08 Oct
La Violencia
La violencia es el primer gran tema que determina la atmósfera de la novela. Se trata de una violencia descarnada y atroz de la que no se pueden librar los personajes porque es una forma de defenderse y sobrevivir, un mecanismo de autodefensa y una prueba de rebeldía del hombre frente a la profunda insatisfacción que experimenta ante una vida indigna. Se manifiesta en un triple plano:
La Honra
Refleja una violencia inserta en el cruel y trasnochado código del honor que rige la moral colectiva de un pueblo. Es la única forma de respuesta a una violación cuando el código del honor enfocado a la sexualidad exige que la desposada llegue virgen al matrimonio. Esta concepción de la violencia está muy relacionada con el código de honor de la comedia barroca del siglo XVII, que requería una muerte cruenta para recuperar la honra perdida.
La Sexualidad Masculina
Es fuente de violencia asociada al machismo. Así Santiago Nasar acosa a Divina Flor.
El Lenguaje
Se convierte también en vehículo de expresión de la violencia, especialmente, cuando la narración se plasma en registro coloquial.
La Muerte
Muerte trágica que se convierte en el eje vertebrador de la obra, estrechamente unida al fatum o destino trágico. El lector conoce desde el principio la inevitabilidad de la muerte que viene acompañada de una serie de símbolos premonitorios o presagios. García Márquez crea una tensión, un clímax que va in crescendo y contagia al lector que, a pesar de conocer el final fatídico, siente esa angustia y desea prevenir al protagonista sobre su próximo asesinato. La muerte dirige la acción como si fueran marionetas. La muerte del protagonista es trágica, fatal, sin atenuante. La muerte en la obra es el destino trágico. El destino trágico o fatum. Santiago Nasar es la figura sobre la que pesa esta fatalidad en forma de una inverosímil acumulación de errores, casualidades, adversidades impensables, circunstancias que convergen en un nefasto final creando una atmósfera truculenta.
La Religión
Es otro de los grandes temas de la novela. Totalmente vinculada con la superstición. Se trata de una religión con mucho de fetichista, ceremonial y milagrera y en la que el autor manifiesta un claro tratamiento paródico. Esta religiosidad santurrona y protocolaria se ve contrastada por la intensa presencia de la superstición que está inserta en la estructura mental y creencias profundas de los personajes.
Personajes
No se puede decir que la crónica sea una novela de personajes sólidos. El narrador suele combinar la visión estática de los rasgos físicos (prosopografía) con la captación dinámica en acción o movimiento. Destaca también la captación de los sensual y sexual.
Santiago Nasar
Es el acusado de la ofensa a Ángela Vicario. La acusación que la ofendida reitera es el único testimonio de su culpabilidad. Pertenece a la comunidad árabe del pueblo y junto a una holgada posición económica ha heredado de su padre Ibrahim las mañas de mujeriego que sufre Divina Flor.
Ángela Vicario
Es figura clave en el conflicto que lleva a la muerte a Santiago Nasar, presunto robador de su honra. De humilde condición, Ángela se ve obligada a un matrimonio de conveniencia. Rodeada de una aureola de desdicha y desvalimiento, es una criatura empequeñecida, que no revela a su familia su deshonra, pero que tiene la valentía de no ocultárselo a su esposo. García Márquez la convierte en una heroína amorosa a la que súbitamente se le revela una encendida pasión por el marido con el que se ha casado sin amor.
Bayardo San Román
Presenta una prepotencia en su relación con Ángela, que le viene, de su fortuna y de ser hijo de un general. Su magnificencia y derroche en ocasiones como la boda sucede su declive al verse engañado por Ángela Vicario. No logrará vencer la vergüenza del ultraje y su gesto es la huida, la búsqueda de la soledad y el olvido.
Los Hermanos Vicario
Se mueven en función de la ofensa que salpica a toda la familia y se ven obligados a vengar por el rígido código de honor. Son arrastrados a un crimen que no desean. Sus bravuconadas machistas, y su decisión en el momento de matar a Santiago Nasar, contrasta con la publicidad que dan al cumplimiento de su obligación. Pese a que se sienten prestigiados ante los demás tras el crimen, su quiebra interior se advierte en los tres días de insomnio que padecen que en Pedro se hacen once meses. Son víctimas del destino fatal.
Personajes Testigos
Adquieren voz a través del narrador. Su función es la de aportar información en cuanto testigos partícipes secundarios de los hechos que unos no saben y otros no quieren modificar. Su mezquindad se manifiesta con una serie de exculpaciones con las que tratan de justificarse.
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