21 Sep
Problemas de la industria en España
En primer lugar, la dependencia energética, donde cerca del 80% de la energía consumida en España debe importarse del exterior como petróleo, gas y carbón. España solo es autosuficiente en energía nuclear y energías renovables. Por otro lado, la reducción de la competitividad económica debido al elevado gasto energético, que eleva los costes de las industrias frente a otros mercados como el asiático. También la deficiente inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) siendo poco más de la media de la UE. Y finalmente, desde principios del siglo XXI la deslocalización, el traslado de la actividad industrial a otros países, generalmente subdesarrollados o en vías de desarrollo, para abaratar costes principalmente por las grandes multinacionales en un mundo globalizado. La consecuencia más directa de esto último es el aumento del desempleo.
Transporte multimodal
Es el traslado de mercancías desde su procedencia hasta el destino utilizando para ello más de un medio de transporte (terrestre, marítimo, fluvial, aéreo) a nivel internacional con contratos de transportes distintos según cada caso. En la actualidad, la UE y España lo fomentan para corregir el predominio de la carretera, para evitar la duplicación de infraestructuras y ahorrar energía. El transporte multimodal de viajeros incluye los intercambiadores de viajeros. El transporte multimodal de mercancías tiene corredores formados por infraestructuras de transporte y por nodos o puntos donde confluyen los diferentes modos de transporte. En ellos se ubican las plataformas logísticas, o áreas donde se planifica y organiza el transporte de mercancías.
Áreas logísticas
Las áreas logísticas son instalaciones en las que tiene lugar la consolidación, almacenamiento, embalaje, descomposición y otras funciones relacionadas con el manejo de mercancías. Su objetivo es proporcionar servicios de valor añadido al transporte de mercancías, que permanecen en el área durante períodos cortos de tiempo. Se ubican próximas a las principales rutas y/o terminales de transporte. Principales áreas logísticas son:
Centro Logístico Madrid
Centro neurálgico de la logística española, pasando por ella tanto el corredor de Henares que comunica con Barcelona, como el eje sur con parques de almacenes logísticos en pueblos como Valdemoro y Getafe. Hasta aquí llegan y se distribuyen productos procedentes de puertos como el de Valencia a través de la A3 y de Lisboa por la A5 y hasta Sevilla por la A4. También la atraviesa el corredor Atlántico procedente de la costa Norte de nuestro país.
Centro Logístico Barcelona
Tiene sus entradas de mercancías ya sea a través de su puerto donde tiene instalación de almacenaje y reparto principal y a través de carretera con el resto de Europa, pero es en la periferia de la misma aprovechando las vías que unen Valencia y Zaragoza donde se distribuyen el resto de la gran cantidad de metros cuadrados que tiene destinados a las instalaciones.
Puerto de Valencia
Se convierte en el primer puerto con mayor número de transporte a través de contenedores siendo también uno de los principales de Europa. Por Valencia transcurre el corredor del Mediterráneo que une con Barcelona y el resto de Europa terminando en Algeciras.
Puerto de Algeciras
El Puerto de Algeciras primer puerto de España en cuanto a tráfico total de mercancía y primero del mar Mediterráneo. El complejo industrial de la Bahía de Algeciras es el más grande de Andalucía y el segundo complejo más grande de España. Hasta aquí llega el Corredor del Mediterráneo y el de Henares.
Centro Logístico Vitoria
Por el Norte consigue convertirse en un centro estratégico de almacenamiento y reparto gracias sobre todo a su ubicación (A1 y líneas ferroviarias) y las inversiones que realizó el País Vasco en este sector.
Características del sistema español de transporte
El sector terciario incluye actividades económicas que consisten en prestar utilidades de todo tipo a las empresas y personas pero sin producir bienes materiales o tangibles. Las actividades terciarias son muy variadas, destacando entre ellas las del transporte, que consiste en prestar la utilidad de poner en contacto a productores y consumidores y facilitar el desplazamiento de productos de consumo, bienes de producción y personas. Características:
- Un medio físico desfavorable para el transporte debido a la orografía montañosa que dificulta el trazado de las vías de comunicación, obligando a la construcción de estructuras que encarecen y dificultan la ejecución, puentes.
- Su trazado radial y centralizado con centro en Madrid, muy perceptible en las redes ferroviaria y de carreteras.
- Los desequilibrios territoriales entre regiones, tanto por la densidad de redes viarias como en la calidad de las mismas. La tendencia es que las regiones con mayor grado de desarrollo tengan mejores comunicaciones, lo cual es, a su vez, un factor de desequilibrio.
- El fuerte desequilibrio hacia el transporte por carretera, que supone efectos de sobrecarga en el transporte de personas y de mercancías.
- Su gran desarrollo ha producido un enorme aumento de la red de transportes, ligado al proceso de descentralización de competencias sobre el transporte en favor de las Comunidades Autónomas.
- El transporte ejerce un fuerte impacto negativo sobre el medio ambiente.
Principales formas de transporte en España
La red de carreteras
El transporte por carretera es el de mayor importancia y su red ejerce gran influencia en la articulación del territorio. Concentra el 90% del transporte de viajeros y más del 95% del de mercancías. Fue en el siglo XVIII cuando se estableció una red de carreteras de ámbito nacional y cuando se diseñó la estructura radial que unía el centro Madrid con los principales puertos del litoral. Esta es la base del actual mapa de carreteras. En 1926 se impulsó el Plan de Firmes Especiales, que pretendía adaptar la red a las nuevas condiciones del transporte y a los nuevos vehículos. Pero en los años 60 la red española de carreteras presentaba grandes carencias y era insuficiente para las necesidades derivadas de la motorización del país. Por eso, entre 1967-71 se acometió el Plan REDIA (Red de Itinerarios Asfálticos) que tenía como objetivos la ampliación del ancho de calzada, la mejora de la pavimentación y la señalización, la corrección de trazados y la dotación de arcenes en las principales rutas. Las actuaciones se centraron en los seis grandes ejes que forman el soporte del modelo radial (Nacionales I a VI), con lo que éste quedó definitivamente consolidado. También se aprobó el Plan de Autopistas, que proyectaba un sistema de autopistas de peaje que no llegó a concluirse. Sus objetivos fueron cubiertos a partir de los años 80 con el Plan de Autovías a partir del desdoblamiento de calzada de las principales carreteras nacionales y que, una vez concluido, constituiría el soporte básico de la red viaria. Esto no resolvió todas las necesidades, de ahí la puesta en marcha del Plan de Infraestructuras (1993-2007), que pretendía mejorar las conexiones con Francia y Portugal, completar la red de alta intensidad de tráfico, descongestionar las vías radiales y favorecer la comunicación interregional mediante la construcción de autovías transversales. El resultado final es una red de carreteras con más de 165.000 kilómetros, de los que el 10% son autovías y autopistas de peaje. La red básica del Estado depende de la Administración central y asegura la comunicación interregional. La red autonómica es la más extensa (más de 70.000 kilómetros). Por último están las redes locales y comarcales. En conjunto, la red de carreteras presenta grandes diferencias regionales en cuanto a densidad, naturaleza de las vías y calidad de las mismas y, aunque influyen otros factores, las comunidades más desarrolladas tienen mejores infraestructuras.
La red ferroviaria
Las primeras líneas ferroviarias que se abrieron al tráfico en la Península fueron el de Barcelona a Mataró (1848) y el de Madrid a Aranjuez (1851). Desde entonces la construcción y explotación de líneas ferroviarias estuvo en manos de compañías extranjeras. Con relación a Europa los ferrocarriles españoles presentaban la diferencia de su mayor ancho de vía, que se consideró necesario para ganar en estabilidad ante los desniveles del terreno y el trazado sinuoso. Al término de la Guerra Civil, la red estaba muy deteriorada y su explotación era deficitaria, por lo que las compañías no tenían mucho interés en mantener sus concesiones. Por eso, en 1941 pasó al Estado, decisión que propició la creación de RENFE. La red de transporte ferroviario está compuesta por tres redes básicas:
- RENFE (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles), que es la principal.
- FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), se ubica sobre todo en las regiones de la cornisa Cantábrica.
- AVE (Alta Velocidad Española) cuya red se inauguró en 1992 (Madrid-Sevilla) y sigue en construcción, suponiendo una auténtica revolución en el transporte ferroviario.
La longitud actual de la red ferroviaria, ahora con ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), supera los 15.000 km de ferrocarril de vía convencional y unos 2.000 de vía estrecha. La red ferroviaria tiene una disposición radial con centro en Madrid. La red convencional sigue presentando deficiencias: en su trazado, en su conservación y en sus equipamientos. Existe además un fuerte desequilibrio en el equipamiento ferroviario entre regiones. El problema del mayor ancho de vía sigue siendo un grave obstáculo para las comunicaciones con Europa, a pesar de las mejoras tecnológicas que facilitan la rápida modificación del ancho de los ejes de los trenes y vagones.
El transporte marítimo
Las características más importantes que presenta son las siguientes:
- Los puertos españoles no presentan en general buenas condiciones técnicas y están necesitados de mejoras, pese a que en las últimas décadas se han llevado a cabo importantes transformaciones.
- Hay un total de 46 puertos debido a la localización geográfica del país, con un gran contraste entre el tráfico de mercancías, que es muy importante (sobre todo en los puertos de Algeciras, Barcelona, Valencia y Bilbao) y el de pasajeros, que es muy reducido, salvo en el Estrecho con el paso desde Algeciras a Marruecos, y en las islas Baleares, cuyos ferrys enlazan con puertos mediterráneos como Barcelona.
- Ha aumentado el transporte de mercancías por barco, tanto de productos voluminosos no pesados como de petróleo.
- La aparición de buques de mayor tonelaje, que exigen mayor calado y unas instalaciones portuarias específicas, ha desplazado la importancia portuaria hacia el Atlántico, cuyos puertos están mejor situados respecto a las grandes rutas.
- El transporte fluvial se reduce a Sevilla único puerto interior de significado histórico.
- Las infraestructuras portuarias tienen un gran impacto sobre el territorio costero y sobre el litoral.
El transporte aéreo
El avión es un medio de transporte cada vez más competitivo en el transporte de pasajeros a larga distancia gracias al descenso reciente de las tarifas aéreas debido a la existencia de líneas de bajo coste. Por eso se ha producido en los últimos años una mejora considerable en las infraestructuras aéreas con la construcción de nuevos aeropuertos y la remodelación de los existentes. La red de aeropuertos comerciales españoles está formada por unos 50 y organizada jerárquicamente según la importancia del tráfico que reciben: Madrid, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Barcelona. La mayor compañía aérea española es Iberia, que desde 1997 dejó de pertenecer al Estado y se privatizó. Fue justo a partir de ese año cuando se liberalizó el tráfico aéreo y se inició una época de gran crecimiento en el tráfico de pasajeros. El de mercancías apenas si ha crecido, ya que su transporte es muy costoso y no se pueden desplazar grandes cantidades de materiales o cargas muy pesadas. Gran parte del volumen de pasajeros en los principales aeropuertos españoles se vincula a los vuelos charter (no regulares) relacionados con el turismo. Finalmente, el tráfico aéreo produce un importante impacto ambiental y es también muy contaminante debido a la quema de combustible.
Factores del desarrollo turístico en España
El sector terciario incluye las actividades económicas que consisten en prestar utilidades de todo tipo a las empresas y personas pero sin producir bienes materiales o tangibles. Las actividades terciarias son muy variadas, destacando entre ellas las del turismo, de singular importancia en nuestro país. El turismo incluye variadas actividades relacionadas con la prestación de servicios a las personas que visitan lugares distintos a los de su residencia, incluyendo por tanto los servicios hoteleros, hosteleros. Con todo esto tenemos diferentes factores que explican el fenómeno del turismo en España:
Factores físicos
- España presenta rasgos físicos que favorecen el desarrollo de la principal modalidad turística, la de sol y playa, dada la extensión de sus costas y unas condiciones climáticas en las que destacan la sequía y las temperaturas cálidas estivales características del clima mediterráneo, el más extendido en nuestro país, características que se extiende a todo el año en el caso de las Islas Canarias gracias a su clima subtropical junto a la proximidad geográfica de España a otros países europeos como Francia.
Factores humanos
- El aumento de poder adquisitivo de las clases medias en Europa junto a las mejoras laborales ha posibilitado desde el final de la Segunda Guerra Mundial un aumento del turismo exterior. Pese a su desarrollo y modernización reciente, España aún presenta unos precios competitivos y un aura de exotismo cultural favorecido. Además, se une la mejora en las infraestructuras de transporte y la calidad del servicio hotelero.
Los espacios turísticos españoles
Hasta mediados de la década de los 50 del siglo XX el turismo era una actividad minoritaria y elitista. Desde los años sesenta, España ha experimentado un gran desarrollo turístico, debido a la planificación económica franquista, que entendió el turismo como un importante factor de desarrollo para financiar las instalaciones industriales y equilibrar el déficit comercial.
El turismo de sol y playa
En 1960 el número de visitantes superó los 6 millones, abriéndose en este momento una etapa de crecimiento continuo que duró hasta 1973. En este período se pusieron las bases del modelo turístico español de masas, que requirió la construcción de apartamentos y hoteles, y dio lugar a la precipitada urbanización de los litorales, muchas veces regida por la especulación y carente de planificación. Era un modelo turístico caracterizado por una abundante oferta dirigida a clientela masiva, de poder adquisitivo medio-bajo, alojada en hoteles de playa y apartamentos de categoría intermedia. En 1973 el ritmo expansivo quedó interrumpido, recesión motivada por el incremento de los precios del petróleo, la crisis económica, el ocaso del franquismo y los balbuceos de la transición democrática. A partir de 1976 se inició una nueva fase de crecimiento sostenido, que duró hasta 1989, y cuya principal característica junto al aumento de turistas extranjeros fue la incorporación de los españoles al turismo de playa. Desde 1989 puede hablarse de crisis o agotamiento del modelo turístico tradicional, aunque el número de turistas y los ingresos que proporcionan han seguido creciendo con un repunte importante desde principios del siglo XXI con el boom inmobiliario y la compra de segunda residencia. En cuanto a las áreas de alta densidad turística destacamos: las Islas Baleares, la Costa Brava, la Costa Blanca, la Costa del Sol y las islas Canarias. En las costas cantábricas se desarrolla en zonas donde es posible el turismo de sol y playa mezclado con el paisaje natural, destacando las Rías gallegas, las costas de Asturias.
El turismo de interior
La demanda es tanto extranjera, procedente principalmente de países europeos, como nacional, esta última creciente en los últimos años gracias al aumento del nivel de vida. Empezamos por el turismo cultural, centra su atención en las visitas a monumentos o museos en ciudades como Segovia que son Patrimonio de la Humanidad; el turismo natural, se fija en el patrimonio ambiental de parques y parajes naturales como los Picos de Europa; rural, se dirige a disfrutar de las condiciones culturales y ambientales de las zonas rurales por una población cada vez más urbanizada; de congresos, aprovecha estos eventos para desarrollar actividades lúdicas en el entorno; de deportes de invierno, centrado en el disfrute de estas actividades en estaciones de invierno como Sierra Nevada.
La importancia económica del turismo en España
El turismo es un fenómeno reciente en lo que se refiere a la gran importancia económica que ha llegado a adquirir y a la fuerte impronta espacial que presenta en determinadas zonas. La gran importancia de España en el ranking internacional del turismo se pone de manifiesto tanto por el número de visitantes como por el volumen de divisas. Así, con un porcentaje que supone en ambos conceptos un 7% aproximadamente respecto al total mundial, España se colocó en 2022 en el tercer lugar con 71,6 millones de turistas internacionales, aunque la dependencia económica del sector turístico es mucho más fuerte. La transcendencia socio-económica es además muy grande por tres razones:
- Los ingresos procedentes del turismo exterior contribuyeron al desarrollo económico de los años 60 y del quinquenio 1985-1990. Actualmente las divisas ingresadas por turismo vienen a financiar el 150% del déficit comercial, y suponen una cuarta parte del valor de las importaciones españolas.
- En 2022 el turismo representó el 12% del PIB.
- El turismo es, además, una fuente fundamental de ocupación de la población activa. En el conjunto de España totaliza un 8,5 % de la población activa española. A ello hay que añadir el fomento de la actividad constructora a que ha dado lugar, con su ocupación de personas y la creación de industrias complementarias en torno a la construcción.
Los problemas derivados del turismo
La actividad turística supone contrapartidas económicas. Surgen problemas de saturación, especialmente debidos a que la actividad turística predominante es la de sol y playa, muy estacional salvo en el caso de Canarias. Esto provoca una saturación de las infraestructuras, tanto turísticas como generales, y de servicios básicos como el sanitario durante los meses de verano y su infrautilización durante el invierno. También la alta densidad de construcción y especulación del suelo, así como la transformación del medio físico o natural por la contaminación de playas, destrucción de bosques y ecosistemas. Otros problemas son la desaparición de la fauna y especies vegetales autóctonas por la alteración del paisaje con colmenas de apartamentos en algunas ciudades costeras, redes de transporte, los teleféricos, parques de acuáticos o campos de golf con un gasto considerable de los recursos hídricos del lugar o los cañones de nieve artificial en numerosas estaciones de esquí. Finalmente, se ha tratado de dar soluciones como la implantación de la ecotasa que grave la actividad turística, como en Baleares que consiste en cobrar una cantidad a cada turista o empresa turística, para invertir ese dinero en la conservación del medio.
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