23 Dic
Lo Apolíneo, lo Dionisíaco y el Problema de Sócrates
El punto de partida de la filosofía de Nietzsche, reflejado en El nacimiento de la tragedia (su primera obra), se centra en el análisis de la tragedia griega. En ella, la vida se manifiesta como impulso vital y raíz de todo, ante la cual solo cabe una actitud de renuncia o de superación. Esta tragedia es el resultado de la fusión de dos fuerzas:
- Lo Apolíneo: Representado por Apolo, dios del sol y de la luz, simboliza la razón y se manifiesta en los personajes.
- Lo Dionisíaco: Representado por Dioniso, dios del vino, simboliza la pasión y el instinto, y se manifiesta en el coro.
La vida, por tanto, no es más que la tensión inagotable entre estas dos fuerzas contrapuestas. Nietzsche afirma que en la tragedia predominaba lo Dionisíaco, pero dicho elemento desapareció desde el momento en que Eurípides quitó importancia al coro. Sin embargo, es Sócrates el gran corruptor, ya que realiza una inversión de valores, dando primacía a lo racional sobre lo pasional, rompiendo así el equilibrio entre ambas fuerzas vitales. Por ello, Nietzsche lo llamará “El asesino de Occidente”, cuya labor será luego continuada por Platón, Aristóteles y el cristianismo. Nietzsche, por el contrario, plantea que es la pasión y no la razón lo que define al hombre, su esencia.
La Alternativa Positiva o Constructiva
En esta segunda etapa, Nietzsche propone una alternativa positiva a lo anteriormente destruido, basada en:
La Transmutación de los Valores
Nietzsche no propone vivir sin valores, sino invertir los actuales, es decir, invertir la moral occidental que es una negación de la vida, y establecer unos valores nuevos, que sean un sí a la vida. Cambiar los valores fundados en Dios por otros que permitan que el hombre se desarrolle.
Hombre y Superhombre
Para Nietzsche, el hombre no es un fin sino un puente tendido entre el animal y el superhombre. El hombre actual se resiste a evolucionar, y esto tiene el riesgo de volver a la animalidad primitiva o evolucionar hacia el superhombre.
El superhombre es el hombre del futuro, fruto de tres transformaciones o metamorfosis:
- El camello: Hombre actual, sumiso, mediocre, se limita a cargar con el peso que les da el cristianismo.
- El león: Hombre rebelde, valiente, dueño de sí mismo, que se rebela contra todo, pero que solo es capaz de destruir valores y no de crear.
- El niño: Simboliza al superhombre, inocente y sin prejuicios, ama esta vida y hace de ella un juego, está más allá del bien y del mal, puede crear valores y vive fiel a la tierra.
El superhombre es aquel hombre que ama la vida (tal y como es), tiene voluntad de poder, es fiel a la tierra, es dueño de su vida, es un espíritu libre, está más allá del bien y del mal (él decide lo que es bueno y malo), es contrario al igualitarismo (no teme las diferencias), es creador de sus propios valores (no sigue los ya creados), no sigue modas, le gusta el riesgo, y es duro consigo mismo y con los demás. Aunque el superhombre no ha llegado todavía, puede saberse cómo será analizando las grandes figuras de la historia.
El Eterno Retorno
Dijo Nietzsche del eterno retorno que era su pensamiento más profundo. Es una metáfora en la que afirma que debemos amar tanto esta vida como para estar dispuestos a repetirla eternamente, con sus alegrías y tristezas. Según esta doctrina, la vida personal de cada uno ya se ha vivido y se repetirá infinitamente, porque si el tiempo es eterno (no tiene principio ni fin) todo se ha vivido y a la vez todo está por vivir. Es por ello la vida una noria, gira sobre sí misma pero no avanza, solo se repite eternamente (Heráclito).
Nihilismo
No es una doctrina filosófica, es el destino de la cultura occidental, que al abandonar los valores ficticios (Dios), ha perdido el sentido de su vida. No es en cualquier caso algo definitivo, sino una situación temporal a superar, ya que permaneciendo en ella no podríamos vivir plenamente. El nihilismo tiene dos caras:
- Nihilismo negativo o pasivo: Consecuencia de la muerte de Dios, que lleva al hundimiento de la moral de esclavos y a una situación de deriva, “Si Dios no existe todo está permitido”.
- Nihilismo positivo o activo: Propone acabar con los valores anteriores que no se derrumbarán por sí solos, y crear una nueva tabla de valores; siendo esta fase del nihilismo la que dará lugar al superhombre.
Finalmente, Nietzsche afirma que la vida se rige por la voluntad de poder. Es una metáfora que representa el deseo del hombre de vivir más, ser más, superarse. Dicha voluntad es la única ley que rige la vida. Es por ello la esencia de la vida y el valor supremo del hombre.
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