21 May
Análisis del Acto II de La Casa de Bernarda Alba
Este fragmento pertenece a “La Casa de Bernarda Alba”, obra escrita por Federico García Lorca, nacido en 1898, quien fue un gran dramaturgo y poeta español de gran influencia para la literatura española del siglo XX. Lorca vivió asolado por la guerra civil española y pertenece a la corriente literaria de la Generación del 27, la cual se nombra de esta forma por la consagración de un grupo de jóvenes artistas que se reunieron para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora. (dentro de ella) También se encuentran otros autores como Pedro Salinas, Alberti o Jorge Guillén. Este movimiento literario supone una importante renovación de la poesía española, mezclando lo clásico y tradicional de la poesía hispánica y los nuevos movimientos “vanguardistas” que van apareciendo en la época. A lo largo de su vida, Lorca experimentará continuamente con los géneros, temas y personajes y creará un teatro poético de una índole muy personal.
Contexto de la Obra
Sus obras teatrales, y en concreto la denominada “trilogía lorquiana” (Bodas de Sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba) cuentan con una profunda unidad temática: el protagonismo encarnado en personajes femeninos, el destino trágico, la muerte, el conflicto entre la realidad y el deseo, el amor imposible… La obra de La Casa de Bernarda Alba se divide en tres actos:
- En el primero se presenta a los personajes, los antecedentes y el conflicto.
- En el segundo acto, se desata el conflicto.
- En el tercer acto, el desenlace, donde tiene gran protagonismo el amor inalcanzable perseguido y frustrado.
Análisis del Fragmento
El fragmento que se comenta, presenta una de las últimas escenas del II acto de la obra. La criada advierte que se ha producido un gran alboroto en la calle. Bernarda y sus hijas se asoman para saber el motivo. La Poncia cuenta que se debe a lo ocurrido con la hija de la Librada: tuvo un hijo, lo mató y lo escondió bajo unas piedras, pero unos perros lo encontraron y lo depositaron junto a su puerta. Ahora el pueblo la persigue y quiere matarla.
Bernarda manda a la Poncia a enterarse de todos los detalles que rodean al escándalo público, momento en el que las dos hijas aprovechan, para comenzar a discutir sobre la relación sexual que tuvo Adela con el prometido de su hermana (Pepe el Romano). (tras la vuelta de la Poncia) Mientras, Martirio y Bernarda reaccionan apoyando la crueldad del pueblo, Adela, la defiende, y además, al agarrarse el vientre, intuye su posible embarazo. (se siente identificada)
Tema Principal y Temas Secundarios
El tema principal de este fragmento es la deshonra que supone que una mujer sin marido mantenga relaciones e incluso tenga un hijo (represión sexual de la mujer, brutalidad del pueblo). Aunque se pueden observar otros temas secundarios como los celos y la envidia de Martirio hacia la relación amorosa de su hermana.
Estructura
Estructura Externa
Con respecto a la estructura externa, se trata de un texto en prosa, de género dramático/teatral, compuesto de diálogos y descripciones en las acotaciones. Este, se desarrolla rápido, y las intervenciones a lo largo del texto son cortas.
Estructura Interna
En cuanto a la estructura interna de este fragmento, podemos afirmar que el diálogo producido se divide en tres partes.
- En primer lugar, la criada anuncia sobre lo ocurrido en la calle y de este modo, salen de la escena.
- En segundo lugar, Martirio y Adela se quedan en escena y comienzan a discutir, es decir se desencadena el conflicto.
- Y por último, vuelve a entrar la Poncia y, comienza a contar lo que está sucediendo, y así mismo, las hijas se posicionan a lo que sucede.
Personajes
En cuanto a los personajes, en esta escena son Bernarda, Martirio y Adela las que intervienen principalmente. Asimismo se puede contemplar la tensión presente en el ambiente en la casa. Las intervenciones de Bernarda, hacen ver su carácter cruel, autoritario y opresivo. Ella defiende la honra y la decencia antes que el bienestar de sus hijas: “Y que pague la que pisotea su decencia”. Martirio se caracteriza por su resentimiento y envidia. Ella está enamorada de Pepe y es la primera en percatarse de que Adela también lo está. Por otra parte Adela es la más joven de las hijas y junto a la abuela Maria Josefa, encarna la rebeldía y la libertad. Aunque quizás en esta escena, exprese su frustración con respecto a la mujer que están persiguiendo debido a que se identifica con ella.
Por último, también aparece en escena, la Poncia, la cual, interviene en las conversaciones, da consejos y advierte. Considera como honra suya la de la casa, por lo que espía a las hermanas e informa a Bernarda de lo que sucede, aunque esta no lo cree.
Simbolismo y Espacio
De este modo, se puede demostrar el principio de autoridad, por parte de Bernarda y su crueldad con respecto a la mujer. Pero, también, podemos demostrar el principio de libertad el cual se puede reflejar en Adela, sintiéndose identificada, en cierto modo, con la Librada. Cabe señalar que el espacio tiene una vital importancia porque a medida que avanza la obra este también cambia, cómo vemos con las paredes que inicialmente tienen un color blanco, que en cada acto se van oscureciendo a medida que se va perdiendo la pureza y la virginidad de Adela. En el caso del fragmento, se aprecia cómo la casa es percibida por los personajes como un lugar asfixiante debido a la presión ejercida por Bernarda, encontrando un único contacto con el aire libre en el patio interior de la casa. Esto se ve reflejado en “¡Vosotras, al patio!”
Además, mediante las acotaciones se alude a ese miedo de sobrepasar que va hacia el exterior con “Entran Martirio y Adela, que se quedan escuchando y sin atreverse a dar un paso más de la puerta de salida”.
Tiempo
Todo sucede en el verano, sin que se precise el tiempo externo exacto que transcurre entre el primer acto y el último. Aunque hay también, un tiempo no representado, que son los hechos que suceden pero que no se representan en escena. Por otro lado, el tiempo interno es lento porque es un reflejo de la monotonía y aburrimiento de la vida en la casa.
Lenguaje y Estilo
El texto es una obra literaria, ya que se desarrolla una historia ficticia con un lenguaje elaborado, caracterizado por su simbolismo, connotación y realismo. Por ello, una de las funciones del lenguaje predominantes es la poética. Aunque también se encuentra la apelativa, cuando se dirige a un personaje a otro o cuando intenta conmover, o incluso dirigiéndose al público. Y por último, también encontramos la expresiva, ya que el autor expresa su opinión sobre la sociedad del momento y sus emociones y sentimientos a través de los personajes.
El lenguaje del fragmento es sencillo y popular, y conlleva el uso de frases cortas y tajantes como; ¡De ninguna! ¡Martirio, déjame!, que en ocasiones, pueden mostrar brusquedad. Cabe destacar que Lorca incorpora con gran naturalidad un lenguaje poético, incluyendo diversos recursos estilísticos.
Recursos Estilísticos
- Símil o comparación: “He ido como arrastrada por una maroma.”. Éste es empleado para remarcar que Adela no quería caer en los encantos de Pepe el Romano, pero ha sido cautivada por ellos involuntariamente.
- Metáfora: “Agradece a la casualidad que no desaté mi lengua.”, con el fin de reflejar la maldad de Martirio, amenazando a Adela con revelar su oscuro secreto.
- Hipérbole: “dando unas voces que estremecen los campos”. para recalcar lo espantado que estaba todo el pueblo al descubrir el pecado que había cometido la soltera embarazada.
- Oraciones exhortativas y exclamativas: ¡Primero muerta! O ¡Querer no es hacer!, los cuales son empleados para incluir gran expresividad.
- Frases interrogativas: “¿un hijo?”.
- Infinitivo con valor imperativo: “¡Acabar con ella!”
Simbolismo
- Carbón: representa el castigo que merecen los pecadores que incumplen las normas por su relación con el fuego “carbón ardiendo en el sitio de su pecado”. Por otro lado, el color y la textura del carbón crea una imagen de marca o mancha a la mujer que quieren señalar.
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