31 Ene
La Primera República Española (1873-1874)
Última etapa política del Sexenio Democrático. Su duración no alcanzó un año: se proclamó en febrero de 1873 y fue derrocada por un golpe de Estado en enero de 1874. Fue un periodo breve y convulso, con muchas revueltas constantes.
5.1 La Proclamación de la República
La proclamación de la Primera República Española fue la salida más fácil ante la renuncia de Amadeo de Saboya. Las cortes decidieron someter a votación la proclamación de una república, que fue aprobada el 11 de febrero de 1873. Para presidir el gobierno fue elegido Estanislao Figueras. Gran parte de la cámara era monárquica, y votaron a favor por estrategia para organizar el retorno de los Borbones. La República nació con escasas posibilidades de éxito, y se evidenció el aislamiento internacional. Salvo EEUU y Suiza, ninguna potencia reconoció la República.
La República fue recibida con entusiasmo por las clases populares, pero las protestas se hicieron frecuentes. En las ciudades hubo amplias movilizaciones populares; el movimiento obrero realizó reivindicaciones a favor de la reducción de la jornada laboral, aumento de salarios e implantación del Estado federal. Para pacificar el panorama, se convocaron elecciones a Cortes constituyentes, que ganaron los republicanos. La victoria de los republicanos era engañosa, ya que más de un 60% del electorado se abstuvo.
5.2 La República Federal (febrero-julio de 1873)
El primer gobierno tuvo como presidente ejecutivo a Estanislao Figueras. Tuvo que afrontar una situación social, política y económica muy difícil: continuación de la Tercera Guerra Carlista y de la Guerra de Independencia Cubana; descontento social y elevado déficit presupuestario y pago de deudas originadas por la crisis económica mundial de 1873. Figueras decretó la suspensión del sistema de quintas. Como consecuencia, se abrieron las Cortes constituyentes, que definieron el nuevo régimen como una república federal. El 12 de junio se constituyó un nuevo Gobierno, al frente del cual estuvo Francisco Pi y Margall.
Emprendió grandes reformas: la elaboración de una constitución federal, la separación de la Iglesia y el Estado, la concesión de independencia a las colonias… Sin embargo, no se permitió el desarrollo de la legislación reformista. La ratificación de la abolición de la esclavitud en las colonias, la supresión de las quintas, la reforma de los impuestos y el inicio de una legislación proteccionista en el ámbito laboral fueron las iniciativas más innovadoras.
5.3 La Constitución de 1873
La constitución definía la nación española como una república federal. España quedaba organizada en 17 estados y tenía 3 niveles: municipios, Estados regionales y Estado federal. Los Estados regionales tendrían autonomía económica, administrativa y política y elaborarían sus propias constituciones. La constitución planteaba un Estado no centralista. La constitución establecía que la soberanía residía en los ciudadanos y los órganos políticos elegidos por sufragio universal, y contenía derechos de la constitución de 1869. El poder ejecutivo era ejercido por el consejo de ministros. El poder legislativo lo ejercían las Cortes bicamerales: el Congreso y el Senado. El poder judicial lo ejercía el Tribunal Supremo. Al Presidente de la República se le otorgaba un cuarto poder, el poder de relación, para mantener el equilibrio entre los estados de la federación. En la cuestión religiosa, se declaró la aconfesionalidad, con la separación entre Iglesia y Estado.
5.4 La República Moderada (julio-diciembre de 1873)
Se produjo la rebelión cantonal en Andalucía y el levante. El 18 de julio, Pi y Margall dimitió, siendo sustituido por Nicolás Salmerón, quien tuvo que afrontar graves problemas. La insurrección carlista: el nacimiento de la República había acelerado y animado el conflicto armado, que pasó del enfrentamiento con unas cuantas partidas armadas a un verdadero frente abierto, con un auténtico ejército y dominio de diversos territorios carlistas. También hubo un levantamiento obrero. El 6 de septiembre, Salmerón dimitió, y el conservador Emilio Castelar fue su sustituto. Castelar era partidario de una república unitaria. Se decretó la suspensión de las Cortes, que quedaron clausuradas hasta enero de 1874.
5.5 La República Unitaria de 1874
El 2 de enero, Castelar no superó la moción de confianza. Cuando los diputados se disponían a elegir a un nuevo presidente, un golpe de Estado dirigido por el general Manuel Pavía disolvió las Cortes. Se eligió como Presidente al general Serrano, quien días después difundió el Manifiesto a la Nación, disolviendo las Cortes constituyentes republicanas y volviendo a instaurarse la constitución de 1869. El Manifiesto de Sandhurst, del 1 de diciembre de 1874, de Cánovas del Castillo, dejaba explícitos los puntos básicos para la restauración borbónica. El 31 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos se pronunció a favor de la restauración de la monarquía borbónica en la figura del príncipe Alfonso, que pasaría a reinar en enero de 1875 con el nombre de Alfonso XII.
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