09 Nov

El Barroco

En esta etapa, una actitud pesimista y desengñada determina los temas literarios, que son la muerte y la religiosidad. Se utilizan con frecuencia la sátira y la ironía. El afán realista puede dar lugar a la inclusión de peculiares motivos temáticos: la deformidad y la fealdad. Las corrientes y los esquemas métricos heredados del Renacimiento se complican ahora en un estilo ornamental y un intento de exprimir todas las posibilidades del lenguaje, en busca siempre de originalidad, brillantez e ingenio. La literatura barroca se divide en dos corrientes:

El conceptismo

Se propone ahondar en las posibilidades del idioma, llegar a una expresión depurada de las ideas a través del ingenio, estimulando la reflexión del lector en unos casos, y su sentido del humor en otros. Autores clave: Quevedo y Gracián.

El culteranismo

Se distancia del lenguaje habitual para sorprender al lector y crear una forma de expresión específica para la literatura, sobre todo para la poesía. Tiene un estilo muy complejo y lleno de latinismos y de sugerencias sensoriales. Autor clave: Góngora.

A este siglo se le llama el Siglo de Oro de la literatura española.

Lírica Barroca

La poesía conceptista

Se caracteriza por buscar múltiples significados que posee una palabra. Su estilo se basa en las asociaciones de ideas, dilogías y en los neologismos. El ingenio es su principal recurso, que se manifiesta mediante juegos de palabras y llamativos paralelismos, y abundantes recursos expresivos como la antítesis, paradoja, metáfora e ironía, etc.

Quevedo

Su obra expresa preocupaciones universales, pero transmite la vida en aquella época. Su obra lírica es muy variada y abundante. Utiliza el tono serio y reflexivo, apasionado, el burlón y expresa el sentimiento amoroso, la fugacidad de la vida y hace agudas críticas y sátiras. También son variados los esquemas métricos: sonetos, romances, silvas, canciones, etc.

Poesía metafísica

Sus temas son morales, filosóficos y religiosos, de tono grave, que ofrecen una visión pesimista de la vida. El poeta se muestra preocupado por la fugacidad del tiempo y desengañado por lo vanas que resultan todas las cosas destinadas a desaparecer. Autor clave: Heráclito el cristiano.

Poesía amorosa

Retoma los elementos de la tradición petrarquista, pero adapta estos tópicos a la perspectiva de su propia época. En esta perspectiva, el amor se muestra como una fuerza que permanece más allá del final de todas las cosas. El amor para Quevedo es contradictorio, ya que te salva, pero al ser inalcanzable es una frustración más. Ejemplo: «Canta sola Lisi».

Poética satírico-burlesca

Los construye a raíz de ingeniosos juegos de palabras y metáforas y un léxico muy variado. El objetivo del autor es el humor y, sobre todo, la crítica de algunos personajes reales de la época. Se trata de relatos de tipo social, de ámbitos diferentes, como el mundo de la justicia, el hampa o oficios diversos. También ridiculiza tópicos literarios.

La poesía culterana

El estilo culterano se caracteriza por las alusiones a la mitología, la metáfora, elementos sensoriales, hipérbatos y estructuras latinas, y el uso de cultismos. El culteranismo explora el idioma a través de su brillantez y sonoridad. Autores clave: Conde de Villamediana y Pedro de Rojas.

Góngora

Se caracteriza por llevar al extremo los rasgos culteranos, de forma que existe el término gongorismo para designar una modalidad más compleja y retorcida del culteranismo. Podría hablarse de un doble Góngora, ya que hay una poesía más accesible (poesía popular) y otra más hermética (la obra culterana).

Poesía popular

Góngora retoma la métrica tradicional castellana para abordar temas como: amorosos, burlescos, mitológicos. Destacan los romances pastoriles, amorosos y caballerescos, a los cuales les introduce un estribillo.

Los sonetos

Escribió numerosos sonetos con temas como: amorosos, satíricos, de circunstancias y morales.

La obra culterana: Polifemo y las Soledades

Polifemo es un poema escrito en octavas reales. Polifemo, enamorado de Galatea, le declara su amor, pero esta está enamorada de Acis, y Polifemo es rechazado, y este asesina a Acis aplastándolo con una piedra. La sangre de Acis se convierte en un río. Este poema posee todas las características de la poesía gongoriana: acumulación de recursos expresivos, léxico sensorial y colorista, cultismos y sintaxis latina.

Soledades es un poema escrito en silvas. El poema narra la historia de un náufrago que sufre un desengaño amoroso y llega a una costa donde es acogido por pastores. Comienza una nueva vida en el campo, lejos de la corte. Defiende la vida en la naturaleza. Frecuencia de alusiones mitológicas.

Poesía clasicista

Poetas que optan por una mayor fidelidad al petrarquismo. En este grupo destacan los hermanos Argensola, que tienen una gran influencia de los clásicos, aunque adaptada a los temas y circunstancias de su época. Mayor representante: Lope de Vega.

Lope de Vega

La obra poética de Lope es muy extensa y tiene diversas influencias y variadas modalidades, como: lírica culta y lírica popular. Sus vivencias personales se reflejan claramente en sus versos, sobre todo las amorosas y las de tema religioso. Sus primeras composiciones son romances, los que dedicó a Elena Osorio y los de carácter pastoril y morisco. También publicó sus Rimas, que es un libro de variados temas y composiciones en el que aparecen dos importantes poemas épicos: La hermosura Angélica y La Dragontea. También publica las Rimas sacras, cuyos poemas evidencian una evolución hacia la poesía espiritual, fruto de la crisis personal en que se hallaba durante esta etapa de su vida.

La prosa barroca

La novela

Hay corrientes idealistas como la novela de caballerías, pastoril y la bizantina, pero las modalidades más relevantes en el Barroco son la novela cortesana y la picaresca.

La picaresca

El Guzmán de Alfarache

Guzmán nos cuenta sus oficios y preocupaciones, relata su viaje a Italia para buscar a unos parientes. A continuación, nos narra su regreso a España, donde es encarcelado por robo y condenado a galeras. La obra termina con el arrepentimiento del protagonista, lo cual marca la intención didáctica.

El Buscón

Relata el proceso mediante el cual un joven se convierte en un pícaro o en un criminal. Pablos proviene de una familia de delincuentes de Segovia. Se relatan su etapa como criado de un noble, un clérigo tacaño con quien pasa hambre, su estancia en Alcalá, donde se convierte en pícaro, la muerte de su padre ahorcado, la vida de delincuencia que inicia justo después, dedicado a la estafa, al soborno, al engaño de mujeres, a las trampas en el juego, y que culmina cuando se convierte en asesino. La novela termina cuando Pablos huye de la justicia, marchándose a América.

La novela cortesana: María de Zayas

Sus rasgos son la extensión breve, los argumentos con tendencia al enredo y las intrigas, y la tendencia didáctica. Las novelas de Zayas empiezan con lances amorosos y ofrecen un análisis de la pasión. Como piezas clave están el erotismo y la denuncia de la desigualdad de sexos. Se compone de dos obras: Desengaños amorosos y Novelas ejemplares y amorosas, formando ambos por 10 novelas. En ellas podemos apreciar la influencia cervantina, como el refinamiento de los escenarios, dosis de idealismo, introducción de fragmentos en verso.

Proyecto inicial cervantino

Parece ser que Cervantes leyó un anónimo Entremés de los romances en el que un labriego enloquece por la lectura del Romancero; en un primer momento decide escribir una novela corta en la que un hidalgo enloquecía por la lectura de novelas de caballerías. Por lo tanto, aquella pequeña pieza teatral inspiraría los primeros capítulos de nuestra obra, pero pronto Cervantes se percató de las múltiples posibilidades de ese proyecto inicial. Lo que no debemos olvidar es que la obra nunca abandonaría la parodia de las novelas de caballerías, a las cuales consideraba que se apartaban de la realidad y estaban pésimamente escritas.

El Quijote de Avellaneda

Cuando trabajaba Cervantes en la segunda parte de su obra, en el verano de 1614, se publica El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha por un autor llamado Alonso Fernández de Avellaneda. La obra se lee con interés, pero no se puede comparar con su modelo original y, poco a poco, se va uno percatando de que es una simple imitación de los personajes cervantinos. Sobre el argumento de Avellaneda, solo decir que don Quijote… termina recluido en un manicomio en Madrid.

Segunda parte: 1615

En la segunda parte de la obra, Cervantes es consciente del éxito de su obra. Han pasado diez años y se han multiplicado las ediciones de esta. Incluso Quijote y Sancho, al inicio de la segunda parte, comentan animados lo famosos que se han vuelto por la crónica de Cide Hamete. En la tercera salida vivirán nuevas aventuras: el Palacio de los Duques, el gobierno de la Ínsula Barataria, los enfrentamientos de don Quijote con el Caballero de los Espejos o el de la Blanca Luna, y no olvidemos la respuesta de Cervantes a la incursión de Avellaneda en su mundo literario. Después de ser derrotado en las playas de Barcelona por el Caballero de la Blanca Luna, regresa a casa desencantado, derrotado anímica y físicamente, y muere cristianamente rodeado de su familia.

Diferencias y semejanzas entre las dos partes

Diferencias

  • El cambio de título que hemos aludido: de hidalgo a caballero.
  • La primera parte está dividida, a su vez, en cuatro partes, frente a la segunda, que no tiene divisiones.
  • Inclusión en la primera parte de poemas iniciales, frente a la segunda, que carece de ellos.
  • La mayor cantidad de palos que recibe don Quijote en la primera parte, frente a la escasez en la segunda, e incluso alguna victoria.
  • Predominio de los espacios rurales (con clases bajas) en la primera parte, frente a núcleos urbanos (y clases sociales altas).
  • La transformación de la realidad de don Quijote en la primera parte, frente a la segunda parte, en la que la realidad viene transformada por los demás.
  • La interpolación de novelas extensas, ajenas a la trama, en la primera parte, frente a la brevedad de las historias en la segunda.

Semejanzas

  • La segunda parte emana directamente de la primera.
  • En ambas partes se abordan los mismos temas, con los mismos artificios constructivos, estilo o recursos estilísticos, como veremos.
  • Los personajes son los mismos, a excepción de Sansón Carrasco, cuya función en la segunda parte sería la misma que el cura y el barbero en la primera.
  • Igual vaguedad espacial en la geografía manchega.
  • Carácter episódico e itinerante de ambas partes.
  • Una distribución simétrica en los núcleos narrativos.
  • Las constantes referencias a la primera parte incluidas en la segunda.

Técnicas narrativas

El narrador y la técnica del manuscrito encontrado

A partir del capítulo IX, Cervantes ensaya con el manuscrito encontrado, inventa un historiador moro al que atribuye la autoría, un traductor que la vierte al castellano y se sitúa él mismo como segundo autor, que, mediante un narrador omnisciente, nos entrega la obra a los lectores. En la obra se entremezclan cuatro voces narrativas manejadas por Cervantes: Cide Hamete (autor del manuscrito encontrado). Es la parodia del sabio autor de una historia antigua que relata las hazañas de un héroe de novela de caballerías. Por lo tanto, Cervantes nos recuerda a la estructura de las cajas chinas: él inventa un narrador, este inventa a Alonso Quijano, quien, a su vez, inventa a don Quijote, que, a su vez, se inventa un mundo con personajes sacados de novelas de caballerías… De lo real a la fantasía, es decir, la ficcionalización de la realidad.

Las novelas intercaladas

Como ya hemos comentado, la inclusión de novelitas con historias secundarias, algunas ajenas a la trama central, destaca más en la primera parte que en la segunda. Son historias de diversos personajes con quienes se van encontrando Quijote y Sancho, y van narrando sus historias y sus vidas. Dichas interpolaciones le fueron criticadas a Cervantes en su tiempo.

Las referencias metaliterarias

La metaliteratura o metaficción se define como la ficción que trata sobre la ficción. Por tanto, encontramos diversos elementos metaliterarios: Cervantes aparece citado como autor de La Galatea (I, VI). Antes de la quema de libros, se hace una crítica de los libros de la época en boca del cura y el barbero. Sansón Carrasco, en la segunda parte, comenta el contenido y el éxito obtenido de la primera parte de El Quijote (se han convertido en personajes literarios). En el capítulo (I, XLVIII) se critica el teatro lopesco: «espejo de necedades, disparates y lascivia». El propio Quijote de Avellaneda aparece (II, LIX), ya que enseñan a nuestro protagonista un ejemplar, y, más tarde, Cervantes incluye a Álvaro Tarfe, personaje del apócrifo, en su obra.

El perspectivismo

El perspectivismo múltiple se observa a lo largo de toda la novela, ya que no existe una única voz narrativa ni se ofrece un único punto de vista sobre los hechos narrados. Dicha voz del narrador se completa con las visiones de cuantos han intervenido en el proceso narrativo. Este relativismo afecta incluso al perspectivismo lingüístico. Vamos a comentar algunos ejemplos:

  • Cuando se comenta la primera aventura de don Quijote, unos afirman que fue la de los molinos, otros la del puerto Lápice y otros afirman que ese día, en particular, no sucedió nada.
  • Respecto al nombre del hidalgo, se barajan diversidad de nombres: Quijada, Quesada, Quejana, Quijana…
  • También es conocido como el Caballero de la Triste Figura y Caballero de los Leones (también nombres más irónicos como don Azote o don Gigote).

Los personajes: su evolución y simbolismo

La profundidad y el dinamismo de los personajes de la obra, que no solo viven aventuras, sino experiencias, nos sitúan ante una novela moderna. Nuestros protagonistas son antihéroes complementarios que evolucionan a lo largo del relato. Deberíamos huir de las propuestas simplistas que asocian a don Quijote con la locura, el idealismo o la fantasía, y a Sancho con el realismo o la sensatez. Esta obra, como otras cervantinas, plantean el protagonismo dual, por lo que nos centraremos en sus dos personajes principales, aunque no únicos.

Don Quijote

Es un personaje ambiguo que oscila entre la locura y la cordura: un «loco cuerdo», que suscita a la vez la risa y la admiración. Valores que representa: el valor, la libertad, el amor, la justicia. Al principio, se le caracteriza como un hidalgo que ha perdido la razón a causa de la lectura de novelas de caballerías. En la segunda parte, serán los demás los que le transformen la realidad. Poco a poco, se va volviendo más cuerdo, más prudente en sus aventuras, por lo que los críticos han comentado que se va produciendo una simbiosis y empatía en los personajes por influencia mutua: sanchización (Quijote) y quijotización (Sancho). Al final, el proceso culmina con el desengaño y el abandono que lo conducirá a la muerte.

Sancho Panza

En un principio, es la sombra burlesca del protagonista, un consejero y ayudante que, con humor, dice las verdades y resulta una mezcla de necio y listo a la vez. No olvidéis tampoco que Sancho es el nexo de unión entre don Quijote y los lectores, ya que nos sirve como guía de los estados de ánimo de este y para contrastar el sueño quijotesco con la realidad. Su afecto y fidelidad hacia su amo van creciendo a lo largo del relato y, como decíamos anteriormente, ese personaje materialista, sencillo, pragmático, se va transformando y contagiando del idealismo de su señor. Su quijotización ya es patente en la primera parte, cuando imita la fabla caballeresca, en su actitud en la batalla de los cueros de vino… y se consuma en la segunda parte con su actitud ante su mujer, con el encantamiento de Dulcinea, en su lenguaje elevado en el gobierno de Barataria… hasta que, en el lecho de muerte, le propone a don Quijote que se dediquen la vida pastoril.

Podríamos mencionar otros personajes importantes en la obra, como Dulcinea, Sansón Carrasco, Roque Guinart, Ginés de Pasamonte.

Estilo

Los personajes se muestran de manera realista, es decir, que cada uno de ellos se expresa de acuerdo con su caracterización: don Quijote, con un lenguaje retórico y elevado de las novelas de caballerías; y Sancho, con un lenguaje popular, sencillo y humorístico, lleno de refranes, de un personaje nacido del pueblo.

El estilo de Cervantes también se caracterizará por el uso de:

  • La ironía
  • La parodia
  • El humor y la comicidad
  • Diferentes estilos y niveles de habla en los diálogos (a los anteriormente comentados podríamos mencionar el habla rústica de los cabreros, la germanía de los galeotes…).
  • Voces de diferentes lenguas (italianismos, arabismos…).
  • Recursos como antítesis, juegos de palabras, sinonimias, elipsis, símiles, metáforas… son constantes a lo largo de este relato magistral.

Trascendencia y traducciones de Don Quijote

Como ya hemos afirmado, nuestra obra es considerada el punto de partida de la novela moderna por diferentes aspectos, como la configuración de un antihéroe complejo que evoluciona, por la recreación realista del espacio y la sociedad… Por todo lo estudiado anteriormente y por más que nos queda por estudiar…, se puede afirmar que El Quijote es una obra esencial en la literatura universal (solo la Biblia es superior en ediciones y traducciones).

Ya en el siglo XVII tuvo más de treinta ediciones y se tradujo al italiano, alemán, francés, holandés e inglés.

Proféticas son las palabras de Sansón Carrasco: «y a mí se me trasluce que no ha de haber nación ni lengua donde no se traduzca» (II, 3) y las del mismo Quijote: «por mis valerosas, muchas y cristianas hazañas, he merecido andar ya en estampa en casi todas o las más naciones del mundo. Treinta mil volúmenes se han impreso de mi historia, y lleva camino de imprimirse treinta mil veces de millares, si el cielo no lo remedia» (II, 16)… y el cielo no lo remedió.

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