22 Nov

Estructura Temporal y Narrativa

En cuanto al tiempo, el tratamiento retrospectivo es un rasgo distintivo de la novela de los años sesenta y su técnica más innovadora. La historia se desarrolla en menos de veinticuatro horas, pero la narración no avanza cronológicamente, sino que presenta continuos saltos temporales. Aparte del día del crimen, se incluye el sumario realizado doce días después, las entrevistas con protagonistas y testigos veinte años después, y el tiempo del narrador que escribe la crónica, veintisiete años después.

Respecto a la estructura de la novela, esta es cíclica. En el fragmento se observan referencias temporales como: “media vida”, “una madrugada de vientos”, “diecisiete años”. Los hechos narrados en el fragmento ocurren años después de los eventos principales de la obra. El primer capítulo se centra en las acciones de Santiago Nasar la mañana de la llegada del obispo. El segundo capítulo narra los acontecimientos que involucran a los novios: Bayardo llega al pueblo y se casa con Ángela; la noche de bodas, descubre que la novia no es virgen y la devuelve; Ángela acusa a Santiago. El tercer capítulo presenta a los gemelos Vicario anunciando que buscan a Santiago para matarlo. El cuarto capítulo describe la autopsia del cadáver y el entierro de Santiago, así como la partida de las familias de los novios del pueblo. Ángela se instala en una aldea remota y escribe cartas a Bayardo durante diecisiete años, hasta que un día él regresa por ella. El quinto capítulo relata el desarrollo del asesinato y su impacto en la gente del pueblo. Se podría decir que hay dos dispositivos de cierre: por un lado, la muerte de Santiago y, por otro, el reencuentro de los esposos.

Estilo y Lenguaje

La prosa de García Márquez es sencilla y directa, aunque cargada de simbolismo. Mezcla el estilo periodístico y realista con el estilo mítico heredado del realismo mágico. Se observa el uso de un registro coloquial: “muerta de risa”, ”carajo” y “tripas”, que contrasta con el nivel literario de otras expresiones como: “certidumbre”, “recíprocas” y “furtiva”.

Perspectiva Narrativa

El narrador de este fragmento es omnisciente, conociendo todo acerca de los personajes. Sin embargo, los hechos a lo largo de la obra se reconstruyen desde varias perspectivas: el personaje secundario amigo de Santiago Nasar, el propio pueblo que relata sucesos al juez y al narrador, o el narrador omnisciente que escribe para elaborar una crónica con la información recopilada.

Recursos Literarios

En cuanto a los recursos literarios, encontramos:

  • Antítesis: para destacar los sustantivos “amor” y “odio”.
  • Metáforas: “más encendía las brasas de su fiebre”, “en prueba de mi amor te envió mis lágrimas”.
  • Enumeraciones: “se volvió lucida, imperiosa, maestra de su albedrío”, “al principio fueron esquelas de compromiso, después fueron papelitos de amante furtiva, billetes perfumados de novia fugaz, memorias de negocios, documentos de amor…”.
  • Polisíndeton: “y volvió a ser virgen solo para él, y no reconoció otra autoridad que la suya ni más servidumbre que la de su obsesión”.
  • Hipérbole: “escribió una carta semanal durante media vida”, “otra maleta igual con casi dos mil cartas”.
  • Personificación: “carta febril”.
  • Paralelismo: “seis veces cambiaron la empleada del correo, y seis veces consiguió su complicidad”.

Análisis Morfológico y Sintáctico

Existen sustantivos concretos: “tripas”, “amigas”, “máquina”, “lágrimas”, “cuerpo”, por el carácter realista del relato. También hay sustantivos abstractos: “destino”, “odio”, “amor”, “rencor”, “servidumbre”, ya que se alude a los sentimientos. Con relación a los adjetivos, se pueden destacar: “rencor feliz”, “casada devuelta”, “carta semanal”, “amante furtiva”, que son especificativos, pues seleccionan y restringen el significado del sustantivo al que acompañan.

Predominan las formas verbales en pretérito perfecto simple: “descubrió”, “dijo”, “reconoció”, “escribió”, “fueron”, “cambiaron”, “consiguió”, “habló”, que indican acción terminada, ya que los hechos se narran muchos años después. También se usa el pretérito imperfecto: “estaba”, “empezaba a caer”, “necesitaba”, “tenía”, “llevaba”, que expresa acción no terminada y se usa para describir. Encontramos sinónimos como “casada” y “esposa”, y antónimos como “amor” y “odio”.

En cuanto a las oraciones, aparecen simples, como la que inicia el segundo párrafo: “Escribió una carta semanal durante media vida”, pero hay un predominio de las compuestas: “Una madrugada de vientos, por el año décimo, la despertó la certidumbre de que él estaba desnudo en su cama”, que es una subordinada sustantiva de complemento del nombre; “Seis veces cambiaron la empleada del correo, y seis veces consiguió su complicidad”, que es una coordinada copulativa. La variedad de oraciones aporta cohesión al texto.

La modalidad oracional usada en este fragmento es la enunciativa, ya que se da información sobre un hecho, y exclamativa (era el carajo).

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