03 Jun
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El Cinquecento o Alto Renacimiento es el periodo más famoso del arte italiano.
Ciertas condiciones explican dicho auge como el que las ciudades rivalizan en atraer genios que realicen obras para ellas o el avance en el conocimiento de las matemáticas, la geometría o la anatomía.El artista que investiga la Naturaleza y las leyes del Universo se independiza y puede exigir condiciones a la hora de realizar su obra. Florencia volverá a generar “algunas de las mentes directoras de la gran época”. Leonardo da Vinci se formó en un taller florentino, el de Andrea del Verrocchio. En éste taller Leonardo aprendíó las técnicas y métodos del arte coetáneo (perspectiva, color)
Y aportó además, como recogen sus cuadernos, estudios sobre diversos aspectos de la naturaleza.
“Él juzgaba que la misión del artista era explorar el mundo visible” basándose en el Empirismo. Lo vemos en Estudios de anatomía de uno de sus cuadernos. Sus obras: La Última Cena, mural del refectorio del monasterio de Santa María El tema bíblico era representado de forma nueva, con dramatismo y captando las reacciones de cada apóstol. Concilia las exigencias del Realismo con las del esquema dibujístico. Otra obra significativa es la Mona Lisa, retrato de una dama florentina. El verismo por agregación o por composición del Quattrocento no conseguía vencer la rigidez antinatural. Leonardo resuelve el problema: contornos no dibujados, formas vagas, colores suavizados permiten fundir una sombra con otra. Además Leonardo conoce que la expresión de un rostro reside en la comisura de los labios y las puntas de los ojos. Otro artista florentino destacable fue Miguel Ángel Buonarroti. Se forma en el taller de Domenico Ghirlandaio, que supo expresar el colorido de la época en temas religiosos. Miguel Ángel aprende los recursos técnicos del oficio. Además estudia a los maestros Giotto, Masaccio y Donatello y la escultura de la Grecia clásica. Le interésó la anatomía humana más que nada. Maestría en la ejecución de cada detalle, profusión y variedad de figuras, composición sencilla, gama de color sobria. Expresa el cuerpo humano en cualquier situación. Rafael Sanzio se formó en el taller del Perugino, artista que consigue el sentido de la profundidad sin romper la armónía del diseño y que domina el sfumato. En Roma Julio II le encarga frescos para algunas estancias del Vaticano que Rafael ejecuta con dibujo perfecto y composición armónica. Rafael consigue representar la belleza ideal por lo que abandona la observación de la Naturaleza. Rafael no siempre “idealiza” a sus figuras.
1.- Roma y Toscana en la primera mitad del Siglo XVI. La consecución de la armónía
Ciertas condiciones explican dicho auge como el que las ciudades rivalizan en atraer genios que realicen obras para ellas o el avance en el conocimiento de las matemáticas, la geometría o la anatomía.El artista que investiga la Naturaleza y las leyes del Universo se independiza y puede exigir condiciones a la hora de realizar su obra. Florencia volverá a generar “algunas de las mentes directoras de la gran época”. Leonardo da Vinci se formó en un taller florentino, el de Andrea del Verrocchio. En éste taller Leonardo aprendíó las técnicas y métodos del arte coetáneo (perspectiva, color)
Y aportó además, como recogen sus cuadernos, estudios sobre diversos aspectos de la naturaleza.
“Él juzgaba que la misión del artista era explorar el mundo visible” basándose en el Empirismo. Lo vemos en Estudios de anatomía de uno de sus cuadernos. Sus obras: La Última Cena, mural del refectorio del monasterio de Santa María El tema bíblico era representado de forma nueva, con dramatismo y captando las reacciones de cada apóstol. Concilia las exigencias del Realismo con las del esquema dibujístico. Otra obra significativa es la Mona Lisa, retrato de una dama florentina. El verismo por agregación o por composición del Quattrocento no conseguía vencer la rigidez antinatural. Leonardo resuelve el problema: contornos no dibujados, formas vagas, colores suavizados permiten fundir una sombra con otra. Además Leonardo conoce que la expresión de un rostro reside en la comisura de los labios y las puntas de los ojos. Otro artista florentino destacable fue Miguel Ángel Buonarroti. Se forma en el taller de Domenico Ghirlandaio, que supo expresar el colorido de la época en temas religiosos. Miguel Ángel aprende los recursos técnicos del oficio. Además estudia a los maestros Giotto, Masaccio y Donatello y la escultura de la Grecia clásica. Le interésó la anatomía humana más que nada. Maestría en la ejecución de cada detalle, profusión y variedad de figuras, composición sencilla, gama de color sobria. Expresa el cuerpo humano en cualquier situación. Rafael Sanzio se formó en el taller del Perugino, artista que consigue el sentido de la profundidad sin romper la armónía del diseño y que domina el sfumato. En Roma Julio II le encarga frescos para algunas estancias del Vaticano que Rafael ejecuta con dibujo perfecto y composición armónica. Rafael consigue representar la belleza ideal por lo que abandona la observación de la Naturaleza. Rafael no siempre “idealiza” a sus figuras.
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