18 May
Elegía a Ramón Sijé
Elegía a Ramón Sijé. Miguel Hernández. Este poema fue escrito en 1936 por el dramaturgo español Miguel Hernández. Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela (Alicante) el 30 de octubre de 1910, pertenece a la generación del 36 segundo hijo varón en el seno de una familia numerosa y humilde. Su padre fue pastor. Tempranamente, cumplidos los 15 años, la débil economía familiar reclama el trabajo del joven Miguel. Haber dejado de estudiar no supone el abandono de la lectura, todo lo contrario, las horas en el campo propician la lectura apasionada de todo libro que cae en sus manos. Con el tiempo Miguel se va incorporando en la tertulia de Ramón Sijé. Muere su primer hijo y su segundo hijo nace cuando la guerra toca fin pero el poeta es encarcelado. Ramón Sijé era un íntimo amigo del poeta, estudió bachiller, los dos nacidos en Orihuela, establecen amistad en la infancia, pero es en su adolescencia cuando el vínculo que les une se hace más fuerte. Ramón Sijé murió en su pueblo en Nochebuena de 1935. Dio lugar a una de las obras más conocidas del poeta Miguel Hernández «Elegía», incluida en su libro «El rayo que no cesa». Se trata de un texto literario: el mensaje literario se caracteriza porque su fin primordial es crear una sensación de belleza a través de una lengua expresiva en la que predomina el valor connotativo de la palabra. El texto Elegía a Ramón Sijé es un poema que pertenece al género lírico, éste se caracteriza por la expresión de los sentimientos del autor ante un hecho concreto. El autor de esta composición poética es Miguel Hernández. Por lo que se refiere al subgénero es una elegía, pues los sentimientos que expresa el poeta son de dolor por la muerte de su amigo Ramón Sijé. Este poema es la composición más famosa de «El rayo que no cesa», obra publicada en 1936. Miguel Hernández nació en Orihuela en 1910 y murió en 1942, su poesía sirve de transición entre la poesía de la Generación del 27 y la de posguerra.
Análisis del contenido
El tema del texto es el dolor tan intenso que el poeta siente por la muerte de su amigo Ramón Sijé. Por lo que se refiere a la estructura interna del poema, éste se puede dividir en tres partes: – Primera parte: Estrofas 1-5: El autor expresa la aceptación de la muerte de Ramón Sijé y el dolor que la pérdida de su amigo le produce. – Segunda: Estrofas 6-9: El poeta se rebela ante la muerte de su amigo y siente rabia y rechazo. – Tercera: Estrofas 10-14: En esta última parte del poema se expresa la esperanza del futuro reencuentro. En cuanto a la estructura externa el poema se compone de versos endecasílabos, así pues, versos de arte mayor. La estrofas son tercetos encadenados con rima consonante de acuerdo con el siguiente esquema: ABC BCB CDC…
Análisis de la forma
Señalaremos, a continuación, algunas figuras literarias empleadas por el poeta para sugerir sensaciones y transmitir emociones relacionadas con el tema del texto: el intenso dolor por la pérdida de un ser querido. El autor siente un dolor tan grande que para expresarlo se vale de las siguientes hipérboles: «tanto dolor se agrupa en mi costado, / que por doler me duele hasta el aliento», «No hay extensión más grande que mi herida». En ocasiones el dolor se transforma en rabia: así la aliteración – repetición de un sonido, en este caso la r – nos pone de relieve esta idea. Aparece en los versos: «Quiero escarbar la tierra con los dientes, / quiero apartar la tierra parte a parte… / Quiero minar la tierra hasta encontrarte / y besarte la noble calavera / y desamordazarte y regresarte». El paralelismo y la anáfora de los versos: «No perdono a la muerte enamorada, / no perdono a la vida desatenta, / no perdono a la tierra y a la nada», insiste en la idea de no aceptación, de rechazo de la muerte de un amigo joven. La idea de la muerte de una persona joven se expresa a través de la personificación «Temprano levantó la muerte el vuelo / temprano madrugó la madrugada…». También hay personificación, además de antítesis, en «muerte enamorada» y «vida desatenta»: parece como si la muerte se hubiera enamorado de Ramón Sijé y se lo hubiera llevado con ella ante la falta de atención de la vida que no se lo ha impedido. En la última parte del texto la actitud del poeta se vuelve más resignada y esperanzada: al corazón de su amigo muerto se refiere con la metáfora: «terciopelo ajado» y lo relaciona con una naturaleza agradable (huerto, higuera, flores, rosas, almendro…) en la que espera volverlo a encontrar.
Crónica de una muerte anunciada
Este fragmento es del 4º capítulo de la obra «Crónica de una muerte anunciada», publicada en 1981. Su autor Gabriel García Márquez, nació en Aracataca en el hogar de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez. De pequeño fue dejado al cuidado de sus abuelos maternos. Su trayectoria como escritor comenzó como periodista, aunque a partir de los 50 desarrolla una intensa labor como narrador. El último libro del autor fue «Del amor y otros demonios» publicado en 1994. La producción literaria del escritor se centra dentro de la corriente narrativa. La caracterización de los personajes principales es la siguiente: Angela Vicario: joven tímida con los hombres. Acepta la boda con Bayardo por imposición familiar. Angela es devuelta a su familia tras la boda al descubrir su pérdida de la virginidad. Bayardo San Román: hombre de mediana edad, honesto y atractivo. Escandalizaba a las mujeres. Es una de las víctimas de lo ocurrido. La obra no avanza cronológicamente de modo lineal. Esta estructura no lineal la verifica el autor aportando al texto: pausas descriptivas, etc. La novela está ambientada en el pueblo natal de Gabriel García Márquez. La acción de la novela podemos adecuarla en años cercanos a nuestra época. Nos encontramos ante un texto cohesionado por procedimientos tanto gramaticales como léxicos. Encontramos diversos mecanismos de cohesión gramatical, así el autor se hace presente en el texto mediante el uso de la 1º persona gramatical: «me ocurría». La deixis espacial se desarrolla en el mismo lugar: el pueblo. La deixis temporal: luego. Se aprecian además elementos de referencia textual: adjetivos: feliz, det numeral: dos mil. Determinan las formas verbales del pretérito perfecto simple: escribió o bien en pretérito pluscuamperfecto: había visto. En el nivel sintáctico las estructuras narrativas se manifiestan en las oraciones enunciativas en relevancia de complementos circunstanciales de lugar (allí en la casa de enfrente). Asimismo abundan las oraciones subordinadas adverbiales, sobre todo temporales y las coordinadas copulativas. Además de la narración hay estructuras descriptivas. Las focalizaciones son los textos de puntuación representados por un «guion». En cuanto a mecanismos de cohesión léxica, encontramos: Antónimos: soltera / casada y sinónimos: correo / carta. En el texto se utilizan varios marcadores discursivos: conectores de adecuación: primero, conectores de adición: «también». Podemos decir que la obra «Crónica de una muerte anunciada» pertenece al género novela. Debemos destacar que la obra pertenece al estilo ante un texto estándar (desde el punto de vista diatópico) y desde el punto de vista diafásico el texto se caracteriza por el empleo del registro coloquial y del diastrático el texto nos revela que el autor posee un nivel culto. La intención comunicativa de Gabriel García Márquez es entretener al lector. La modalidad oracional predominante es la enunciativa ya que el emisor presenta su enunciado afirmando o negando. Otra modalidad es la exclamativa: ya que el emisor manifiesta sus sentimientos. En el texto encontramos distintas funciones del lenguaje: La función predominante es la función referencial: el autor narra la historia de modo objetivo. Función emotiva: en algunos capítulos se relaciona con la muerte. Función poética: El autor intenta llamar la atención con esta función. En el texto encontramos algunas figuras retóricas: Antítesis: el odio y el amor son pasiones recíprocas, metáforas: «más encendida las brasas de su fiebre», «En prueba de mi amor te envío mis lágrimas», sinestesias: «más calentaba también el rencor…», enumeraciones: «Se volvió lúcida, imperiosa, maestra de su albedrío…», «Al principio fueron esquelas… volver», polisíndetos: «y volvió a ser virgen solo para él, y no reconoció otra autoridad que la suya». Los elementos de la comunicación: Emisor: Gabriel García Márquez. El tema principal de la obra es la narración.
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