09 Sep
Basílica de Majencio: La Innovación en la Arquitectura Romana
La llegada de la bóveda y el hormigón a la basílica modificó su estructura y cubierta, imponiendo importantes modificaciones en planta y cambiando fundamentalmente la concepción del espacio, cuyo modelo se inspiraba en el Panteón y las Termas de Caracalla. Este espacio solo podía ofrecerse por medio de la cúpula o de la bóveda de arista. Los grandes arcos que servían de boca a las bóvedas permitían la iluminación lateral por un costado, a la vez que posibilitaban la asociación con otras bóvedas contiguas por otros laterales. También las bóvedas de cañón contrarrestaban los empujes de las bóvedas centrales y permitían la iluminación del conjunto de columnas, que señalaban la división entre el espacio central y las otras naves.
Construida en ladrillo y opus caementicium entre el 306 y el 313 d.C., la basílica se levanta sobre un rectángulo de 100 x 65 m2. Sobre este eje longitudinal, la nave central dispone de una longitud de 81 m y una anchura de 25 m. A ambos lados, las naves laterales se dividen en tres tramos, creando espacios de 16 m de anchura y 17,6 m de fondo. El espacio central alcanzaba una altura de 35 m y se cubría por tres enormes bóvedas de aristas. Las naves laterales se orientaban transversalmente hacia la central con total integración.
Perpendicular al eje longitudinal se desarrolla un nártex muy estrecho (14 x 64 m2) y, en el lado opuesto de dicho eje, la nave central se cerraba con el ábside principal o de los magistrados. Sobre el eje menor o transversal, que atravesaba el tramo medio de las naves laterales, se situaba la puerta principal y, al fondo de dicho eje, se abría un segundo ábside de mayores dimensiones que el principal. Los ábsides se cubrían con medias bóvedas esféricas, las naves laterales con tres bóvedas transversales de cañón decoradas y aligeradas por casetones octogonales.
La nave central se resolvía mediante tres bóvedas de aristas de crucería, que descargaban en ménsulas pétreas empotradas en los muros transversales, que servían de estribos o recogían la descarga de los cañones de las naves transversales. Las columnas que parecían recibir los arranques de estas bóvedas centrales no jugaban más que un papel de equilibrio perceptivo, no tenían otra función que la de componer el espacio. Recibía las tejas de cubrición sobre esas mismas superficies y sobre el relleno aligerado de sus senos de arranque.
Santa Irene o el Templo de la Divina Paz: Espacio Central y Nueva Liturgia
En Santa Irene, la bóveda está perforada en su arranque por ventanas, resolviendo los huecos por arcos de medio punto y pilarillos de ladrillos. Esta iglesia de espacio central responde a la nueva liturgia. El aspecto estructural y constructivo se recubre con sendas cúpulas, siendo el gran arco intermedio el responsable de la estabilidad. Dichas bóvedas se elevan sobre grandes arcos. Los soportes, más que como gruesos pilares, son muros transversales que interrumpen la estabilidad de la tribuna.
El gran espacio central se rodea por una tribuna, que se interrumpía por el paso del ábside. La tribuna es soportada por las bóvedas de aristas. El primer cuerpo del espacio central, o más próximo al ábside, es cuadrado y se cubre con la cúpula sobre pechinas. El segundo cuerpo es rectangular y se cubre con bóveda baída, de planta elíptica. Entre los dos cuerpos se interpone un arco de gran profundidad. Mayor profundidad toman los arcos laterales, que son bóvedas de cañón. En resumen, el espacio cuadrado cubierto por cúpula se contrarresta con cuatro cañones circulares que determinan la planta en cruz.
El ábside tiene tres grandes ventanales con arcos de medio punto. En el extremo opuesto se sitúa el nártex, que tiene dos plantas. La sillería es de grandes sillares de caliza. Todos los arcos se resuelven con roscas de ladrillos. El interior es sobrio, pobre en decoración.
Iglesia de los Santos Sergio y Baco: La Complejidad de la Primera Iglesia de Constantinopla
La Iglesia de los Santos Sergio y Baco, la primera iglesia de Constantinopla, se construyó dentro del Palacio de Hormisda. Su planta responde a la temprana tipología de las iglesias bizantinas de doble casco: un cuadrado en el que se inscribe el octógono. Este recinto central y octogonal alcanza toda la altura del edificio, proporcionando un espacio sin discontinuidad vertical. Para cubrirlo, una gran bóveda esquifada de ocho lados, constituida por un rincón de claustro ortogonal, se muestra dividido en 16 gallones.
El octógono se expande sobre cuatro grandes exedras tratando de invadir los rincones del cuadrado. Fuera se constituye el ambulatorio, que soporta a la tribuna; ambos forman los atributos para formar el doble casco. La exedra principal se coloca sobre el eje que marca el acceso a la iglesia por el nártex. El ambulatorio, de espacio irregular, se cubre por cañones circulares. En el lado sur del ambulatorio, el techo se resuelve con tres pequeñas bóvedas de aristas. El muro exterior se duplica creando pequeñas capillas o nichos. El amplio nártex se resuelve por arcos atirantados, con dos plantas. En el lado sur, la escalera sube a la planta superior del nártex y la iglesia. La parte superior se resuelve con cinco bóvedas de aristas.
Retos Constructivos y Soluciones
La iglesia fue un proyecto mal construido, con irregularidades en planta, mal replanteo (cada lado del octógono es distinto). Los muros fueron aparejados con fábrica de ladrillo macizo de poco canto con gruesas juntas, llagas y tendeles, de mortero de cal, reforzando esta fábrica con verdugadas de piedra caliza en hiladas muy distanciadas entre sí. Los huecos se resolvieron con arcos de dobles roscas, aunque las juntas presentaban abundante mortero.
La bóveda del octógono descansa sobre enormes arcos de gran profundidad o anchura de intradós. Para dar continuidad y contrarrestar los empujes de los cuatro arcos principales, se procura enlazar todo el perímetro del octógono, emplazando en las esquinas arcos dotados de exedras cubiertas con bóvedas de cuarto de esfera. Se establece un sistema de apeo mediante arcos menores que, apoyados sobre dos columnas, descargan sobre el arquitrabe que conforma el gran friso. Este primer cuerpo central queda unido al muro exterior mediante bóvedas de cañón.
La cubrición del gran espacio central se constituye de una bóveda esquifada, de fuerte vuelo, en la que se curvan ocho triángulos formando aristas entrantes. Se disimulan las aristas para señalar diecisiete gallones planos. A cada lado de estos gallones centrales, dos medios gallones. El ábside poligonal se cubre con una bóveda de cuarto de esfera. El octógono se une al ábside mediante la corta nave que aloja al santuario, cubriéndose entre rectángulos por una bóveda de cañón circular.
El Coliseo: Símbolo de la Arquitectura Romana
El Anfiteatro Flavio, conocido como el Coliseo, fue iniciado por Vespasiano en el año 70 d.C. y terminado por Tito en el 82 d.C. Su planta adopta forma elíptica, respondiendo a un óvalo de ejes 189 y 156 m. El óvalo de la arena es concéntrico y de 87,5 y 54,86 m de ejes, ocupando una superficie de 22.230 m2, con un aforo de 70.000 localidades.
Fachada y Estructura
Ochenta grandes pilares soportan la arquería que abre paso a otras tantas puertas que conforman la fachada del Coliseo. Esta arquería se adorna con una columna en el centro de la cara exterior de cada uno de estos pilarones. En cada piso se repite la arquería, manteniéndose la coincidencia vertical en los ejes de las columnas.
- La primera cornisa se alza a 10,5 m sobre la cota de la acera, y las columnas son de orden dórico toscazo sin estrías.
- La segunda cornisa se labra a 22 m y las columnas son jónicas, y como en todos los niveles, sin estrías.
- En el tercer nivel, las columnas son corintias y se sitúan a 33,5 m.
- El cuarto y último nivel se construyó en el siglo III d.C. El muro se muestra ciego y se adorna mediante pilastras corintias, situándose la última cornisa a una altura máxima de 48,5 m.
Debajo de la arena quedaba el gran foso, que estaba recorrido por galerías longitudinales conformadas por muros de ladrillos y hormigón, y donde se instalaban la enfermería, la armería, las salas de entrenamiento, la jaula de fieras, etc. Toda la cimentación se ejecutó con toba volcánica. La estructura se resuelve mediante muros radiales de fábrica mixta. Esta fábrica, en las zonas nobles, quedaba constituida exteriormente por sillería pétrea de travertino y un potente núcleo interior de hormigón. En el resto de los casos, muros y machones se conformaban por una fábrica de ladrillo en el aparejo exterior, que alojaba un alma, también de hormigón. Estos muros quedaban unidos por bóvedas de cañón cilíndrico, de generatriz inclinada, que se resolvían con roscas de ladrillo y quedaban trasdosados y rellenos de hormigón. A este material le correspondía la función de cuajarlas y conferirle monolitismo.
Graderío y Cubiertas
Como consecuencia de la convergencia de dichos muros radiales, dichas bóvedas, resueltas mediante arcos de medio punto y vaídos de ladrillo, cubrieron los radiales de acceso, sirviendo de apoyo al graderío y soportando las escaleras que accedían a los anditos. Todo el graderío está circundado por galerías continuas y paralelas que se resolvieron con bóvedas de medio cañón circular, salvo la segunda crujía del segundo nivel y la galería del tercer nivel, resueltas con bóvedas de aristas, que anulaban los empujes que se derivan del graderío.
El Partenón: La Perfección del Mármol
El Partenón es un templo períptero con pórtico octástilo, construido en mármol, excepto la techumbre, que era de madera. La cella se dividía en dos sectores independientes, a los cuales se accedía a cada uno por un pórtico hexástilo con pequeñas antas, siendo la estancia oriental la que tenía mayor tamaño y donde se situaba la gran estatua de Fidias. En la estancia posterior, parece que su cubierta fue sustentada por cuatro columnas jónicas.
Dimensiones y Correcciones Ópticas
El estilóbato mide 31 x 69 m, con ocho columnas al frente y 17 en el costado (2n + 1). Su planta y altura guardan la relación 9/4 (altura total 19 metros). Para lograr una apariencia perfecta, se aplicaron las siguientes correcciones ópticas:
- El éntasis se reduce a una curva apenas visible.
- Casi todos los elementos verticales se inclinan hacia dentro.
- El estilóbato se peralta en su punto central, para evitar que el edificio, en la cornisa, apareciera como hundido.
Mezquitas de Süleymaniye y Selimiye: La Búsqueda del Espacio Fluido
Mezquita de Süleymaniye
En la Mezquita de Süleymaniye, en Estambul, la bóveda central, descargada por cuatro grandes soportes, es contrarrestada por dos medias cúpulas en la dirección norte-sur. Aunque la planta de esta enorme mezquita no lo expresa así, el gran esfuerzo fue elevar la estructura, tratando de lograr que el conjunto se constituyera bajo una sola bóveda que integrase todo el espacio, sin procesión ni naves direccionales, y hacer del espacio integrador un espacio único. Y, aunque logra mantener la planta del edificio dentro del cuadrado, la propuesta estructural no deja de estar muy próxima a la construcción de Justiniano.
Mezquita de Selimiye
La Mezquita de Selimiye, levantada para Selim II hacia el año 1570, es la que consideramos como la mejor y más original obra de Sinán, el cual buscaba lograr un espacio fluido y disperso, sin direccionalidad, manado de una estructura dinámica, en la que se lograse que, sin significarse, cada forma constructiva quedara integrada en una de orden superior. Las dos semibóvedas del conjunto de Süleymaniye de Estambul son sustituidas por cuatro bóvedas de cuarto de esfera colocadas en las cuatro esquinas del cuadrado e integradas en el tambor octogonal, sin trompas ni pechinas. Esta forma octogonal no se manifiesta en el espacio interior, que mantiene la pureza del círculo inscrito en el cuadrado. Los cuatro minaretes de agujas, con sus 70 m de altura y su gran esbeltez, rompen el aspecto masivo de las bóvedas. La arquitectura otomana, puede decirse que es una construcción sólida, casi ruda, pétrea, de gran sobriedad en su exterior, en tanto que el interior conservó ese aire mágico y fantástico.
Santa Sofía: Evolución de un Icono Arquitectónico
Santa Sofía (Templo de la Divina Sabiduría) ha sido la construcción que abarca un mayor número de reconstrucciones. Su planta se mueve entre la planta basilical y la de espacio central. A este último debía anexionarse el nártex, un ábside y unas tribunas. Todos estos espacios secundarios podían cobijarse en los espacios mecánicos derivados de las formas de contrarresto de la gran bóveda.
Planta y Estructura
La planta aloja en su interior un cuadrado de 100 pies de lado, el cual orienta sus diagonales según las direcciones de los puntos cardinales. Como planta de iglesia, debe ser entendida como de doble casco: la tribuna, con su bóveda de aristas, rodea el espacio central salvo en las entradas o conexiones con el nártex y con el ábside. El cuadrado central podrá entenderse como el del presbiterio o santuario; el opuesto, como el del esonartex. Se expanden nuevamente en sus costados mediante grandes exedras resueltas como bóvedas de cuarto de esfera. El nártex y el esonartex quedan fuera del rectángulo y ocupan toda la fachada noroeste. El ábside, poligonal, está perforado por una doble fila de grandes ventanales con tres huecos en cada una de ellas. La bóveda de cuarto de esfera del nártex está perforada. Una gran cúpula rebajada descansa sobre cuatro pilares.
Para poder contrarrestar los empujes, según el sentido transversal, los empujes debían soportarlos los cuatro soportes, que son más que pilares, torres huecas, dotadas de escaleras y orientadas transversalmente. En el sentido longitudinal, los empujes acumulados sobre los grandes arcos transversales son absorbidos y trasladados a las cúpulas menores. La bóveda central es más peraltada, hemisférica y, en consecuencia, de empujes menores. Se construyó con nervaduras de ladrillos, dejando paso a ventanales con arco de medio punto. Del exterior, el refuerzo del arranque de dicha nervadura se muestra como una sucesión de pilarillos que conforma un anillo.
Materiales y Decoración
Se considera una construcción de ladrillo, aunque los ocho gruesos soportes se construyeron mediante grandes sillares de piedra caliza. Las columnas, con sus enormes basas y capiteles constituidos en mármol, y las losas que constituyen el pavimento también serán de mármol. La fábrica interpone ladrillo y piedra, algo típico de la época bizantina. Los arcos menores los encontraremos atirantados. Todos los fustes son de mármol, y los capiteles, con sus formas anteclásicas, de cantos puntiagudos o cardos, labrados con buriles y trépanos.
El Panteón de Agripa: La Cúpula Perfecta
El Panteón que conocemos fue levantado totalmente nuevo en tiempo de Adriano, tras la destrucción del edificio original, levantado por Agripa en tiempo de Augusto, en dos ocasiones a causa de grandes incendios.
Planta y Espacio
La planta circular de su cella nace con determinada direccionalidad, pues sobre el eje de la entrada y en oposición a ella se coloca la única exedra cuya altura se adentra en el gran friso denticular. Se cubre con una bóveda de cuarto de esfera y se manifiesta al exterior como un claro ábside. Tanto en su interior como en su exterior se alojan un gran número de nichos, lo que hace pensar que pudiera haber sido levantado para alojar a las deidades del imperio. Tiene un diámetro de 43,43 m e igual medida en altura. Ocho radios distribuidos homogéneamente fijan la puerta de entrada y las siete exedras que conforman el muro. Las cuatro mayores, en las diagonales, son rectangulares, mientras que las demás son semicirculares.
Muro, Estructura y Cúpula
El muro exterior tiene un diámetro de 6,10 m, aligerado por tres niveles de nichos. En el segundo nivel, en la cara interior del muro, se introduce una estructura de arcos de descarga de los dinteles de las exedras. Por encima de cada arco circular vaído se coloca un nuevo arco de descarga local, de menor radio. Por encima de este sistema de dobles arcos rebajados, un gran arco de medio punto, apeado por dos pilarillos, establece la descarga de los anteriores. Este gran arco alberga y permite la creación de un arco rehundido y ciego que constituye la pieza principal del ritmo en el que se basa la decoración del gran friso. Todo el descenso de las cargas de la cúpula está dirigido hacia los machones.
La cúpula es perfectamente hemisférica y su arranque está claramente definido por la cornisa que corona al friso. Desde la rotonda se muestra muy ligera, tanto por la proporción de los 140 casetones como por la amplitud del óculo cenital (con un diámetro de 8,23 m). Los casetones se distribuyen en cinco filas horizontales de 28 casetones cada una. La cúpula, en la parte más alta, tiene un espesor de 1,2 m. Los escalonamientos van aumentando de espesor hasta que la dotan de 4 m de espesor en el plano de arranque. A esta altura se da el tercer nivel de los nichos que aligeran el muro, dentro de los cuales se establecen contrafuertes constituidos por arcos de ladrillos. La estructura de ladrillos que componen la cúpula se instala en la cara externa del espacio interior generado por la cúpula. La cúpula se define como construida de hormigón, que es el material que cubre el casquete superior. El borde del óculo cenital se revistió con la cornisa o moldura de bronce de 70 cm de enteste y más de un metro de vuelo.
Pórtico y Decoración
El Panteón posee un pórtico abovedado, octástilo, corintio, con un ancho de 33,5 m y un fondo de 18,3 m que da paso a un amplio vestíbulo repleto de hornacinas. Las columnas disponen de una altura de 10,61 m, siendo la altura total de 14,14 m. Los capiteles se muestran muy recogidos en sus hojas, de forma que el diámetro mayor es de 1,51 m y el de la base de 1,31 m. El interior se recubrió con un conjunto de mármoles de colores. En el centro de cada casetón se anclaba un rosetón.
El Partenón: Símbolo de la Arquitectura Griega
El Partenón es un templo períptero con pórtico octástilo, construido en mármol, excepto la techumbre, que era de madera. La cella se dividía en dos sectores independientes, a los cuales se accedía a cada uno por un pórtico hexástilo con pequeñas antas, siendo la estancia oriental la que tenía mayor tamaño y donde se situaba la gran estatua de Fidias. En la estancia posterior, parece que su cubierta fue sustentada por cuatro columnas jónicas.
Dimensiones y Correcciones Ópticas
El estilóbato mide 31 x 69 m, con ocho columnas al frente y 17 en el costado (2n + 1). Su planta y altura guardan la relación 9/4 (altura total 19 metros). Para lograr una apariencia perfecta, se aplicaron las siguientes correcciones ópticas:
- El éntasis se reduce a una curva apenas visible.
- Casi todos los elementos verticales se inclinan hacia dentro.
- El estilóbato se peralta en su punto central, para evitar que el edificio, en la cornisa, apareciera como hundido.
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