02 Jul
94.En el siglo XIX, la industria textil catalana crecíó significativamente gracias a la disponibilidad de mano de obra, materias primas como el algodón de las colonias españolas y la inversión en maquinaria y tecnología. Sin embargo, tenía limitaciones como la falta de carbón local y la debilidad del mercado español. Para combatir estas restricciones, se establecieron polígonos industriales y se implementaron medidas proteccionistas.
La industria siderúrgica española tenía importantes centros en Málaga, Asturias y el País Vasco, que se beneficiaban del intercambio de carbón y hierro con Gran Bretaña para estimular el crecimiento económico y la producción.
La Ley de Minería de 1868 fue crucial para el desarrollo de la industria minera porque impulsó la investigación y explotación de los recursos minerales en diferentes regiones de España.
Sin embargo, la explotación extranjera también fue significativa, con consecuencias para la economía del país.
El proceso de industrialización estuvo estrechamente relacionado con el desarrollo del ferrocarril. La Ley General de Ferrocarriles de 1855 facilitó la ampliación de la red ferroviaria en España, teniendo en cuenta un transporte más eficiente de materias primas y productos industriales.
Otras industrias, como la química y la metalúrgica, también contribuyeron al desarrollo económico y tecnológico de España en el Siglo XIX.
El
El revisionismo político se entiende como una escuela de pensamiento que reacciona a la crisis de 1998 e intenta identificar los problemas de España y proponer posibles soluciones. El máximo representante fue Joaquín Costa, quien sostuvo que el regreso hizo avanzar al país. Por lo tanto, el revisionismo surgíó como una realización de los intentos de reforma contenidos en el sistema de restitución.
Tanto los partidos liberales como los conservadores hicieron intentos de reforma. El líder del Partido Conservador, Antonio Maura, explica perfectamente la naturaleza del revisionismo con su famosa frase: «Hagamos la revolución desde arriba o nos lo harán desde abajo». Debido al sistema cíclico en el que se encontraba el país en ese momento (turnismo), el gobierno de Maura en 1907-1909 intentó implementar reformas que atrajeron a la población neutral del país para obtener apoyo externo al cacique. Posteriormente, en 1909 se recoge el derecho a la huelga. En el ámbito económico, se aprobó la Ley de Protección de la Industria Nacional; y en el campo social, en 1908 se creó el Instituto Nacional de Previsión, además de la regulación de la jornada laboral de mujeres y niños.
Por otro lado, durante la revolución liberal, se hicieron reformas bajo el liderazgo de José Canalejas en 1910-1912. Además de reducir los impuestos, este gobierno reformó la Ley de Contratación y Compensación y reguló los derechos de los trabajadores. También en 1910 se aprobó la Ley de Candados, que prohibía el establecimiento de nuevas órdenes religiosas. Por otro lado, se aprobó la Ley de Mancomunidad para dar libertad a los nacionalismos periféricos, el primero, el de lengua catalana, se creó en 1914. Sin embargo, este gobierno acabó tras el asesinato de Canalejas el 12 de Noviembre de 1912 por anarquistas. Ese acto marcó el fin del revisionismo, porque trajo consigo una gran inestabilidad política y la fragmentación de los partidos que formaban el sistema bipartidista.
Una vez finalizadas las reformas, el sistema de restauración parecía muy débil y empezó a desmoronarse. El gobierno Turista terminó, y la inestabilidad que ya imperaba en la sociedad se hizo aún más evidente con la llegada de la Primera Guerra Mundial. España volvíó a entrar en un estado de gran inestabilidad y alejamiento de la sociedad.
109. El texto propuesto se considera una fuente primaria histórica. Fue escrito por Miguel Primo de Rivera y Orbaneja el 13 de Septiembre de 1923 en Madrid. Reflexionando sobre la situación política actual, el autor se refiere a toda la población española y justifica el golpe por las acciones imperdonables del gobierno anterior. El manifiesto es de gran importancia porque es el anuncio de un Golpe de Estado el mismo día, que introduciría una dictadura para los próximos seis años.
El escrito se divide en tres secciones. En el primero, el autor culpa a los «profesionales políticos» de causar la crisis de 1998 y la inestabilidad que la acompañó. Primo de Rivera cree que es necesaria una intervención para que España no tenga un «final trágico». El segundo párrafo menciona la corrupción en el sistema bipartidista y prácticas partidistas como el fraude electoral. Finalmente, el tercer párrafo dice que “las personas sanas exigen y ordenan”, por lo que no necesitan justificar lo que hicieron, pero sí había que frenar las acciones injustificadas del gobierno anterior.
El golpe se produjo en un momento de gran inestabilidad y malestar social. La motivación directa provino de la conspiración iniciada en Madrid a principios de año. Las crisis y conflictos de 1917 y 1919, así como el conflicto de Marruecos iniciado en 1921, también tuvieron un gran impacto en la revolución.
Finalmente hubo un Golpe de Estado el 13 de Septiembre de 1923. Es Eso no sorprendíó a la población española. Debido a la situación social y la falta de un gobierno real, sumado a la moderación de los militares, a Primo de Rivera le resultó relativamente fácil hacerse con el poder. Fue apoyado por Cataluña, Aragón y Madrid. Además, el rey y la Iglesia Católica Romana fueron partidarios de la revolución y se beneficiaron enormemente durante el gobierno. En los ámbitos más nacionales también apoyó el asunto la burguésía catalana, la élite financiera, la clase media y parte del PSOE y UGT. De hecho, casi no tuvieron oposición, y lo que provénía de los socialistas y anarquistas contribuyó poco al golpe.
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