14 Ene

Este documento es un texto político-económico de naturaleza jurídica, Puesto que en él se exponen los argumentos de Mendizábal frente a la reina para La aprobación de su desamortización

y su fuente es primaria debido a que son las palabras del político Plasmadas en la Gaceta de Madrid, el Boletín Oficial del Estado en aquella época. Este texto está dirigido a la regente María Cristina durante el gobierno progresista
Mendizábal

En Este texto destacan conceptos como amortización (reprimir o extinguir el Capital de un censo, préstamo o deuda), deuda nacional (deudas que tiene un Estado frente a particulares u otros Estados), riqueza muerta (propiedades que La Iglesia poseía en España que formaban parte de un patrimonio amortizado que No se podía vender y estaba exento de impuestos) y especulación mercantil (efectuar Operaciones comerciales o financieras con la esperanza de obtener beneficios Aprovechando las variaciones de los precios o de los cambios).

La Idea principal de este texto es el conjunto de beneficios de la desamortización Ideada por Mendizábal. Entre las ideas secundarias, destacan: producir Beneficios económicos para la reducción del déficit de la deuda española y la Financiación de las guerras, la venta de las tierras en “manos muertas” del Clero regular 

 La Agricultura era en estas fechas la más importante de las actividades económicas De España, pues generaba más de la mitad de la renta nacional, pero su Productividad se hallaba completamente estancada. Este diagnóstico de que la Agricultura era el mayor problema de la economía española data del pensamiento Económico de ilustrados como Jovellanos. Las primeras medidas, anteriores a las De Mendizábal, fueron las tomadas por Godoy durante el reinado de Carlos IV, Por las Cortes de Cádiz y por las legisladas durante el Trienio Liberal. Todas Ellas, sin embargo, habían sido contrarrestadas en los paréntesis absolutistas, Que habían anulado sus efectos.

El momento histórico en el que localizamos esta Desamortización eclesiástica de Mendizábal está determinado por la Primera Guerra Carlista entre los defensores de Isabel II, hija de la regente y Fernando VII; y los seguidores de Carlos María Isidro, a quien consideraban Heredero de la corona a pesar de la modificación que Fernando VII hizo en la Ley Sálica antes de morir.

El déficit de la hacienda española obligó a los Gobiernos a aplicar diversas medidas económicas para poder hacer frente a la guerra
Carlista y la pérdida de los ingresos coloniales a causa de la Emancipación de algunas colonias.

Después del régimen del estatuto real entre 1834 y 1835, el Conde de Toreno sustituyó a Martínez de la Rosa al frente del Gobierno. Durante su mandato de 4 meses aplicó importantes reformas con la Ayuda de Juan Álvarez Mendizábal, ministro de Hacienda (liberal progresista). Posteriormente, la regente llamó a Mendizábal para formar gobierno. Entre 1835 Y 1837 se realizó la transición política hacia el sistema liberal. El gabinete De Mendizábal reorganizó la Milicia Nacional y planteó modernizar la economía y Financiar y ganar la guerra mediante la desamortización de bienes del clero Secular.

La desamortización de Mendizábal consistíó en la Nacionalización de las propiedades rústicas y urbanas de la Iglesia y su venta Posterior en subastas públicas a particulares. Sus objetivos eran crear una Clase de nuevos propietarios liberales afines a la causa isabelina, sanear la Deuda pública, financiar las guerras y aumentar la productividad con la Consiguiente modernización de la agricultura. Estos objetivos no se Consiguieron.

Más tarde, durante la regencia de Espartero, se Realizó la venta de bienes del clero secular y se apostó por el librecambismo, Medidas que provocaron el inicio de la crisis de esta regencia y un Levantamiento moderado en 1843 por parte del general Narváez.

Ya en el reinado de Isabel II, durante el gobierno Moderado de Narváez, en 1844 se suspendíó la venta de bienes desamortizados y Se devolvieron a sus propietarios.

Finalmente, durante el posterior Bienio Progresista (1854-1856), con el gobierno presidido por Espartero; Pascual Madoz, ministro De Hacienda llevó a cabo una nueva desamortización con la que financió, entre Otros proyectos, la construcción del ferrocarril. Este segundo gran proceso Desamortizador se produjo en 1855 y afectó a bienes de la Iglesia y Municipales, que dejó sin tierras a muchos campesinos y llevó a la ruptura con La Santa Sede y el clero secular. Su aplicación provocó levantamientos y, junto Con otros problemas, forzaron la dimisión de Espartero.

Cuando entre 1836 y 1837 los progresistas llegaron Al poder, su pronóstico de que la desamortización crearía una gran masa de Nuevos propietarios no se cumplíó ya que en ese momento quienes compraron las Tierras eran quienes ya las tenían o quienes dispónían de posibilidades para Ello como funcionarios, militares o grandes comerciantes. No se creó esa clase Nueva de propietarios que explotaran profesionalmente la tierra sino que, Básicamente, la propiedad tan sólo cambió de manos, y tampoco cambiaron las Actitudes de los nuevos propietarios, que se convirtieron en una nueva Burguésía rentista agraria. Esta burguésía agraria, daría su apoyo al partido Moderado durante el resto del reinado de Isabel II. Si bien no se reformó en Profundidad el sistema de propiedad de la tierra, la desamortización de Mendizábal sí que sirvió para financiar la Guerra Carlista y sanear en parte la Hacienda Pública. Por otra parte, las medidas anticlericales de Mendizábal, no Sólo la desamortización sino también la supresión del cobro del diezmo, Modificaron, y en una concesión a los moderados, la redacción de la Constitución de 1837 en el sentido de declarar ésta su compromiso de financiar El culto católico.

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