21 Mar
Arte Gótico (Siglos XIII-XV)
El arte gótico surgió entre los siglos XIII y XV, reflejando el auge del comercio, las ciudades y la burguesía. Las catedrales simbolizan la prosperidad urbana, y la Iglesia gana importancia con órdenes mendicantes como los franciscanos y dominicos. Es un arte urbano, burgués y religioso, con un enfoque en la elevación, la luminosidad y la espiritualidad.
Arquitectura Gótica
La catedral es el edificio principal, con fachadas de dos torres con chapiteles, un gran rosetón y vidrieras. Las portadas son abocinadas con arcos apuntados y gabletes. Predominan las bóvedas de crucería, y el muro pierde importancia gracias a los arbotantes y contrafuertes. La planta es cruciforme, con girola y capillas radiales. En el interior destacan las arcadas, el triforio y el claristorio, que favorecen la entrada de luz.
Ejemplos destacados:
- Catedrales de Reims, León, Burgos, Barcelona, Toledo y Siena (siglo XIII).
- Iglesia de San Juan de los Reyes en Toledo (siglo XV).
Escultura Gótica
El arte gótico (siglos XIII-XV) se caracteriza por un mayor acercamiento a la naturaleza y al ser humano. La escultura adopta una visión optimista, pasando del Dios Juez románico al Buen Dios, influenciado por San Francisco de Asís. Tiene una función didáctica y catequética, con figuras más expresivas y realistas.
Se ubica en portadas con tímpanos decorados, como en el Sarmental de Burgos y el Pórtico Real de Chartres. Las jambas incluyen esculturas bajo doseletes, como en la Catedral de Reims. También destacan esculturas exentas, como el Retablo Mayor de la Cartuja de Miraflores de Gil de Siloé.
Pintura Gótica
El arte gótico (siglos XIII-XV) se caracteriza por un mayor acercamiento a la naturaleza y al ser humano. La pintura sobre tabla se usó en retablos con temple y luego óleo (siglo XV). La pintura mural disminuyó, mientras que la miniatura se extendió a libros religiosos y profanos. Los retablos combinan escultura y pintura, destacando el naturalismo y la humanización.
Se distinguen cuatro estilos:
- Gótico lineal (1200-1330): con miniaturas narrativas y colores planos.
- Italo-gótico (siglo XIV): con influencia bizantina y fondos dorados, destacando Giotto.
- Gótico internacional (1350-1440).
- Gótico flamenco (siglo XV): con óleo sobre tabla, minuciosidad y realismo.
Obras clave:
- El matrimonio Arnolfini de Van Eyck.
- El Descendimiento de Van der Weyden.
- El Jardín de las delicias de El Bosco.
El Renacimiento: Quattrocento y Cinquecento
Arquitectura del Quattrocento
Los arquitectos del Quattrocento rechazaron el arte gótico y estudiaron la Antigüedad clásica, reinterpretándola. Buscaban la belleza basada en la armonía, el orden y la proporción, creando construcciones equilibradas. Recuperaron elementos clásicos como arcos de medio punto, columnas y bóvedas de cañón, descartando los elementos góticos. Se diferenció el proyecto de la ejecución de la obra, surgiendo la figura del arquitecto como teórico que diseña el edificio, dejando la construcción al maestro de obras.
Máximos representantes: Brunelleschi y Alberti.
Obra destacada: Iglesia de San Lorenzo.
Escultura del Quattrocento
La escultura del Quattrocento no rompió con la tradición anterior. Se valoraba más la perfección de las formas, con la figura humana como motivo principal. Se recuperaron el desnudo, el retrato y la estatua, y en el relieve se aplicó la perspectiva. Los materiales más usados fueron el mármol y el bronce. Florencia fue la cuna del Renacimiento escultórico, con Ghiberti y Donatello como sus principales representantes.
Obras destacadas: San Jorge y David de Donatello.
Pintura del Quattrocento
En el Quattrocento, el hombre y la naturaleza fueron los modelos reales. Fue una etapa de investigación y experimentación en la representación pictórica, basada en la óptica y la geometría. Se buscaba reproducir el mundo real tal como lo perciben los ojos, en contraste con la mirada interior del arte medieval. La investigación se centró en tres aspectos: la correcta representación de la figura humana, el uso de la luz para crear volumen y espacio, y la representación científica del espacio tridimensional, desarrollando la teoría de la “perspectiva artificial”.
Se mantuvo la pintura mural al fresco y la pintura sobre tabla, primero al temple y luego al óleo por influencia flamenca. Junto a los temas religiosos, se incorporaron cada vez más temas profanos y mitológicos. Florencia, bajo los Médicis, fue el centro artístico más importante.
Obra destacada: La Trinidad de Masaccio.
Arquitectura del Cinquecento
La arquitectura clasicista del Cinquecento se hizo más monumental y sobria en lo decorativo, con plantas centralizadas y cúpulas en los edificios religiosos. La crisis de la cristiandad se reflejó en el arte a través del manierismo, donde el arquitecto rechazaba la libertad individual y el concepto subjetivo de la belleza. Los conceptos de armonía, orden y proporción cedieron paso a la yuxtaposición libre de los elementos arquitectónicos. En los templos y edificios públicos predominó la sobriedad y el equilibrio clásico.
Obra destacada: Basílica de San Pedro del Vaticano.
Escultura del Cinquecento
La escultura del Cinquecento se inclinó por la figura desnuda. Un hecho importante fue el descubrimiento en 1506 del grupo de Laocoonte. Se buscaba más la grandiosidad que el detalle ornamental, y a partir de los años 20, la escultura manierista se orientó hacia lo novedoso y sorprendente. La figura destacada del periodo fue Miguel Ángel, desarrollando un estilo personal e independiente de cualquier norma.
Obras destacadas: Piedad del Vaticano y David de Miguel Ángel.
Pintura del Cinquecento
Durante el Cinquecento, los pintores se preocuparon por la representación de personas y objetos de forma más realista, dándoles volumen y profundidad en el espacio. A partir de los años 20, la pintura entró en la fase del manierismo, donde los artistas empezaron a hacer composiciones más atrevidas, con figuras alargadas, y jugaron mucho con la luz y las sombras.
Obras destacadas: La Virgen de las Rocas y La Última Cena de Leonardo da Vinci.
Deja un comentario