31 Ene
Introducción Histórica
Mientras Europa transitaba el Neolítico, en Egipto se unían los reinos del Alto y Bajo Egipto bajo el faraón Menes, finalizando la época predinástica. Desde ese momento, Egipto se centró en tres grandes etapas según las distintas dinastías:
- Imperio Antiguo: hasta la X dinastía (hacia 2060 a.C.).
- Imperio Medio: de la XI a la XVI dinastía (2060-1580 a.C.).
- Imperio Nuevo: de la XVII a la XXV dinastía (1580-651 a.C.).
Un esplendor final tuvo lugar en el denominado Imperio Saita (651 al 525 a.C.). Posteriormente, Egipto fue ocupado por los persas en el siglo IV a.C., luego por Alejandro Magno (griegos) y, tras los Ptolomeos, fue conquistado por Roma, convirtiéndose en provincia romana.
Contexto Geográfico y Social:
- El río Nilo, el más largo del mundo, con grandes crecidas, fluye entre desiertos pedregosos.
- Esto condujo a la “inmutabilidad” (excepto con Amenofis IV).
- Norte: Delta, un abanico de brazos donde predomina el papiro.
- Sur: Valle, donde fluye entre el desierto y predomina la flor de loto.
- El Nilo favoreció la comunicación y la frontera entre vivos y muertos:
- Derecha: los vivos (Este).
- Izquierda: enterraban los muertos (Ocaso).
- Inundaciones: generaban frutos de cereal y lino.
- El faraón era el guardián de este orden inmutable y generador de la paz, la justicia y la abundancia.
- Se le deificaba porque en el más allá abriría las puertas del firmamento a los súbditos que fueran con fe y humildad.
- También se adoraba al ciclo del sol: el alba es Horus; la plenitud del mediodía es Ra; el crepúsculo es Atón.
La religión regía la vida: por eso el faraón (hijo de Ra) tenía carácter divino, y la mayor parte de las obras artísticas hacían referencia a él.
Características de la Arquitectura Egipcia
- La arquitectura es grandiosa y llena de simbolismo.
- Predomina el monumentalismo grandioso y el racionalismo matemático. La belleza se basa en el concepto matemático de las proporciones.
- El material principal es la piedra, aunque también se usaba el ladrillo. Se empleaban grandes sillares perfectamente aparejados.
- Sistema adintelado o arquitrabado, con bóvedas en lugares secundarios.
- Altas columnas –mazacóticas– con capiteles inspirados en motivos vegetales: campaniforme, lotiforme, papiriforme o hathórico (cabeza de mujer, de la diosa Hathor). La columna es la base de la arquitectura.
- Muro grueso y decreciente hacia arriba. El muro facilita el reposo y la estabilidad eternos que se manifiestan en el mundo egipcio.
- Sillares unidos sin mezcla alguna.
- Los edificios importantes eran el templo y el sepulcro (la vida eterna); la casa era secundaria y estaba hecha de adobe.
- En la escultura predomina la rigidez, que manifiesta la permanencia en el poder y la inmutabilidad de las creencias.
- El arte egipcio perduró hasta el Bajo Imperio Romano, e influyó en cierta manera hasta los siglos XIX y XX.
Tipos de Tumbas en el Antiguo Egipto
Existían tres tipos de enterramientos faraónicos:
1. Mastaba
(Periodo protodinástico o Tinita). Significa “banco” y proviene del árabe. Es una sepultura de planta rectangular y estructura trapezoidal (muros en talud), con cubierta plana. Las primeras se realizaron en ladrillo, posteriormente en sillares. Fueron los enterramientos del Imperio Antiguo de faraones y altos funcionarios.
Partes de una Mastaba:
- Serdab o capilla: con el doble o estatua del difunto, que contiene una “falsa puerta” en la pared oriental para que el alma del difunto pueda entrar o salir. Decorado con el retrato del dueño e inscripciones con sus títulos. Capilla de las ofrendas: al ras del suelo para las ofrendas.
- Pozo de descenso: excavado en la roca, que se sellaba tras el sepelio.
- Cámara funeraria: depósito del sarcófago del difunto.
Existieron verdaderas necrópolis o calles con mastabas.
2. Pirámides
(Inicio del Imperio Antiguo, dinastías III y IV). Primero escalonadas, luego acodadas y finalmente regulares. El nombre proviene de los griegos.
- Pirámide escalonada de Zoser en Saqqara (hecha por Imhotep): 6 mastabas superpuestas.
- Pirámide acodada de Snofru (romboidal) en Dashur.
- Pirámides rectas o regulares de Keops, Kefrén (cuyo templo funerario representa su esfinge) y Micerinos en Giza (terreno estéril para el cultivo). También del Imperio Antiguo.
La pirámide de Keops, con 230 m de lado, tiene la característica de estos edificios: cámara del rey, cámara de la reina, cámara subterránea, pasadizos, etc. En Keops hay muchas cámaras secretas y falsas para los ladrones y evitar la profanación del rito funerario. Algunas tienen artificios numéricos (Keops) y manifiestan el poder político. El material empleado fue la piedra (sillares) y las mayores sobrepasan los 100 m de altura. Son una evolución de la mastaba, cuyas aristas confluyen en un vértice. Su estructura es la misma que la mastaba, aunque con una disposición interna más complicada.
Las pirámides están dentro de un complejo arquitectónico y ceremonial, pues también se sitúan en torno a ellas pirámides menores y mastabas de los nobles en calles próximas a las grandes pirámides.
Elementos del Complejo Funerario:
- Templo del valle: en el río, donde se recibía la momia del faraón y muelle para descargar las piedras. También se encontraba la barca para el viaje a la otra vida.
- Avenida ceremonial: vía de la procesión funeraria.
- Templo funerario: cara oriental de la pirámide (en los antiguos talleres de artesanos), lugar de ofrendas al cadáver. Rodeada por calles con pirámides menores y mastabas para nobles.
- La pirámide: gigantesco túmulo donde se enterraba al faraón.
En el Imperio Medio destaca el templo funerario de Mentuhotep en Deir el-Bahari. Su estructura se asienta sobre la montaña, en dos terrazas superpuestas y sostenidas por pilares, rematada por una pirámide de reducidas proporciones. A continuación, un patio porticado y, excavada en la roca, una sala hipóstila y las estancias mortuorias del faraón. Es una arquitectura de transición entre formas piramidales antiguas y templos y speos del Imperio Nuevo.
3. Hipogeos
(Imperio Nuevo): conjunto de cámaras sepulcrales perforadas en la roca, que en cierto modo transponen las estancias de las pirámides.
La capital en Tebas era rica en acantilados que permitieron habilitar la triple necrópolis: 1) Valle de los Reyes, 2) Valle de las Reinas, 3) Valle de los Nobles.
Templos Egipcios
Logro del Imperio Nuevo (faraones: Amenofis, Tutmosis y Ramésidas): belleza y monumentalidad. No tienen función funeraria sino devocional.
Esquema de un Templo:
- Avenida de Esfinges o carneros: avenida flanqueada por estatuas de animales divinos (esfinges o terneros de Amón).
- Puerta de entrada flanqueada por “pilonos”: torres macizas con banderas (muro con pronunciado talud de forma trapezoidal y la puerta), que constituían la fachada del templo. Allí estaba el ideograma del dios con escritura jeroglífica.
- Delante de los pilonos, el “Obelisco” o agujas de piedra, llenos de jeroglíficos; o las “estatuas colosales” del faraón que financió la obra.
- Sala Hípetra o patio abierto: de forma rectangular, con columnas a los lados, al cual accedía el pueblo en las festividades.
- Sala hipóstila o sala de columnas: totalmente cubierta, de uso sacerdotal.
- El Sancta-sanctorum o Capilla o naos: se custodiaba la imagen de la divinidad.
Los techos van descendiendo hasta oscurecer la capilla (la ventana o tronera es por donde entra el rayo del sol hacia la estatua de la divinidad). Son adintelados, con columnas altas decoradas con capiteles papiriformes, lotiformes, campaniformes, incluso hathóricos. Las paredes están policromadas. Los templos se amplían, uno detrás de otros, formando conjuntos monumentales como Karnak o Luxor. Además de culto, fueron centros económicos.
Tipos de Templos:
- Al aire libre: Karnak y Luxor en Tebas. Ejemplo: templo de Amón por Amenofis III.
- Semispeo: mitad a cielo raso y mitad excavándose salas hipóstilas y capillas en la roca. Ejemplo: Templo de la Reina Hatshepsut en Deir el Bahari (Senemut). Tres terrazas, capillas rupestres (Anubis, Hathor, Reina y Amón).
- Speo: excavado en la roca (Ramsés II). En Abu Simbel hay dos edificios:
- Gran Speo: dedicado a Ramsés II. Ejemplo de magnificencia y colosalismo.
- Pequeño Speo: consagrado a su esposa Nefertari.
Es una arquitectura adintelada, donde parece un verdadero edificio con muros decorados con pinturas y relieves. Se accede con un gran talud, a modo de pilono, en cuyo centro se encuentra la puerta, flanqueada por cuatro colosales estatuas de Ramsés II, secundadas por las de su madre, su mujer y sus hijos de menor tamaño. Remata todo un friso de 33 monos de 2 m de altura que miran a Oriente, adorando al dios naciente. En el interior se abre una sala hipóstila, con pilares, y un pasillo que sirve de eje longitudinal en torno al cual se disponen las diferentes estancias. Al final se encontraba una estatua del faraón, que recibía un rayo de luz en la frente en determinados días del año.
Formas y Características de la Escultura y Pintura Egipcia
Buscaron el canon de belleza ideal del cuerpo humano, que será una preocupación de los griegos.
Sintetizaron tres conceptos:
a) Armonía de las proporciones
b) Ley de la frontalidad
c) Visión rectilínea
a) Belleza: idea sometida al rigor matemático: el cuerpo debía estar armónicamente proporcionado (medida del hombre en puños. Lo bello es si mide 18 puños). Estudios anatómicos con una visión superficial e idealizada.
b) Ley de la frontalidad: cuerpos representados de frente sin torsión del cuerpo. Representan la línea recta de hombros y cadera. Dividir la figura humana en dos mitades que se solapan.
- Mirada alta y fija al frente (hieráticos), y brazos unidos al cuerpo y puños cerrados.
- Las figuras hieráticas no muestran estados de ánimo (faraón y dioses donde el dolor y la alegría no existen). Son figuras estereotipadas.
- Formas geométricas.
- Rigidez: parecen estar en un desfile como en ceremonia oficial. Un pie delante y los puños cerrados. Los vestidos son paños con escasos pliegues que dan sensación de rigidez; y los femeninos se adaptan al cuerpo.
- Ejemplos: “Zoser entronizado” (sedente); “Esfinge de Giza” (Kefrén convertido en animal); “Kefrén sedente”; “Micerinos entre la diosa Hathor y el nomo de Kynópolis”; “El alcalde” (Sheik-el-beled); “Escribas sentados” (boca prieta, mirada alta, tensión de escribir, anatomía).
- Estatuas como santuario del alma que quedaba sin hogar tras el fallecimiento del cuerpo.
c) Visión rectilínea: afecta a escultura y pintura. Al margen quedaron las imágenes exentas (ley de la simetría).
- 4 puntos de vista –uno frontal, otro dorsal y dos laterales-, sin perspectiva.
- Al mezclarlos quedaron: de frente, ojo y tronco, y de perfil, cabeza y extremidades.
- Ejemplo: “Relieve de Hesiré”, escriba de Zoser.
El faraón lleva las insignias del Alto y Bajo Egipto. Considerado como divinidad Sol-Ra.
Animales: estáticos, muchos de bulto redondo. En actitud de reposo. Perfil elegante y modelado sobrio.
Relieves: prefirieron el bajo relieve y bulto redondo. Sin perspectiva, pero dando concesiones a la frontalidad. Sin embargo, las figuras son más movidas y violentas que las estatuas. El faraón y los dioses tienen un tamaño mayor al del resto de los hombres.
Temas: vida de ultratumba y guerras del faraón. También ocupaciones del difunto en vida (agrícola, caza, familiares). En cualquier sitio se grababa: pilonos, obeliscos, columnas, etc.
Materiales: piedra dura (basalto), caliza y madera.
Amenofis IV: quitó el culto a las divinidades e implantó un culto monoteísta al sol poniente (Atón). Figuras más alargadas y naturalistas. Bello retrato de su mujer Nefertiti (hecho por Tutmés).
Pintura Egipcia
- Cámara de ofrendas de Nefertari.
- Concebidas –igual que la escultura- para decorar templos y tumbas.
- Las imágenes tienden al hieratismo, pero mayor vivacidad en las escenas civiles.
- Color: policromía. Quedó en carnaciones tostadas para hombres y amarillentas pálidas o rosadas para mujeres. Pelucas negras y vestimentas blancas.
- Colores planos sin graduación. Predomina el dibujo sobre el color y las figuras se caracterizan mediante líneas, creando zonas que son coloreadas con tintas planas, sin graduación tonal.
- No hay profundidad, situadas en bandas o registros, repitiendo el perfil, sugiriendo la superposición de unas figuras sobre otras para crear la sensación de que hay varios planos de profundidad.
- Ligada a estereotipos y convencionalismos: iguales recursos expresivos (ver las leyes de la escultura). Esto ocasionó un arte rígido que experimentó pocos cambios en su larga trayectoria.
- Técnica: primero al fresco y luego repasada al temple.
- Escenas: vida de ultratumba (libro de los muertos); Escenas de la vida real cotidiana (sirvientas haciendo tareas agrícolas); danzarinas; escenas de caza de patos salvajes; pajarera real. Los personajes sagrados son más estereotipados frente a los comunes con una conformación más libre.
- Destacan las realizadas en la época de Ramsés I (Imperio Nuevo) y en la capilla de Menna (escriba de Tutmés IV).
- Al faltarles volumen y profundidad las representaciones parecen planas, no realistas.
Ejemplos de Esculturas Egipcias
Micerinos entre la diosa Hathor y el nomo de Kinópolis
- Hathor a la derecha del faraón y el nomo al otro lado.
- Esculpido en un bloque cúbico de pizarra.
- Diseñado de frente y de perfil.
- Estudio anatómico del cuerpo.
- Paños de modo convencional (faldón del faraón) y ajustados vestidos de los acompañantes.
- Ley de la frontalidad por la colocación de las figuras.
- Ley de la simetría tanto en los cuerpos como en la colocación de las figuras.
- Priorizar la efigie del faraón: tamaño mayor, tocado con alta corona (aunque imágenes de forma casi idéntica).
- Convencionalismo egipcio: manos pegadas al cuerpo, pierna adelantada en señal de movimiento, puños cerrados y barba postiza del faraón.
- Faraón, hijo del dios sol-Ra, entre lo humano y lo divino (divino en la diosa de la fecundidad: Hathor), cuyo atributo es la vaca (cuernos y símbolo del disco solar); a la derecha lo terrestre: una provincia (Kinópolis).
- Formaba parte de un alto relieve de 8 piezas de las que sólo quedan 4. En todas, Hathor y una provincia.
- Conclusión: corte real rígida, hierática y estereotipada, que tendía a la representación del faraón como un dios, distinto de los mortales.
El Alcalde del Pueblo
- Nombre dado por los trabajadores a la estatua. Realmente un alto funcionario.
- Material: madera.
- Anatomía: formas gruesas, rostro ancho, recurso a los ojos de vidrio. Realismo difícilmente imaginable en faraones.
- Pie avanzado y brazo en escorzo, rompiendo plano del cuerpo y dotan a la figura de un incipiente dinamismo.
- Excelente captación psicológica y utilización de la policromía (perdida), que potenciarían la captación del realismo.
El Busto de Nefertiti
- Pertenece al Imperio Nuevo (1360 a.C.).
- Esta escultura ilustra la breve (16 años) revolución religiosa y artística que protagonizó Amenofis IV. El llamado faraón hereje, trasladó su corte a Tell el-Amarna y se proclamó seguidor de un dios único (Atón, representado por el Sol) frente al politeísmo tradicional. (Ver la peculiaridad del pueblo israelita que siempre siguió a un solo Dios).
- Durante su evolución milenaria, el arte egipcio jamás sufrió una sacudida tan fuerte: se rompió el lenguaje convencional a favor de una representación desconcertantemente realista. Aunque posteriormente fue repudiado, influyó en las obras posteriores.
- El busto de Nefertiti (“La Bella”) es de 50 cm, policromado, muestra un cuello de cisne desproporcionado que, sin embargo, la embellece. Las facciones son regulares, el cutis terso, los labios carnosos y finamente arqueados y los ojos están maquillados. Le falta el acabado de un ojo, quizás porque sirviera de modelo para otras esculturas; por ello, sólo se representaba la mitad de la figura.
Creencias Funerarias en el Antiguo Egipto
La tumba constituye un conjunto arquitectónico complejo debido a las creencias funerarias del país del Nilo. Para el egipcio, el hombre estaba integrado por tres componentes: el cuerpo o parte material y corruptible; el alma o principio vital que hacía que dicha materia cobrase vida y se moviese, y el espíritu o soplo inmortal dado por los dioses y que hacía que ese cuerpo, movido por el alma, fuese inteligente y superior al resto de los seres vivientes.
La muerte sobrevenía cuando dichos tres componentes se separaban. Entonces el cuerpo quedaba yerto, sin vida ni movimiento, convertido en simple materia que, de no cuidarla, se descomponía y desaparecía; el alma o principio vital, fuera del cuerpo que había movido, quedaba errabunda por la Tierra; y el espíritu (que es lo que hoy nosotros llamaríamos alma) subía al firmamento a ser juzgado por Osiris.
Llegado a su presencia, el espíritu era pesado en una balanza. Osiris, presidiendo en trono el juicio, escuchaba los descargos que leía Thot, el notario de los dioses, mientras Amit, el hipopótamo que esperaba devorar al espíritu si era condenado, acusaba al difunto; Horus, con cabeza de halcón, y Anubis, con cabeza de chacal, vigilaban la pesada. Si el resultado del juicio era favorable, el espíritu volvía a la Tierra, buscaba al alma y, juntos, se introducían en el cuerpo que, así, aunque invisible a los hombres, resucitaba y emprendía el viaje hacia su destino eterno, surcando los cielos en una gran embarcación donde había de llevar toda serie de bienes materiales (desde joyas y vestidos hasta comida), pues de todo ello precisaría en su vida inmortal.
Naturalmente, esta creencia traía consigo al egipcio una gran serie de problemas que había de resolver si quería alcanzar esa inmortalidad: el primero lo constituía el propio cuerpo que, si quedaba sin cuidado especial se pudriría y llegaría a desaparecer. Así, para que se conservase en perfecto estado y pudiese esperar a la llegada del alma y del espíritu, surge en Egipto la momificación o embalsamamiento, consistente, esencialmente, en extraer las entrañas y untar las cavidades del cuerpo con finos ungüentos y con una especial y misteriosa sustancia que hacía muy perdurable el mantenimiento de la piel y de los huesos, sustancia denominada mutu, de donde derivará el nombre de momia. Este tratamiento se realizaba en la «casa de la muerte», lugar donde vivían y trabajaban los especialistas embalsamadores que, una vez preparado el cuerpo, lo envolvían en muchos metros de finísima tela, quedando perfectamente amortajado y sin que ninguna parte quedase al descubierto. En tal estado podría esperar el momento de su resurrección.
Pero, resuelto el problema de la espera del cuerpo, otro obstáculo se presentaba ante el creyente egipcio: el de marcar un lugar donde el alma pudiese esperar al espíritu, sin perderse errando por el mundo, y, sobre todo, el de habilitar una construcción perdurable donde guardar los tesoros y bienes del difunto para que, cuando resucitase, pudiese llevarlos, intactos, con él. Problema, este último, muy complejo pues habrían de estar perfectamente escondidos dichos bienes y a buen recaudo de ladrones y salteadores. Así es como en Egipto, junto a la momificación para la conservación del cuerpo, surge la idea de la construcción de unas muy complicadas tumbas que sirviesen para contener la momia, albergar el alma y guardar, cual si fuese una caja fuerte, tesoros y bienes que, de tratarse de un gran personaje o de un faraón, podían llegar a ser incalculables.
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