28 Oct
Análisis de la Localización Industrial en España
Introducción
La Tercera y Cuarta Revolución Industrial, junto con la globalización económica, han transformado los factores que influyen en la localización industrial. Factores clásicos como la proximidad a las materias primas, las fuentes de energía y el mercado de consumo han perdido importancia debido a la facilidad y el abaratamiento del transporte, así como a la expansión de las áreas de venta. Otros factores, como la mano de obra, la disponibilidad de buenos sistemas de transporte y comunicación, el capital y una política industrial favorable, mantienen su relevancia. A su vez, la tecnología, el acceso a la innovación y la información, y el territorio se han convertido en protagonistas.
1. Tendencias Actuales: Difusión, Concentración y Relocalización
Se observa una creciente difusión o deslocalización de parte de la industria hacia espacios periféricos debido a los problemas de las grandes concentraciones industriales (deseconomías de aglomeración), como la saturación y el encarecimiento del suelo y los equipamientos, así como el deterioro medioambiental. Simultáneamente, se mantiene la concentración industrial en los espacios centrales, dado su fuerte atractivo. Los sectores que se instalan en ellos son los de nuevas tecnologías y las sedes sociales de las empresas, que requieren servicios e infraestructuras avanzados, mano de obra cualificada, etc. La Cuarta Revolución Industrial ha facilitado procesos de relocalización industrial, es decir, el regreso de industrias previamente deslocalizadas.
2. Áreas Industriales en España
La localización de la industria en España presenta desequilibrios territoriales, con áreas industrializadas de distinto dinamismo: desarrolladas, en expansión, en declive, de industrialización inducida y escasa.
a. Áreas Industriales Desarrolladas
Estas áreas se concentran en los espacios centrales de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Su evolución reciente ha sido dual: por un lado, pierden tejido industrial debido a la reconversión de sectores maduros y a la difusión de industrias hacia espacios más económicos. Por otro lado, experimentan una revitalización industrial gracias a la implantación de sedes sociales de empresas nacionales y multinacionales en edificios emblemáticos de las grandes vías y del centro de negocios (CBD). Si bien estas áreas pierden empleo industrial debido a la deslocalización de fábricas y a la terciarización del empleo, concentran el empleo más cualificado, las actividades más innovadoras y las mayores inversiones en I+D+i.
b. Áreas y Ejes Industriales en Expansión
Estas zonas reciben nuevas implantaciones industriales como resultado de la difusión industrial hacia espacios más económicos y bien comunicados, y de la existencia de recursos para promover una industrialización endógena.
- Coronas Metropolitanas: Las coronas metropolitanas de la periferia urbana y las franjas periurbanas albergan industrias en reconversión o en declive, incluyendo industrias tradicionales nuevas o deslocalizadas que se instalan en minipolígonos de pequeñas naves, buscando reducir costes. Suelen ser pequeñas empresas que requieren mano de obra poco cualificada. En estas áreas también se instalan empresas innovadoras en parques tecnológicos.
- Ejes de Desarrollo: Los ejes de desarrollo industrial se localizan a lo largo de las principales vías de comunicación. Destacan los del valle del Ebro y del Mediterráneo, conectados por autopistas con los principales núcleos urbanos, y que se extienden hacia las provincias limítrofes de Castilla-La Mancha; los ejes interiores (Valladolid-Palencia), y los distritos industriales.
- Áreas Rurales: Acogen empresas urbanas deslocalizadas o industrias tradicionales (dulces, prendas de vestir, etc.).
c. Áreas y Ejes Industriales en Declive y Reestructuración
Son zonas en declive industrial desde la década de 1970, localizadas en la cornisa cantábrica y en ciertos emplazamientos como Sagunto, Ferrol, Cádiz, Puertollano, Ponferrada y los valles del textil catalán. Las causas del declive son la especialización en sectores maduros que sufren la competencia de países con costes más bajos, lo que ocasiona desindustrialización, paro y emigración. La reindustrialización de estas áreas ha encontrado dificultades: escasa diversificación industrial, escaso espíritu empresarial, mano de obra poco diversificada y conflictiva, y un medio ambiente deteriorado por la industria. Sin embargo, existen algunos casos de revitalización industrial, como el del País Vasco.
d. Áreas de Industrialización Inducida y Escasa
En estas zonas predominan las industrias pequeñas, tradicionales y dispersas, junto con algunas grandes industrias aisladas. No obstante, algunas de estas zonas han recibido industrias de áreas próximas que buscan reducir costes o beneficiarse de subvenciones.
- Industrialización Inducida: Se ubican en Galicia, Aragón, Castilla y León y Andalucía, donde se crearon enclaves industriales por las políticas de promoción industrial en la década de 1960, que no lograron difundir la industria y acentuaron los desequilibrios territoriales. Es el caso del litoral atlántico gallego, de Valladolid y Burgos en Castilla y León, y del triángulo Sevilla-Cádiz-Huelva. Estas áreas cuentan con industria en las capitales, aprovechando el mercado urbano, y con industrias tradicionales dispersas y pequeñas que utilizan los recursos del entorno.
- Industrialización Escasa: Se encuentran en Extremadura, Baleares y Canarias, debido a su localización poco competitiva. En ellas, las grandes industrias son puntuales y predominan las pymes tradicionales poco competitivas. Castilla-La Mancha se ha constituido como una excepción por la difusión de la industria madrileña hacia las provincias mejor conectadas, como Toledo.
Conclusión
La desigual distribución de la industria española genera desequilibrios en el reparto de la población, la riqueza, la dotación de infraestructuras, equipamientos y servicios, afectando negativamente a las regiones menos industrializadas. Las políticas para paliar estos desequilibrios incluyen la promoción industrial y el fomento de la industrialización endógena, a través de las Agencias de Desarrollo Regional y Local. Entre los efectos de la actividad industrial destacan el consumo abusivo de recursos naturales, la contaminación y la degradación del valor estético del paisaje.
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