28 May
Luces de Bohemia y la realidad política y social
Luces de Bohemia de Valle-Inclán, cuya primera edición fue en 1920 y la segunda en 1924, se contextualiza en un momento dramático y convulso en España. El autor quiere mostrar las circunstancias sociopolíticas de una España empobrecida. Los acontecimientos históricos mencionados tienen su referencia patente en la obra. La acción se desenvuelve entre 1910 y 1920, aludiendo a personajes y situaciones históricas antes mencionadas de forma clara y evidente. Valle-Inclán critica a Maura, García Prieto, Serrano y Alfonso XIII.
Luces de Bohemia muestra una realidad social preocupante, uno de los temas principales de la obra: el enfrentamiento entre dos mundos: el de las víctimas del poder y el de los poderosos. Entre las víctimas más escalofriantes están el obrero catalán y el niño muerto. Las voces del coro delimitan los intereses económicos de los burgueses y el dolor de los marginados.
Max Estrella es una víctima de la situación social: la incomprensión, la miseria, el hambre y el desprecio por la cultura. Los poderosos son los que explotan y dan respuestas equivocadas e injustas. En ellos, el engaño y el fraude son lo principal, destacando la actuación policial contra Max, el Ministro, Serafín y Zaratustra. Se fustiga el capitalismo, contrastado con el hambre y la miseria del pueblo.
La religiosidad es otro elemento social que se discute en la obra, donde se define como tradicional y vacía. El lenguaje que utilizan los personajes es una muestra de las diferencias sociales. El habla madrileña y los vulgarismos de algunos personajes son el reflejo de una adecuación del léxico a la realidad, ya que en otras circunstancias, la situación de utilizar un habla inadecuada al personaje provoca una visión grotesca.
Modernismo y 98 en Luces de Bohemia
Estos dos movimientos literarios convivieron en España en el siglo XX. Luces de Bohemia es la creación de un autor con inicios poéticos en el Modernismo, pero que se considera de la Generación del 98. La obra está inspirada en el autor modernista Alejandro Sawa y otros modernistas, reales o ficticios.
Aparecen rasgos específicos del estilo modernista como el cosmopolitismo, el pitagorismo, el esoterismo y las alusiones mitológicas. Otras características del Modernismo son el lenguaje cuidado, es decir, la abundancia de recursos retóricos, el uso de la prosa poética, un lenguaje sensorial y el uso de neologismos y cultismos.
En el lenguaje se mezclan rasgos de los dos movimientos. En esta obra se encuentra el léxico cuidado, de gran plasticidad, propio de la manera culta del reformismo y el afán indagador y de recuperación lingüística del 98. El lenguaje de Luces de Bohemia sobresalta por su riqueza y los registros empleados. Al lenguaje sensorial y brillante se le añaden coloquialismos y arcaísmos. Aparecen diversos tonos y modalidades para caracterizar a los personajes, ya al servicio de la parodia. El lenguaje se convierte en una manera de retratar la sociedad española.
Otro rasgo del Modernismo y el 98 es la valoración de la literatura y la literaturización de la vida en todas sus manifestaciones, y también la influencia literaria se plasma en las citas textuales. Hay referencias, algunas muy elaboradas y otras más puntuales, a diversos autores y obras.
Aparte de estos dos movimientos, la influencia del 98 se manifiesta en Luces de Bohemia con temas como los problemas de España, que tiene mucho peso en la obra, y las referencias históricas que aparecen. También aparecen situaciones de la vida cotidiana de la época y se muestra la preocupación característica del 98, como en el tema de la muerte.
Los personajes de Max Estrella y don Latino en Luces de Bohemia
Max Estrella
Es un poeta andaluz, ciego y lunático, basado en Alejandro Sawa, inspirador de la bohemia española, que vivió en París y murió en Madrid ciego y loco. Su nombre en la obra adquiere un valor irónico, ya que el pseudónimo de Max es Mala Estrella por la mala suerte y su fama de escritor frustrado, ya que está representado como un inadaptado.
Valle-Inclán lo presenta como un héroe, aunque en verdad él se ve solo y abandonado; la miseria, la ceguera y no poder trabajar lo llevaron al suicidio. El Ministro, amigo de Max, atribuye su fracaso a la poca voluntad que puso, pero en verdad había sido no haber querido cambiar su forma de vida a tiempo.
Es un personaje complejo que no es noble, pero a veces tiene momentos de grandeza. Es orgulloso, tiene sentimientos de superioridad y predomina la violencia verbal por su frustración y ceguera. Tiene unas características contradictorias, desafía a la autoridad y propone la guillotina eléctrica. Cree que podrá superar su situación tocándole la lotería; además, tiene una personalidad muy marcada.
Don Latino
Es un fantoche, con él simboliza el espíritu latino, y es un personaje que no sabe lo que es y acepta el papel de perro de Max. Es un cobarde y su lealtad queda en entredicho, ya que lo estafa y se queda con su dinero, incluso le roba la cartera cuando se está muriendo, con el décimo premiado dentro. Es tan mezquino como cobarde y su actitud es evasiva cuando es atacado y sumisa ante la autoridad. Es un personaje cínico e irónico que se expresa con un lenguaje recargado, lleno de coloquialismos y modismos madrileños.
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