27 Oct

Análisis de Noche Oscura del Alma

Vocabulario

escura: Oscura.

en celada: A escondidas.

aquesta: Esta.

más cierto: Con más seguridad.

alborada: Amanecer.

ventalle: Abanico.

suspendía: Embelesaba.

cuidado: Preocupación.

Localización

Poema Noche oscura del alma. Su autor es San Juan de la Cruz (1542-1591).

“Noche oscura del alma”, junto con “Cántico espiritual” y “Llama de amor viva” constituyen las tres obras poéticas más importantes de la poesía mística, en la que se nos muestra la ascensión del alma hasta su unión mística con Dios. La literatura mística se desarrolló en España en la segunda mitad del siglo XVI.

Estructura

Estructura Externa

Métricamente, el poema está formado por ocho liras. La lira es una estrofa de origen italiano, traída a España por Garcilaso de la Vega en su canción “A la flor de Gnido”. Esta estrofa consta de dos endecasílabos (el segundo y quinto versos) y tres heptasílabos: su rima es consonante y se distribuye: 7a 11B 7a 7b 11B.

Estructura Interna

Para determinar la estructura interna de este poema, hay que saber que en él se desarrollan las tres vías o caminos que el alma debe recorrer hasta la unión mística con Dios. Estas vías se conocen como vía purgativa, vía iluminativa y vía unitiva.

  • Vía purgativa: El alma se libera poco a poco de sus pasiones y se purifica de sus pecados.
  • Vía iluminativa: El alma se ilumina con la consideración de los bienes eternos y de la pasión y redención de Cristo.
  • Vía unitiva: El alma alcanza la unión con Dios, según San Juan de la Cruz, como «matrimonio espiritual».

Los escritores místicos, para expresar esta unión espiritual, se valen de imágenes tomadas del amor humano. El amor humano es la manera en que explican el amor divino: el alma será la Esposa o Amada y Cristo, el Esposo o Amado.

El poema se estructura en las siguientes partes:

  1. a) Vía purgativa: La amada (el alma) busca a Dios en medio de la noche y en secreto (las primeras estrofas, versos 1-10). Solo hay un verbo principal (salí) que aparece en pretérito perfecto simple.
  2. b) Vía iluminativa: El alma es iluminada por la luz de la fe, que le permite ir ascendiendo en su camino hacia Dios (estrofas tercera y cuarta, versos 11–20). Las formas verbales aparecen en pretérito imperfecto de indicativo para describir el estado del alma.
  3. c) Exclamaciones: El alma prorrumpe en exclamaciones, para agradecer a la noche que le haya permitido conducirla hasta la unión con el Amado. Formalmente, aparecen oraciones exclamativas que corresponden a la función expresiva del lenguaje (estrofa quinta, versos 21–25).
  4. d) Vía unitiva: El alma se une definitivamente con Dios (estrofas sexta, séptima y octava, versos 26—40). Formalmente, hay una acumulación de verbos en contraste con las estrofas anteriores, aunque aquí no indican acción, sino más bien abandono, sensación reforzada por el uso de pronombres enclíticos (quedéme, olvídeme, dejéme).

Argumento

La Amada (el alma), una vez que ha dejado sosegada su casa (mediante la purgación de las pasiones y pecados), se eleva hacia Dios en medio de la noche de los sentidos y recibe una luz especial que le facilita el camino hasta llegar a la unión íntima con el Amado (Cristo).

Tema

La unión mística del alma con Cristo.

Estudio de la Forma y Contenido

Al analizar el texto, encontramos el símbolo de la noche. Los escritores místicos se valen de símbolos para comunicar sus experiencias. En la primera estrofa, la noche simboliza los diversos sacrificios y purgaciones que el alma debe llevar a cabo para alcanzar la perfección que le permita elevarse hacia Dios. De esta manera, el alma se aleja de las tentaciones mundanas (estando ya mi casa sosegada) y se prepara para el encuentro con Dios (¡oh dichosa ventura!). A través del epíteto escura, que se repite con variantes (A escuras y segura, a escuras y encelada), el poeta insiste en la oscuridad de los sentidos previa a la ascensión del alma.

La oscuridad favorece la idea de secreto (la palabra mística significa «sabiduría secreta»), que se repite en las tres primeras estrofas:

  • por la secreta escala disfrazada
  • a escuras y encelada
  • en secreto que nadie me veía

En el verso 6, encontramos una paradoja —otro recurso místico para expresar lo inefable—: a escuras y segura. La oscuridad normal nos hace caminar inseguros, pero esta oscuridad, en el sentido explicado, permite al alma elevarse con seguridad hacia Dios.

El alma avanza segura y encuentra una luz especial que transforma la “noche oscura” en “noche dichosa”; que propicia el encuentro con el Amado, a quien se alude mediante una perífrasis:

adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

La estrofa quinta es una pura exclamación afectiva. Mediante el paralelismo sintáctico: ¡oh ,noche que guiaste / oh noche que juntaste… y la repetición anafórica de noche, el alma exalta sus valores positivos: noche guiadora, noche amable, noche que junta a los amantes.

A partir de la sexta estrofa, comienza la vía unitiva. Mediante el polisíndeton, se agolpan las acciones agradables, tomadas del amor profano: y yo le regalaba / y el ventalle de cedros aire daba. Mediante la metáfora, el poeta identifica el aire que mueve las hojas de los cedros con un abanico que refresca a los amantes. En la séptima estrofa, hay un cambio de escenario: el lugar de encuentro es las almenas de un castillo, por donde pasa el aire. Es en esta estrofa donde se produce el éxtasis místico: y todos mis sentidos suspendía.

En la última estrofa, se alcanza el clímax: el alma se une al Amado y descansa del largo camino. Mediante la aliteración del sonido /m/, se carga de afectividad y amor esta escena:

Quedéme y olvidéme;
el rostro recliné sobre el Amado
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

Los recursos que vertebran y confieren unidad al poema se basan en la repetición, en todos los componentes de la lengua. En la primera parte, los significados parecen repetirse de lira en lira. Se repite la idea de noche, la idea de salida nocturna y la idea de secreto. También se repiten frases enteras a modo de estribillo:

  • ¡Oh dichosa ventura! (estrofas 1 y 2)
  • A oscuras… (estrofa 2)
  • Oh noche… (estrofa 5)
  • Amado con Amada… Amada en el Amado (estrofa 5)

Se repiten ciertos fonemas para sugerir la idea que se pretende comunicar. Así, la aliteración de /s/ en el estribillo: estando ya mi casa sosegada, que sugiere la idea de silencio y soledad. Y lo mismo ocurre con la aliteración de /m/ en la última estrofa.

Conclusión

Este poema es típico de la poesía mística de San Juan de la Cruz. Mediante repeticiones y elementos intensificadores, la estructura perfecta del poema e imágenes tomadas del amor humano, el poeta ha logrado transmitir las sensaciones que el alma experimenta en su camino ascendente hasta alcanzar la unión mística con Dios.

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