26 May

Clasificación del texto

Estamos ante un texto histórico-circunstancial de carácter jurídico, pues se trata de un texto objetivo para poner fin a una guerra y, dada su división en artículos, escrito en forma de ley. Este “convenio” fue firmado el 31 de agosto de 1839 en el cuartel general de Vergara (Vitoria), por los militares Rafael Maroto, nacido en Lorca, y Espartero, a quien se alude al final del texto como “El Duque de la Victoria”, título otorgado por la Regenta, precisamente por la paz lograda con los carlistas mediante este “convenio”, que también recibe el nombre de “abrazo de Vergara”. Se trata de un texto de fuente primaria, público y nacional pero con el ejército carlista como destinatario concreto.

Contexto histórico

Coetáneamente a la Guerra Carlista, María Cristina tuvo la misión de consolidar el liberalismo por la vía político-social. Para ello inició un acercamiento a los absolutistas moderados (doceañistas).

Mandará a formar gobierno a Martínez de la Rosa, que redactará el Estatuto Real en 1834, se trata de una carta otorgada que no reconoce la soberanía nacional, es un liberalismo censitario para las clases acomodadas. El Estatuto Real provocó la división del liberalismo entre moderados (soberanía compartida, Cortes y rey) y progresistas (soberanía solo de las Cortes).

En verano de 1835 los progresistas inician una serie de revueltas contra la política conservadora de los moderados. Ante esto María Cristina nombra a Mendizábal (progresista) presidente del gobierno. Las medidas desamortizadoras de Mendizábal lo enfrentaron a la nobleza y el clero provocando su destitución por María Cristina. Pero tras el golpe de los Sargentos de La Granja (1836) María Cristina lo nombra de nuevo y entra en vigor la Constitución de 1812 hasta la aprobación de una nueva. Éste gobierno aprueba la Constitución de 1837 que se caracteriza por la vuelta a la soberanía nacional y la aconfesionalidad del Estado. La convocatoria de elecciones de 1837 fue ganada por moderados y contó con el apoyo de la Regenta provocando un levantamiento progresista que llevó a la renuncia de María Cristina y el nombramiento de Espartero (progresista) como Regente en 1840. La consecuencia de esta consolidación y la Guerra Carlista se unen en la regencia de Espartero, quien gobernó de manera autoritaria.

En 1842 aprueba un arancel que favorece la entrada del textil inglés amenazando la industria catalana. Esto provocó un levantamiento en la ciudad de Barcelona que Espartero reprimió bombardeando la ciudad. Ante esto, en 1843, presentó su dimisión.

Análisis del texto

Estamos ante un fragmento del “Convenio de Vergara”, que analizamos en tres partes que se corresponden con tres artículos de este: en el primer artículo, Espartero se compromete con los carlistas a pedir al gobierno el mantenimiento del sistema foral otorgado por Felipe V al País Vasco y Navarra por su apoyo en la Guerra de Sucesión.

Para terminar con la Primera Guerra Carlista consiguiendo una verdadera paz, Espartero se compromete en el segundo artículo a, no solo permitir la transición de cualquier miembro del ejército carlista al liberal, sino además, a respetarlo e incluso mantener su cargo tras dar el mencionado paso que implica un juramento a la Constitución progresista de 1837, elaborada por el gobierno de Mendizábal, y fidelidad a la reina y a la regenta, su madre María Cristina. En el último artículo queda claro que la transición al ejército liberal no es una obligación, pues aquellos que no quieran marcharán para el retiro con el sueldo según su rango. En este artículo volvemos a apreciar de nuevo el deseo de Espartero de terminar con el conflicto carlista de la manera más pacífica y con las menores consecuencias posibles. El convenio de Vergara puso fin a una guerra iniciada por los carlistas para defender las ideas absolutistas y sus derechos dinásticos bajo el lema “Dios, patria, fueros y rey”, contando con los apoyos sociales de la nobleza rural y parte del clero y el campesinado de País Vasco, Navarra y algunas zonas de Aragón, Cataluña y Valencia.

Esta guerra tendrá tres fases diferenciadas:

  1. 1833-1835: es el momento en el que se organiza el ejército carlista en el territorio Vasco-Navarro. Esta fase termina con el asedio a Bilbao y la muerte del General carlista Zumalacárregui.
  2. 1835-1836: encontramos las llamadas expediciones carlistas, con el objetivo de llevar esta ideología al resto de España.
  3. Finales de 1837: comienza con la división del carlismo pero sobretodo destacamos el ataque del ejército liberal dirigido por Espartero a Bilbao. Como último reducto, tras la negociación de este convenio, quedará un núcleo de resistencia en el Maestrazgo dirigido por Ramón Cabrera. En mayo de 1840 Espartero pone fin a esta resistencia.

Conclusión

Entre 1833-1840 se llevó a cabo en España una consolidación del liberalismo por dos vías paralelas: la política-social mediante la regencia de María Cristina y la militar mediante la lucha contra el ejército carlista, que terminaron uniéndose en la figura de Espartero, militar que fue regente desde su nombramiento en 1840, tras ganar la Guerra Carlista, hasta su dimisión en 1843. Como consecuencia las Cortes adelantaron la mayoría de edad de Isabel II comenzando su reinado con una Década Moderada (1843-1854). Las elecciones de 1844 fueron ganadas por los moderados y fue nombrado presidente de gobierno el general Narváez, por tanto se llevó a cabo un acercamiento a los moderados con un gobierno que adoptó un liberalismo conservador sin apoyo de las clases populares.

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