15 Oct

Análisis de Lazarillo de Tormes: La Picaresca Española

Prosa Didáctica

Destacan tres subgéneros:

  • Misceláneas: obras que mezclan asuntos variados, ej: Menosprecio de corte y alabanza, fray Antonio de Guevara.
  • Obras históricas: ej: Brevísima relación de la destrucción de Indias, fray Bartolomé de las Casas.
  • Diálogos: fue el género preferido por los humanistas para la divulgación del pensamiento y la crítica. En España se escribieron numerosos diálogos, destacan: Diálogo de la lengua, de Juan de Valdés y Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, de Alfonso de Valdés.

Prosa de Ficción

Las obras de prosa se agrupan en diferentes subgéneros:

Libros de Caballería

Protagonizados por un caballero noble que, con sus hazañas, prueba su valor, fe religiosa y su casto amor por una dama. Estos libros se alejan de los elementos fantásticos y la magia y va cobrando peso el carácter cristiano del héroe y las batallas colectivas. El ejemplo más conocido es Amadís de Gaula, que aparece a principios del siglo con la firma de Garci Rodriguez de Montalvo.

Novela Pastoril

Heredera de una tradición bucólica. Destaca Los siete libros de la Diana, de Jorge Montemayor. Se trata de relatos protagonizados por refinados pastores que revelan sus desventuras amorosas. La historia transcurre en un tiempo impreciso y en un escenario natural con características propias del locus amoenus.

Novelas Moriscas

Destaca Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, de autor desconocido. Son historias idealizadas en las que se mezclan peripecias amorosas y militares en escenarios nobles. Los protagonistas son cristianos y musulmanes.

Novelas Bizantinas

Protagonizadas por dos enamorados virtuosos que se ven forzados a separarse y son sometidos a innumerables pruebas, que superan gracias a su perseverancia y a su fe religiosa. Estas virtudes hacen que las historias adquieran un valor ejemplarizante, como en Selva de aventuras de Jerónimo Contreras.

Novelas Breves o Italianas

Relatos cortos cuyo principal modelo fue el Decamerón de Boccaccio. Otro ejemplo es El patrañuelo, de Juan de Timoneda.

Novela Picaresca

Comenzó con el Lazarillo de Tormes.

El Lazarillo de Tormes

Características Generales

Se publicó en 1554 anónimamente en 3 lugares diferentes: Alcalá de Henares, Amberes y Burgos. Alcanzó el éxito rápidamente, a pesar de que fuese prohibido por la Inquisición.

El libro contiene la supuesta autobiografía de un hombre humilde, en la época resaltaba inusual encontrar protagonistas de esta condición. Lázaro, el protagonista, relata su lucha por la supervivencia en un mundo dominado por la codicia, el individualismo y la insolidaridad. Estas características son propias de la novela picaresca:

Autobiografismo

La obra está narrada en primera persona por un Lázaro adulto que cuenta las anécdotas de su vida que considera relevantes para explicar cómo ha llegado hasta una situación vergonzosa y poco honrosa y con ellas justificarse. El autor decide emplear la epístola autobiográfica, un tipo de cartas que tuvieron una enorme difusión en el Renacimiento. El protagonista cuenta su vida en una carta a un destinatario al que se dirige como “Vuestra merced”.

Verosimilitud

La apariencia de realidad se basa en el hecho de que la historia sea escrita por el propio protagonista. Además, en la obra se mencionan lugares reales, y las situaciones y los personajes que aparecen pertenecen a la sociedad de la época.

Figura del Pícaro

El protagonista es un humilde pregonero de vinos, un pícaro que, a pesar de su origen y de tener que enfrentarse solo a un mundo hostil, consigue sobrevivir y “ascender”, aunque sin honra, gracias a su astucia. Constituye un antihéroe opuesto a los caballeros andantes y demás personajes idealizados.

El carácter autobiográfico y la verosimilitud, lo vergonzoso de la situación final y el tono crítico podrían ser los motivos por el que el autor ocultó su nombre. La carta que Lázaro escribe a “Vuestra merced» tiene la intención de explicar el caso, que se revela al final de la obra. El caso se refiere a la dudosa actitud del protagonista ante las relaciones ilícitas de su esposa con el arcipreste de San Salvador. En el momento en que redacta la carta ha alcanzado la posición social más alta a la que puede aspirar con su oficio y decide quitar importancia al adulterio de su esposa. Para justificar este comportamiento narra los episodios más relevantes de su vida. Se tratan diversos temas que aborda críticamente, destacan los siguientes:

Religión

Recoge la actuación de algunos religiosos que viven en función de sus intereses materiales. Los vicios más criticados son la avaricia, la falsedad y la lujuria.

Honra

Es la opinión que los otros tienen de una persona, se convierte en una obsesión para el personaje del Hidalgo. Este la asocia a las ideas del linaje y la limpieza de sangre que le impiden trabajar y le hacen vivir pensando en las apariencias. Frente a la honra heredada, Lázaro presenta la idea opuesta: una honra ganada con trabajo, que queda establecida por su situación de marido consentidor.

Individualismo

Los personajes no se mueven por valores universales, actúan según sus intereses, engañando y aprovechándose de los demás. Además, es la perspectiva individual la que construye el aprendizaje y la visión del mundo del protagonista.

Las características del Lazarillo condicionan su estilo: tiene un lenguaje sencillo, llano y coloquial, reforzado con el uso de refranes y giros del habla popular, acorde a su clase social. Este uso del lenguaje, que contrasta con el empleado por los personajes de condición más elevada, refuerza la verosimilitud. Además el humor y la ironía están presentes.

Estructura y Personajes

El Lazarillo está dividido en un prólogo y siete tratados, organizados en torno al servicio a varios amos y mediante los cuales se ve la evolución del personaje. Dicha evolución se ofrece por medio de una estructura circular: a partir del presente, en Lázaro adulto rememora su historia vital, desde su nacimiento hasta el momento en el que se encuentra.

Prólogo

Se elogia la novedad de la obra, señalando que según los gustos se puede obtener de ella deleite o provecho moral. Además, se menciona en la honra y la fama que los libros aportan a quienes escriben, y se justifica la redacción de la autobiografía como respuesta a la petición hecha por “Vuestra merced”.

Tratados I a III

Son los más extensos y forman un bloque en el que el Lázaro niño descubre con sufrimiento el mundo y debe aprender a sobrevivir.

El tratado I relata como la madre de Lázaro decide entregarlo a un ciego como lazarillo. Sin embargo, el ciego tiene una forma peculiar de cuidarlo, lo que consigue despertar a Lázaro de su inocencia infantil y hacerle ver que la astucia es indispensable para sobrevivir. El maltrato recibido provoca que Lázaro se vengue de él y lo abandone.

Personajes:
  • Lázaro: hijo de un molinero ladrón y de una mujer que tras quedar viuda se une a otro ladrón. Para ascender socialmente está dispuesto a ejercer diversos oficios, a veces poco lícitos, de los que va extrayendo enseñanzas. Es ingenioso, astuto y muy observador. Poco a poco pasa de ser un niño ingenuo a convertirse en un adulto cínico y práctico que antepone su propia supervivencia a la opinión de los demás.
  • Ciego: recoge limosna a cambio de oraciones. Su carácter irascible y suspicaz lo llevan a maltratar a Lázaro cuando este intenta quitarle comida, por lo que entre ellos crece un rencor que acaba con la venganza y el abandono de Lázaro. Sin embargo, es el ciego quien lo despierta de su inocencia y le enseña la necesidad de ser astuto.

En el tratado II, el motor del aprendizaje de Lázaro será el hambre que su nuevo amo, el cura de Maqueda, le hace pasar. La avaricia de este clérigo lo obliga a ingeniar continuas tretas para poder mantenerse.

Personaje:
  • Cura de Maqueda: representa la figura del avaro. Su codicia y su guía suponen una crítica a la falta de valores cristianos en algunos sectores eclesiásticos de la época.

En el tratado III, Lázaro sirve a un hidalgo pobre o escudero, cuya obsesión por la honra le impide trabajar para sobrevivir. Esto es incomprensible para Lázaro, que la crítica, aunque se compadece de él y le consigue alimento. Sin embargo, el hidalgo acaba abandonándole.

  • Hidalgo: pertenece a la capa más baja de la nobleza y su obsesión por la honra le hace tener una apariencia que no se corresponde con su vida. Aunque en el siglo XVI estos nobles no pagaban impuestos, su orgullo les invadía trabajar en cualquier oficio que no fuera de escudero, por lo que su situación económica era difícil.

Tratados IV y V

Un Lázaro algo más maduro sirve a un fraile y a un vendedor de bulas (documentos que otorgaban ciertos privilegios). Con ellos comprueba la vida poco cristiana de algunos religiosos y como el engaño y el interés se han convertido en los patrones habituales.

  • Buldero: era un tipo frecuente en la época, ya que la venta de bulas y otros privilegios papales resultaba habitual. Este personaje vive aprovechándose de la ingenuidad de los cristianos y su escenificación del falso milagro acaba con la inocencia de Lázaro.

Tratados VI y VII

Tras estar con un pintor de panderos, Lázaro ya casi adulto entra al servicio de sus tres últimos amos: un capellán, un alguacil y el arcipreste de San Salvador. Con ellos alcanza sus primeros oficios remunerados, viste honradamente y acaba contrayendo matrimonio. El arcipreste le consigue un puesto de pregonero en Toledo y la boda entre con su criada, quizá para ocultar sus relaciones con la mujer. Es en este punto en el que redacta la carta.

  • Arcipreste: representa una muestra más de la hipocresía y el interés material común a otros personajes. A pesar de ello, Lázaro lo considera su protector. “Vuestra merced” aparece citado como amigo del Arcipreste y probablemente sea algún superior suyo.

Antecedentes e Influencia Posterior

A pesar de su originalidad contiene la influencia de fuentes literarias muy diversas:

  • El relato en primera persona de episodios biográficos relacionados con el servicio a diferentes amos aparece en El asno de oro, de Apuleyo, escrito en el siglo II.
  • El personaje de origen humilde, junto con la pareja del ciego y su ayudante, figuran en Baldus, parodia de los libros de caballería de Teófilo Folengo, escrita en el siglo XVI.
  • El personaje del ladronzuelo, maleante o pillo que se aprovecha de la credulidad de las personas está presente en algunas novelas italianas y relatos populares.

Algunos elementos empleados en el Lazarillo sobre todo los rasgos del protagonista serán imitados por escritores posteriores. La obra que afianza el modelo de la novela picaresca es el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán. Su protagonista, Guzmán, relata su atormentada existencia para explicar su situación en un momento de madurez: la conversión a una vida virtuosa. En obras posteriores, el pícaro es un recurso para burlarse de las pretensiones de ascenso social, como en La vida del Buscón, de Francisco Quevedo o para agrupar anécdotas entretenidas como en La Pícara Justina, de Francisco López de Úbeda.

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