22 Jun

Análisis de la obra teatral La Fundación de Antonio Buero Vallejo

TRAMA Y PERSONAJES

Tomás es un preso político condenado a muerte por un régimen totalitario que comparte con cuatro compañeros de celda la espera de la ejecución. Fue detenido cuando repartía propaganda, delató al ser torturado y provocó la caída de los miembros más importantes de su organización. Abrumado por el remordimiento, ha querido suicidarse, lo que fue evitado por Asel, uno de sus compañeros. Ante esta situación, su mente debilitada lo hace desvariar y cree residir en una moderna Fundación en la que él, sus amigos y su novia están becados para desarrollar sus investigaciones, hasta que comprende la situación real y comparte las angustias y las esperanzas de sus compañeros.

Los cinco personajes, con sus diversas actitudes, forman un conjunto con el que el autor ha querido representar distintas reacciones humanas ante una situación límite:

  • Tomás: Soporta casi todo el peso de la acción y su mente crea una realidad nueva para huir de la verdadera.
  • Max: Delator, simboliza la bajeza humana.
  • Asel: Representa la tolerancia y la comprensión.
  • Tulio: Encarna la intransigencia.
  • Lino: Evoluciona desde una inhibición apática hasta una acción desesperada, asesinando a Max.

La obra supone una mirada lúcida sobre el ser humano y el mundo, un análisis de una sociedad con la que el autor no está conforme, sometida a fuerzas alienadoras que destruyen a los individuos.

La tragedia radica tanto en los comportamientos de los personajes como en lo inútil de su capacidad de acción ante la fuerza superior de la Fundación, que todo lo domina y determina. La Fundación es, en realidad, símbolo de nuestro mundo y de nuestra sociedad, conjunto de sistemas que producen la anulación de la personalidad individual, la ceguera mental y la alienación. Ante ello, Buero propone una lucha, la acción frente a la pasividad, para desenmascarar la verdad oculta. Por eso su teatro se plantea comprometernos, de un lado, y curarnos de otro: cuando llegamos a advertir que la Fundación (realidad social) es una cárcel, las rejas se abren y la liberación humana empieza a ser posible.

TEMAS

  • El problema de la lucha entre la realidad y la ficción. Este enfrentamiento y la reducción paulatina de la ficción en beneficio de la verdad, que irá apareciendo cada vez con más pruebas, es la clave del drama. Es este un tema recurrente en el teatro de Buero: la necesidad de desenmascarar la mentira y la exigencia de enfrentarse a la verdad por muy dolorosa que sea.
  • La situación del condenado y la pena de muerte, todavía en vigor en la España de 1974.
  • La tortura y la dialéctica víctimas/verdugos. Tomás ha sido torturado hasta delatar a sus compañeros. Él mismo se odia por ello, lo que hace que pierda la cabeza.
  • El problema de la distinción entre violencia y crueldad, que determina las actitudes y reacciones de los personajes. El autor aboga por una limitación de la violencia, válida solo como método de lucha contra lo que supone la alienación, y por un tajante rechazo de la crueldad.

ESTRUCTURA

En cuanto a la estructura externa, la obra se plantea como una Fábula en dos Partes de una duración similar. Cada Parte se divide a su vez en dos escenas. Al comienzo de cada una de las Partes aparece una larga acotación, cuya función es describir detalladamente la situación escénica, además de indicar los cambios que se van produciendo. Al comienzo de cada escena también aparece una acotación, aunque más breve y concisa que las anteriores.

En su estructura interna, la obra puede dividirse en tres núcleos:

  • Introducción, en la que se nos presenta el lugar, los personajes y la acción, que comienza in media res. La introducción ocupa la primera escena de la primera parte.
  • Nudo, en el que se va desarrollando la acción, que está llena de intriga, pues se desconoce casi por completo cuál es la situación real de los personajes, dónde están exactamente y para qué. El nudo abarca hasta el momento en el que Tomás despierta y descubre su alucinación, es decir, hasta el final de la primera escena de la segunda parte.
  • Desenlace, donde se resuelve la acción de forma vertiginosa. Una vez que Tomás admite que está encarcelado, se nos da cuenta del asunto del muerto (excusa para intentar la fuga), de las verdaderas profesiones de cada uno y de los motivos de su encarcelamiento. Una rapidísima sucesión de actos concluye con el suicidio de Asel y la muerte de Max a manos de Lino.

LENGUAJE TEATRAL

El espacio escénico es siempre el mismo, pero con los cambios necesarios para ir pasando progresivamente de una confortable habitación de residencia a una celda. Hay, por tanto, unidad de lugar. La acción no incluye muchas peripecias, pues estamos ante todo ante un drama de situación, de situación límite, en el que el centro de atención está constituido por el desmoronamiento del mundo inventado por Tomás. No obstante, hay otro nudo de acción que permanece soterrado y que no aparece hasta la segunda parte de la obra: el plan de fuga y el descubrimiento del traidor. El tiempo de la acción no está claramente delimitado, aunque se puede establecer en unos pocos días. La obra muestra una característica esencial del teatro de Buero: los efectos de inmersión. Mediante ciertos recursos escénicos, el autor consigue que el espectador vea lo mismo que ve el personaje, quien impone su punto de vista a todo el universo escénico. Al mismo tiempo que el personaje reconoce la realidad, lo hace el espectador.

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