y su apoyo fundamental fue la burguesía agraria. Este partido fue más proclive al inmovilismo político, al orden y a favorecer los privilegios de la Iglesia.

Sin embargo el Partido Liberal liderado por Sagasta, surgió de un acuerdo entre progresistas, unionistas y algunos republicanos moderados. Fue apoyado principalmente por las clases medias de profesiones liberales, comerciantes e industriales. El partido se orientó al reformismo y al laicismo.

El turnismo queda descrito en el claro ritmo de alternancia entre estas dos grandes opciones dinásticas tenía como objetivo asegurar la estabilidad institucional que pondría fin a la intervención del ejército en política.

A lo largo del periodo que transcurrió entre 1876 y 1898 el turno funcionó con regularidad: de todas las elecciones realizadas, seis ganaros los conservadores y cuatro los liberales aunque la alternancia pasó momentos difíciles.

Con el turno, cada gobierno pudo legislar según sus ideas, pero manteniendo cierto respeto hacia la obra del adversario.

El Partido Conservador se mantuvo en el gobierno desde 1875 hasta 1881 cuando Sagasta formó un primer gobierno liberal. Estableció el sufragio censitario, restringió las libertades y persiguió al movimiento obrero. En 1884 Cánovas volvió al poder e impuso un pacto entre conservadores y liberales conocido como el Pacto del Pardo tras la muerte de Alfonso XII sin sucesión. Este pacto consistía en dar apoyo a la regencia de Mª Cristina y garantizar la continuidad de la monarquía.

Durante el gobierno largo de Sagasta, los liberales impulsaron una importante obre reformista para incorporar al sistema algunos de los derechos asociados a los ideales de la revolución del 68. Introdujeron leyes como la de Reunión (1881) la de Asociación (1887), abolición de la esclavitud y sufragio universal masculino en las elecciones generales de 1890.

El falseamiento electoral se aprecia por los idénticos resultados ganase un partido u otro. El sistema de turno pacífico pudo mantenerse durante más de veinte años gracias a la corrupción electoral y a la utilización de la influencia y poder económico de determinados individuos sobre la sociedad.

El sistema electoral invertía los términos propios del sistema parlamentario, cuando el poder estaba desgastado dimitía, y el rey encargaba la formación de gobierno al líder de la oposición, que convocaba elecciones para ganarlas por mayoría absoluta. El control de este sistema electoral se llevaba a cabo a través del eje Ministerio del Gobierno, Gobernadores Civiles, alcaldes y caciques.

El conjunto de trampas electorales que ayudaba a conseguir la sistemática adulteración de los resultados electorales se conoce como pucherazo. Consistía en falsificar el censo, manipular las actas electorales, la compra de votos y amanerar al electorado con coacciones de todo tipo. A esto hay que añadir la elevada abstención fomentada desde el poder.

Los caciques eran personas notables que controlaban los ayuntamientos, hacían informas y certificados personales y orientaban el voto agradeciendo con sus “favores” la fidelidad electoral y discriminando a los que no respetaban sus intereses.

El sistema de la Restauración marginó a sectores amplios de la sociedad y los republicanos, carlistas, socialistas y nacionalistas quedaron renegados a la oposición. Nunca se consiguió una minoría parlamentaria influyente.

Comentario de la grafica: T5

Comentario de la grafica: T5

Se trata de una gráfica lineal de naturaleza social con contenidos políticos y económicos que representa el número de huelguistas entre 1913 y 1924. Abarca la decadencia de la restauración desde un año antes de la 1ªGM hasta el primer año de la dictadura de Primo de Ribera.

En el eje vertical se observan el número de huelguistas y el en horizontal el año. Se pueden diferenciar claramente tres etapas:

  • La primera va de 1913 a 1915 donde el número de huelguistas bajan de 80mil a 40mil pero se caracteriza por ser una etapa estable.
  • La segunda va de 1915 a 1920 donde el número de huelguistas se sextuplica de 40mil a 250mil sobre todo hay un impulso espectacular desde 1918.
  • La tercera va de 1920 a 1924 donde el número de huelguistas desciende de 250mil a 35mil. Se aprecian dos descensos bruscos el primero más que el segundo en los años 1920 y 1923.

La Restauración se encontraba en decadencia y tuvo que afrontar la 1ª GM y la conmoción revolucionaria de 1917 que produjo la descomposición final del régimen que terminó en la dictadura de Primo de Ribera.

Existía un movimiento obrero muy arraigado y maduro. El socialismo marxista hizo surgir el PSOE que arraigó pronto en Madrid, P.Vasco y Asturias. Además, el anarquismo tenía mucha fuerza con un éxito notable en Cataluña, Andalucía, Aragón y Levante. En 1888 se fundó la Unión General de Trabajadores que no se declaró marxista y posteriormente, a principios del siglo XX, la CNT.

La etapa alcista que se observa en la gráfica se puede interpretar por dos razones. Por el impacto que produjo la guerra que desde 1912 los partidos dinásticos se fragmentan en grupos con líderes enfrentados. Maura y Dato en el partido Conservador y Romanotes y Alba en el liberal. Este régimen en decadencia tuvo que afrontar la 1ª GM y la conmoción revolucionaria de 1917.

Dato proclamo de inmediato la neutralidad española manteniendo al país fuera del conflicto y evitando el grave desastre. Esta situación supuso una extraordinaria oportunidad para la economía del país, permitió exportar productos industriales y agrarios a los países beligerantes que estaban dispuestos a pagar altos precios. Sin embargo, debido a esto, se produjo un alza desorbitada en los precios interiores que no se acompañaron de una subida salarial empeorando las condiciones de vida de la clase trabajadora.

El conflicto social fue creciendo de manera imparable y las organizaciones obreras encabezaron una protesta que terminó en un movimiento huelguístico.

O por el impacto de la revolución rusa de 1918 que hubo un conflicto social: Tras la Gran Guerra la agitación social cobra auge en toda Europa: éxito de la Revolución Soviética de 1917. Esto dio esperanzas a los revolucionarios.

Además, el final del conflicto europeo propició un cambio brusco de las condiciones económicas: la producción descendió, aumentó el paro y subieron los precios, lo cual provocó de nuevo la movilización obrera y un espectacular crecimiento del sindicalismo.

En España, se incrementó la afiliación sindical y el número de huelgas.

En 1921 surge el PCE en torno a los principios marxistas revolucionarios

Además, en Andalucía tiene lugar el Trienio Bolchevique, con ocupaciones y repartos de tierras, seguidas de la intervención del ejército o de la Guardia Civil. El descenso que se observa entre 1920 y 1923 se debe a las medidas represivas por parte del gobierno, el pistolerismo ensangrentó Barcelona y el Gobernador Civil reprimió duramente el movimiento sindical con la Ley de Fugas.

Mientras que el descenso entre 1923 y 1924 se produjo por la represión de la dictadura, el 13 de septiembre de 1923, Primo de Rivera se pronuncia en Barcelona, declarando el Estado de Guerra y suspendiendo la Constitución. El rey sanciona el golpe y nombra a Primo de Rivera presidente de un Directorio Militar.

Las causas argumentadas por los partidarios del se basaban en la inestabilidad y el bloqueo del sistema político parlamentario, así como su desprestigio derivado del continuo fraude electoral, el miedo de las clases acomodadas a una revolución social ante el auge de la conflictividad obrera y campesina, el aumento de la influencia del republicanismo y de los nacionalismos periféricos y el descontento del ejército tras el desastre de Annual.

El dictador justificó el golpe militar a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas. Anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques.

Los historiadores han aportado otras razones como el deseo de evitar que se pidieran responsabilidades sobre Annual, el deseo de evitar que el régimen se democratizara. Entre estas fechas gobernó un Directorio integrado por militares. Se presentó como un régimen interino para solucionar los problemas del país.

Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron ese carácter dictatorial: gobierno mediante decretos, disolución de las Cortes, suspensión de la Constitución, prohibición de los partidos políticos y sindicatos.

Además, el orden público se militarizó, con gobernantes civiles que fueron sustituidos por militares. Las duras medidas pusieron fin a los atentados y a las huelgas. En Marruecos, la política inicial fue abandonista y defensiva. Pero el ataque de Abd-el-Krim a las posiciones francesas dio lugar a una alianza hispanofrancesa: tras el desembarco en Alhucemas, Abd-el-Krim fue derrotado y el protectorado de Marruecos quedó pacificado.


Comentario de la gráfica de las Cortes Constituyentes

Comentario de la gráfica de las Cortes Constituyentes.

Es una gráfica de diagrama de sectores semicircular de naturaleza política. Representa el número de diputados obtenidos por las siete fuerzas políticas en las Cortes Constituyentes. Se trata de una fuente secundaria.

Existe un total de 351 diputados de los cuales la mayoría (159) son progresistas seguidos por unionistas y republicanos federales que son una minoría importante (70). A estos les siguen demócratas, carlistas e isabelinos con un resultado modesto (14-20) y los republicanos unitarios tienen una mínima representación (2). Ninguna fuerza obtuvo la mayoría absoluta. Estas fuerzas, se pueden agrupar en cuatro según a sus ideologías: monárquicos antiborbónicos que obtuvieron una clara victoria (250), republicanos una minoría importante y por último, carlistas e isabelinos (14-18).

El texto se sitúa en el contexto histórico de los inicios del sexenio revolucionario. El sexenio comenzó con una revolución provocada por: Desde 1866 inicia la crisis del final del reinado de Isabel II. Hay un descontento político contra el régimen moderado, autoritario y excluyente. Están en desacuerdo con la reina, por si favoritismo hacia los moderados, nos es una reina neutral. Todo esto por su actuación política ya que favorecía a los moderados.

La crisis económica de 1866 acentúa el malestar social. Generó hambre y paro. El partido progresista opta por el retraimiento parlamentario. En 1866, progresistas, demócratas y un sector de unionistas firman el pacto de Ostente, antiisabelino y democrático: derrocamiento de Isabel II y se convocan Cortes Constituyentes por sufragio universal. Se comprometieron a echar a Isabel II y en su lugar pondrán lo que quieran los representantes de la nación.

Las últimas actuaciones represivas desprestigian al régimen: represión de la revuelta estudiantil de Madrid (Noche de San Daniel) y del pronunciamiento de los sargentos del cuartel de San Gil donde hubo 66 fusilados.

Se produce una crisis económica triple: financiera, a partir de la crisis de los ferrocarriles, industrial, por el impacto de la guerra de Secesión y de susbsistencias por las malas cosechas.

La revolución se inicia en septiembre de 1868 y es conocida como “La Gloriosa”.

En septiembre de 1868, la escuadra concentrada en la bahía de Cádiz, Topete, protagonizó un alzamiento militar contra el gobierno de Isabel II. Estalla la sublevación en las ciudades españolas que da lugar a la Milicia Nacional y a las Juntas.

La derrota de las tropas leales a la reina en Puente de Alcolea obligó a Isabel II a marchar al exilio a Francia desde San Sebastián, donde veraneaba.

Se creó una situación de doble poder:

En muchas ciudades españolas se constituyeron Juntas Revolucionarias, que organizaron el levantamiento y lanzaron llamamientos al pueblo. Las consignas, demandas de libertad-soberanía-separación de la Iglesia y el Estado-supresión de las quintas-sufragio universal-abolición de impuestos de consumos-elecciones a Cortes constituyentes-reparto de la propiedad-proclamación de la república.

Un gobierno provisional liderado por Prim y Serrano integrado por los monárquicos del Pacto de Ostende (Monárquicos antiborbónicos).

Se impone el gobierno provisional. Promulga los decretos democratizadores para atender las exigencias populares: amplias libertades, derecho de asociación, democratización de los ayuntamientos. Disuelve las Juntas revolucionarias, a veces con resistencia.

Primero se situaban los monárquicos que agrupaban a 250 diputados. Defendían una forma de gobierno monárquica pero subordinada a la soberanía nacional y a un amplio respeto por las libertades públicas. Contaban con el apoyo de la burguesía financiera e industrial, de las clases urbanas y de militares e intelectuales. En 1877, firmaron el pacto de Ostende y formaron parte del gobierno provisional. Tras la victoria, realizaron la Constitución de 1869 y la monarquía de Amadeo de Saboya fracasó debido a la oposición, a las insurrecciones y a la desunión entre los monárquicos antiborbónicos.

A continuación, se encontraban los republicanos surgido a mitades del 68 y contaba con 69 diputados. Fue implantado en la pequeña burguesía, defiende las ideas del jacobinismo europeo: república, democracia y laicismo. Los republicanos federales propugnaban un sistema de pactos libremente establecidos entre los distintos pueblos para articular el Estado. Defendían la forma republicana de gobierno, la separación de la iglesia del Estado y el laicismo de este. Dentro existían dos tendencias: benévolos e intransigentes. Los primeros estaban liderados por Pi y Margall y eran partidarios del respeto a la legalidad además de no defender las insurrecciones armadas. Los intransigentes propugnaban la insurrección popular para proclamar la república federal y también que los distintos territorios pudieran declararse independientes. Por último, los unitarios dirigidos por Castelar, defendían un Estado republicano al mismo tiempo que posiciones más conservadoras.

Por último, estaban los carlistas e isabelinos. Los carlistas se presentaban a las elecciones con un programa que defendía le preeminencia del catolicismo y de la monarquía tradicional y optaron por un levantamiento, la Guerra Carlista. Los isabelinos fieles a la dinastía borbónica, contaron con el apoyo de la burguesía agraria. Estaban liderados por Canobas que preparo, sin prisas, la vuelta de Alfonso XII.

Comentario de texto: T4

Comentario de texto: T4

Se trata de un ensayo ideológico con contenidos sociales, políticos y económicos. Es un fragmento del libro “La tierra y la cuestión social”. El autor es Joaquín Costa que es el principal representante del regeneracionismo. Es un texto público dirigido a los intelectuales de la época con la intención de provocar una reflexión crítica sobre los defectos de España.

Se sitúa en la época del estado liberal español, concretamente en la etapa de la restauración (1875-1930) a partir de la crisis de 1898.

Anteriormente hubo una crisis en 1898 que tuvo unas consecuencias que produjo la llegada del regeneracionismo. Esta crisis se sitúa en La Restauración, es un periodo caracterizado por su larga duración y por su estabilidad, pero además tiene un doble significado: por un lado significa la vuelta de los Borbones en la persona de Alfonso XII y por otro, la vuelta de los moderados desplazados en 1868.

La estabilidad produjo un auge económico, por otro lado, en 1890 Sagasta introdujo el sufragio universal con lo que parecía que España se había incorporado a los países modernos de Europa pero la crisis de 1898 dejo ver que no. Los orígenes de la crisis de 1898 se sitúan en la guerra de Cuba. Tras la Paz de Zanjón en 1878, se reinicia la guerra debido a que los gobiernos españoles incumplieron las promesas de autonomía, las tensiones existentes entre la metrópoli y la isla debido a los elevados aranceles proteccionistas que dificultaban el comercio. La independencia estaba apoyada por EE.UU.

La ocasión de EE.UU. para intervenir en la guerra la dio el incidente del acorazado estadounidense Maine, que estalló en el puerto de La Habana en 1898. Empezaba así la guerra hispano-norteamericana., la guerra fue muy rápida.

En diciembre de 1898 se firmo la Paz de Paris por la cual España se comprometía a abandonar Cuba, Puerto Rico y Filipinas que pasaron a ser un protectorado norteamericano.

A pesar de la envergadura de la crisis 1898 sus repercusiones inmediatas fueron menores de lo esperado sobreviviendo el sistema de la Restauración, asegurando la continuidad del turno dinástico.

De este modo la crisis del 98 fue una crisis moral e ideológica. También puso en manifiesto los problemas de España, el atraso económico y cultural, así como la existencia de un falso régimen democrático basado en la manipulación electoral. Entonces se impuso una corriente conocida como regeneracionismo que propugna la necesidad de una modernización económica y política, cuyo mayor exponente fue Joaquín Costa que criticó el atraso agrario y cultural, la manipulación electoral y e caciquismo proponiendo la reforma agraria y la alfabetización de la población “despensa y escuela”.

Asimismo, un grupo de literatos y pensadores conocidos como la Generación del 98 intentaron analizar el “problema de España” de forma crítica y pesimista.

La crisis estimuló el crecimiento de los nacionalismos en Cataluña y en el País Vasco. La derrota militar tuvo consecuencias en el ejército, surgiendo un antimilitarismo en el que se situaban hacia corrientes más autoritarias e intransigentes atribuyendo la derrota a la corrupción política.

El reinado de Alfonso XIII abarca la segunda etapa del régimen de La Restauración y la dictadura de Primo de Rivera. Su llegada al trono coincide con el periodo de decadencia y de dificultades del régimen.

La crisis del 98 puso en manifiesto los problemas de España y el nuevo monarca no se ciñe al papel de monarca constitucional y se entromete en los asuntos políticos con afán de protagonismo.

En 1903 tras la muerte de Cánovas y Sagasta, alcanzaron el poder Maura y Canalejas que fueron muy cuestionados y desapareció el espíritu de pacto.

Aparentemente loas conquistas de la Restauración tenían alguna utilidad pero, sin embargo, resultó no ser así y ello lo podemos observar en la l.4 (“seguimos lo mismo que estábamos”). La inestabilidad durante el sexenio es clara. Ello lo podemos observar en los numerosos pronunciamientos que tuvieron lugar (1840-Espartero, 1843-Narváez, 1854-O´Donnel, 1868…), una serie de constituciones fueron aprobadas en este periodo de tiempo (1837-progresista, 1845-moderada, 1854-nonata/progresista, 1869-la más progresista…) y por último los consecutivos cambios de régimen (Isabel, Amadeo, 1ª República…).

Por otro lado estas conquistas no fueron acompañadas de un desarrollo económico (“estómago”) y cultural (“cerebro”). El atraso económico y cultural era claro y además el nivel de analfabetismo era elevadísimo ya que no había escuelas porque los gobiernos liberales se habían despreocupado de ello y lo habían dejado en manos de la Iglesia.

Aunque ya la constitución de 1812 mostró preocupación por la educación y establecía la obligatoriedad de la escuela, todo ello no fue suficiente.

Por otro lado deberíamos hablar del atraso económico. Podemos destacar las desamortizaciones de la Iglesia, como la de Mendizabal o Madoz, que se produjeron para conseguir una mayor productividad pero, sin embargo, no funcionó ya que la actitud de los nuevos propietarios era de despreocupación y la población en el campo seguía viviendo y trabajando con técnicas muy rudimentarias y en condiciones de miseria. Esto le llevo a Costa, autor del texto, a proponer una reforma agraria en la que los jornaleros pasaran a ser propietarios.

En tercer y último lugar nos encontramos con el caciquismo. Los caciques eran quienes mandaban, ya que la gente era inocentemente manipulable debido al elevado grado de analfabetismo. Por ello podemos ver como en el texto compara a los caciques con el Lazarillo y a la población con el ciego. La pobreza y el analfabetismo generaron dependencia y esto favoreció al caciquismo que conseguía todo aquello que quería a cambio de favores en forma de trabajo, arriendos de tierras o gestiones administrativas.

En conclusión lo que España necesitaba era fomentar la educación y un progreso de la agricultura mediante una reforma (“Escuela y Despensa”) para que pudiera ser un país moderno como otro cualquiera.

Comentario de texto

Tema 5. Comentario de texto
La desamortización general de 1855.

Se trata de un texto jurídico de naturaleza económica. El autor del texto es Pascual Madoz, navarro del Partido Progresista que además en ese momento concreto era Ministro de Hacienda. El texto, aprobado por las Cortes constituyente y sancionado por la reina Isabel II, tiene la intención de poner en venta las tierras de manos muertas. Se trata de una fuente primaria ya que es un fragmento de la Ley de desamortización general de 1855.

Podemos situar el texto en el año 1855, por lo tanto, en el reinado de Isabel II (1833_68) pero más concretamente en la etapa del Bienio Progresista (1854_56).

El Bienio Progresista (1854_56) inicia con la revolución de 1854 debida al autoritarismo de Bravo Murillo y a su proyecto de reformar la Constitución en un sentido más restrictivo. En este periodo tuvo lugar el pronunciamiento militar protagonizado por O´Donnell en el cual se emite el Manifiesto de Manzanares. Se preparó una Constitución que no llegó a ser aprobada: Constitución nonnata de 1856. Además los progresistas emprendieron un ambicioso programa de reformas económicas donde desempeñan un importante papel la Desamortización de 1855 o la Ley general de ferrocarriles entre otras.

Efectivamente las desamortizaciones pretendían modernizar la agricultura ya que se encontraba bastante atrasada. El problema agrario tenía sus orígenes en el régimen de propiedad feudal ya que la nobleza y clero se limitaban a percibir las rentas, por ello se practicaba una agricultura de subsistencia que debido a las técnicas tradicionales era imposible conseguir un rendimiento alto. Además la propiedad estaba inmovilizada. Por todo ello, la reforma agraria liberal pretendía poner fin al atraso agrario i modernizar la agricultura eliminando el régimen señorial, convirtiendo la tierra en objeto de libre compraventa, vendiendo y privatizando las tierras de Iglesia y Ayuntamientos y consolidando la propiedad privada en la agricultura.

Las desamortizaciones incluyeron tres grandes medidas. En primer lugar la abolición de los señoríos y de los derechos jurisdiccionales, en segundo lugar la desvinculación de los patrimonios nobiliarios, por la que se convertían en propiedad privada libre de ser vendida y por último la desamortización de las propiedades de manos muertas que se realizó en dos etapas. Cabe destacar la desamortización de Mendizábal realizada en 1836, la cual se centró en las tierras de la Iglesia, que fueron expropiadas y pasaron a manos del Estado, que las vendió a particulares en subasta. También hay que destacar la desamortización de Pascual Madoz en 1855 que puso en venta todas las tierras de manos muertas.

Como se puede observar en la línea nº2 habla de unas “Cortes Constituyentes” termino que se utilizó ya que se estaba elaborando una Constitución, más concretamente la Constitución nonnata de 1856, así pues, también podemos observar en la primera línea la soberanía compartida “Isabel II, por la gracia de Dios y la Constitución…”.

En el texto se puede diferenciar como el primer título habla de la desamortización, el segundo de las excepciones y en el cuarto cual va a ser el fin del dinero recaudado y en que se va a invertir.

La primera desamortización tuvo lugar en 1836 cuando Mendizábal llevo a cabo una desamortización eclesiástica. Pascual Madoz en 1855 realizó una segunda desamortización pero esta vez de carácter general y con la cual pretendió acabar lo que Mendizábal había empezado pero en esta ocasión añadía las tierras de manos muertas (línea 10: “cualesquiera otros pertenecientes a manos muertas”. De todas esas tierras las más comunes eran las tierras comunales pertenecientes a los Ayuntamientos y que se encontraban deficientemente cultivadas, pero desempeñaban un papel social importante. Este hecho se relacionaba con que algunos sectores campesinos apoyaran al carlismo, lo cual se puede observar en la línea 8 “al secuestro del ex infante don Carlos” ya que se le confiscaron las tierras por su rebeldía y es un dato que llama la atención.

De la línea 11 a la 18 se encuentran las excepciones que eran todas aquellas tierras de utilidad pública y el mantenimiento del clero.

Por último, en la línea 20 vemos que el dinero recaudado con esta desamortización se invertirá en disminuir la deuda consolidada y a la construcción del ferrocarril entre otras cosas.

En conclusión, la desamortización no consiguió su objetivo ya que no se consiguió esa modernización que se buscaba ya que compraron las tierras quienes ya las tenían y quienes contaban con recursos, fueron sobre todo aristócratas terratenientes, que engrosaron su patrimonio, o burguesía de comerciantes e industriales. Nobleza y burguesía se fundieron en un grupo social dando lugar a la burguesía terrateniente. Esto significó un deterioro económico para muchas campesinos que no fueron capaces de conseguir tierras y que el atraso agrario hizo imposible hacer la agricultura más productiva.

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