29 Jul
CONTEXTO HISTÓRICO
Durante la segunda mitad del siglo XIX, España sufre fuertes tensiones políticas. La decadencia del país fue completa al ocurrir el “desastre” de 1898: España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas. La regresión económica y la agitación obrera se agudizaron. En 1931 fue proclamada la Segunda República, y se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas reformistas y las conservadoras. Finalmente, en 1936 estalló la Guerra Civil con la sublevación de Francisco Franco.
CONTEXTO SOCIAL
Las desigualdades entre la clase burguesa, los campesinos (60% de la población) y los obreros (15%) eran profundas. Esto promovió movimientos migratorios del campo a las zonas industrializadas. Entre los años 1919-1920 se produjeron huelgas y violencia callejera.
El conflicto religioso se centraba en el dominio que la iglesia ejercía sobre la enseñanza. El anticlericalismo se fue extendiendo. El gran desarrollo económico de las periferias contribuyó al desarrollo de los nacionalismos periféricos.
CONTEXTO CULTURAL (EL REGENERACIONISMO)
El regeneracionismo de Joaquín Costa impulsó una renovada conciencia nacional que aspiraba a reformar el país. Su pensamiento era una crítica radical al sistema caciquil y una apuesta por la modernización. En la cultura, intelectuales liberales (influenciados por el krausismo: modelo de pensamiento basado en la razón, la conciencia, la disciplina, la tolerancia, la europeización y el anticlericalismo) fundan la ILE (la Institución Libre de Enseñanza), con clara influencia sobre escritores como Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Machado.
Esta época vio el florecimiento de grandes figuras en diferentes campos: Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906; Gregorio Marañón en medicina; Picasso en pintura; Albéniz, Granados y Falla en música; y Gaudí en arquitectura.
El pensamiento filosófico en los inicios del siglo XX estuvo marcado por diversas corrientes: el Psicoanálisis Freudiano y la importancia del subconsciente; el Voluntarismo Creador de Nietzsche y la preeminencia de la vida sobre la ciencia; y el Vitalismo de Bergson, que influiría en Machado, donde todo se enriquece con nuevas adquisiciones.
CONTEXTO LITERARIO
Modernismo y Generación del 98
Los escritores de finales del siglo XIX y principios del XX mantuvieron una relación constante sin hacer distinción entre movimientos. De hecho, el primer libro de Machado se enmarca dentro del Modernismo, mientras que Campos de Castilla se clasifica mejor dentro de la Generación del 98.
El Modernismo: Se interesaron por la estética. Algunos rasgos son la temática intimista, la melancolía, la renovación del lenguaje poético basada en la musicalidad. Entre sus características destacan la amplia libertad creadora y la búsqueda de la perfección formal. El arte se convierte en el valor supremo que rechaza la vulgaridad de los burgueses y al poseer una sensibilidad especial que permite otra óptica del mundo.
El nicaragüense Rubén Darío, con sus libros Azul y Prosas profanas, fue una figura clave. Sus características principales son: (a) refinamiento verbal (musicalidad), (b) los temas (amor, pasión, evasión del tiempo y del espacio), (c) importancia de las sensaciones (la sinestesia: une diferentes sentidos).
La Generación del 98: Estos escritores se preocupan por la situación de España. Critican el caciquismo, defienden el poder educador de la escuela y proponen el desarrollo agrario, industrial y tecnológico del país.
Temas del 98:
- La reflexión sobre España
- El tratamiento del paisaje español
- Las preocupaciones existenciales
El paisaje español, especialmente el castellano, se convierte en un símbolo. Los autores del 98 veían en Castilla su “intrahistoria”, la vida callada de millones de personas anónimas. El paisaje seco, árido, sobrio de esta tierra conecta con su manera de sentir.
En cuanto a las preocupaciones existenciales, encontramos temas como el paso del tiempo, la muerte, el sentido de la vida y la angustia.
Estilo de la Generación del 98:
Utilizan un lenguaje sencillo y natural, con una frase más corta y descripciones impresionistas, a base de pinceladas. Su estilo es antirretórico y cuidado, recuperan palabras tradicionales y emplean un tono pesimista. La visión del paisaje es subjetiva.
Principales autores de la Generación del 98: Pío Baroja (novela), Azorín y Ramiro de Maeztu (ensayo), Miguel de Unamuno (novela y ensayo), Ramón del Valle-Inclán (teatro) y Antonio Machado (cultivó todos los géneros).
Similitudes entre el Modernismo y la Generación del 98: Ambos movimientos muestran un descontento con la realidad que les rodea.
Diferencias: Los modernistas se preocupan más por la forma, mientras que la Generación del 98 se centra en el contenido. En cuanto al género, los modernistas prefieren el lírico, mientras que la Generación del 98 se inclina por la novela y el ensayo.
ANTONIO MACHADO
Vida
Antonio Machado (Sevilla, 1875 – Francia, 1939) se traslada a Madrid en 1883 y comienza a trabajar como actor teatral. En 1899 viaja a París y conoce a Rubén Darío. En 1907 obtiene la cátedra de francés en el instituto de Soria. En 1909 se casa con Leonor Izquierdo, 16 años menor que él. Tres años después, Leonor fallece en Soria, sumiendo a Antonio en la desesperación. En 1927 ingresa en la Real Academia Española y un año después conoce a la poetisa Pilar de Valderrama. Colabora en la revista Hora de España.
Obras
- 1903: Soledades (poesía)
- 1907: Soledades, galerías, otros poemas
- 1912: Campos de Castilla
- 1933: La tierra de Alvargonzález
- 1936: Juan de Mairena (prosa). Juan de Mairena es un profesor ficticio creado por Machado, quien se presenta como su alumno. A través de este personaje, Machado reflexiona sobre cuestiones filosóficas, estéticas y morales.
Etapas literarias
Primera etapa: Soledades (1900-1907)
En esta etapa, Machado utiliza un tono melancólico. Sus temas principales son el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia perdida, los sueños, la búsqueda del yo y la propia identidad. Reflexiona sobre sentimientos universales como el tiempo, la muerte y Dios, así como sobre el problema del destino del hombre. Algunos poemas reflexionan sobre la función del poeta y la creación literaria. El símbolo de las galerías del alma representa el interior de la conciencia.
Dios aparece en algunos poemas con una visión unamuniana: racionalmente inexistente pero vitalmente deseable.
En cuanto a la métrica, utiliza versos de 11 y 7 sílabas combinados arbitrariamente, rima asonante en los versos pares y los impares quedan libres. 36 de sus 96 poemas hacen referencia a la “tarde”.
Segunda etapa: Campos de Castilla (1907-1917)
En esta etapa, Machado describe paisajes reales y alude a circunstancias históricas. El yo del poeta pasa a un segundo plano, aunque el paisaje sigue estando teñido de subjetividad. Aparece un nuevo tipo de poesía: la poesía sentenciosa de tipo filosófico y moral (serie Proverbios y cantares) donde utiliza una sutil ironía.
Temática:
- Poemas intimistas: Reflejan el pensamiento pesimista del poeta, su angustia y sus preocupaciones religiosas y existenciales.
- Poemas dedicados al paisaje: Dentro de este grupo se encuentra La tierra de Alvargonzález, un largo poema que publicó años después y que ha sido adaptado al teatro. El paisaje descrito es principalmente el castellano, aunque en 1917 añade Baeza. Machado enfoca el paisaje castellano de tres maneras: 1. Amor a la naturaleza, 2. Símbolo del pasado histórico de Castilla y 3. Símbolo de realidades íntimas.
El paisaje andaluz se caracteriza por sus tonos luminosos, verdes y fértiles.
Simbolismo: El agua, la tarde, los caminos, los elementos del paisaje, el tiempo vivido, la muerte, el mar y los colores.
Estilo: Sencillez, naturalidad y expresión directa.
Métrica: Variedad de metros y estrofas. Destaca el uso del octosílabo (tradición popular) y el endecasílabo (tradición culta). Entre las estrofas, utiliza redondillas (abba), décimas (aabccbdeed) y su preferida, la silva (versos de 11 y 7 sílabas). También emplea la silva arromanzada (versos de 11 y 7 sílabas) donde riman solo los versos pares.
Tercera etapa: Ciclo de Nuevas Canciones (1917-1931)
En esta etapa predomina la poesía descriptiva. Destaca el centenar de nuevos Proverbios y cantares, que consisten en sentencias o pensamientos paradójicos que reflejan las inquietudes filosóficas del autor.
Cuarta etapa: Etapa final (1931-1936)
En esta etapa publica Cancionero apócrifo (con los personajes de Abel Martín y Juan de Mairena) y Las Canciones a Guiomar. También escribe Poesías de Guerra, una veintena de composiciones que incluyen poemas breves, otros con tono de arenga y nueve sonetos. Destaca el poema “El crimen fue en Granada”, una desgarradora elegía a Lorca.
En cuanto a su obra en prosa, destacan sus cartas a Unamuno y “Divagaciones y apuntes sobre la cultura” (ensayos filosóficos). Su obra maestra en prosa es Juan de Mairena, compuesta por párrafos sueltos y cortos diálogos atribuidos a este personaje ficticio. A través de él, Machado reflexiona sobre temas como la metafísica, la lógica y la estética.
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