19 Feb

Antonio Machado: Vida, Exilio y Poesía

Traslado y Añoranza

Buscando alejarse de los paisajes y rincones que le recordaban a su amada, Machado solicita el traslado de Instituto y se marcha a Baeza (imagen a la izquierda). Sin embargo, tampoco allí encuentra la paz interior. La nostalgia por la capital y por Castilla lo llevan de nuevo a Soria, donde le sorprendería la Guerra Civil.

Reconocimiento y Teatro

Su fama ya era considerable; en 1927, fue elegido miembro de la Real Academia Española de la Lengua, aunque nunca llegó a pronunciar el discurso de ingreso. Durante los años veinte y treinta, escribió teatro junto a su hermano, también poeta, Manuel, estrenando varias obras, entre las que destacan La Lola se va a los puertos (1929) y La duquesa de Benamejí (1931). En 1932, recibe un homenaje en su querida Soria (imagen inferior derecha).

Guerra Civil y Exilio

Cuando estalló la Guerra Civil española, se encontraba en Madrid. Posteriormente, se trasladó a Valencia y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure, donde falleció en febrero (fotografías inferiores).

Estilo Poético y Obras Clave

Su poesía se caracteriza por su precisión y sencillez en el lenguaje. Plasma un paisaje realista de Castilla, deteniéndose en lo abrupto, pobre y monótono de los detalles, desde una perspectiva noventayochista, para interiorizarlos y reflejar en ellos sus propias vivencias. Encuentra en esa pobreza la sencillez que impulsa la grandeza del espíritu que formó al gran pueblo castellano, capaz de las mayores proezas. Busca que su poesía se asemeje, en sencillez y fuerza expresiva, a ese paisaje (“Campos de Soria”). Sus poemas reflejan el dolor por la patria.

Entre sus obras poéticas, destacan Soledades, galerías y otros poemas (1903), Campos de Castilla (1912), Nuevas canciones (1925) y La guerra (1938).

Miguel de Unamuno: Vida, Pensamiento y Legado Literario

Primeros Años y Formación

Nació el 29 de septiembre de 1864 en Bilbao (España). Hijo de Salomé de Jugo y de Félix de Unamuno, un comerciante que había hecho fortuna en México. Fue el tercero de seis hermanos. Su padre murió cuando él tenía cinco años.

Cursó estudios en la Universidad de Madrid, donde se doctoró en Filosofía y Letras con la tesis titulada Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca (1884). Fue catedrático de griego en la Universidad de Salamanca desde 1891 hasta 1901, año en que fue nombrado rector.

Pensamiento Filosófico y Político

Formado intelectualmente en el racionalismo y en el positivismo, durante su juventud simpatizó con el socialismo, escribiendo varios artículos para el periódico El Socialista, donde mostraba su preocupación por la situación de España. Inicialmente, se mostró favorable a su europeización, aunque posteriormente adoptaría una postura más nacionalista. Las influencias de filósofos como Arthur Schopenhauer, Adolf von Harnack o Sören Kierkegaard, entre otros, contribuyeron a que rechazara el racionalismo, contraponiendo la necesidad de una creencia voluntarista en Dios y la consideración del carácter existencial de los hechos. Sus meditaciones sobre el sentido de la vida humana, en las que juegan un papel fundamental la idea de la inmortalidad y de un dios, representan un enfrentamiento entre su razón, que lo lleva al escepticismo, y su corazón, que necesita desesperadamente de Dios. Sus dos grandes obras sobre estos temas son Del sentimiento trágico de la vida (1913) y La agonía del cristianismo (1925).

Exilio y Regreso

En 1914, fue obligado a dimitir de su cargo académico por sus ataques a la monarquía de Alfonso XIII. Fue confinado a Fuerteventura (Islas Canarias) en 1924 por su enfrentamiento con la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Más adelante, se radica en Francia, en exilio voluntario hasta 1930, año de la caída del régimen de Primo de Rivera. Regresó a su cargo de rector en Salamanca, que no abandonaría hasta su muerte.

Obra Literaria y Últimos Días

Su poesía exalta las tierras de Castilla, considerada la médula de España. Su narrativa comienza con Paz en la guerra (1897) y continúa con Niebla (1914), La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir (1933). Entre su obra poética, destaca El Cristo de Velázquez (1920), mientras que su teatro tuvo menos éxito, pues la densidad de ideas no va acompañada de la necesaria fluidez escénica. En este terreno, destacan Raquel encadenada (1921), Medea (1933) o El hermano Juan (estrenada en 1954).

Aunque al principio fue comprensivo con la sublevación del Ejército español, que enseguida encabezó el general Francisco Franco, pronto les censuró públicamente. En un acto celebrado en la Universidad de Salamanca, su comentario «venceréis, pero no convenceréis», provocó la respuesta del general Millán Astray, uno de los sublevados: «¡Viva la muerte y muera la inteligencia!». Sus últimos días los pasó recluido en su domicilio de Salamanca.

Miguel de Unamuno falleció el 31 de diciembre de 1936 en esta ciudad.

Deja un comentario