21 Nov
Cada 20 de Noviembre, nuestro país celebra el inicio de la Revolución Mexicana, conflicto armado ocurrido en 1910. Después de que el general Porfirio Díaz ejerciera el poder durante 34 años continuos (con siete reelecciones consecutivas) y dejara entrever en 1908 que estaba cansado de gobernar el país, Francisco I. Madero se presentó como candidato antireeleccionista a la presidencia para buscar un cambio en el país. Madero era un declarado enemigo de la dictadura de Díaz, como bien lo dejó plasmado en su libro La sucesión presidencial en 1910, documento que se basaba en ideales de justicia, igualdad y democracia, totalmente contrarios a la manera en que Porfirio Díaz gobernaba a México. Te puede gustar… Desfile del 20 de Noviembre: horarios y actividades¿Quién inventó el mouse de la computadora? En el momento en que las elecciones se llevaron a cabo (con un Madero lleno de popularidad entre el pueblo que deseaba un cambio), los grupos que apoyaban a Díaz detuvieron a su oponente y lo encerraron acusado de rebelión. De esa manera Díaz ganó y continuó en el poder. ¿Qué fue el Plan de San Luis? A su salida de prisión, Madero viajó a los Estados Unidos donde promulgó el Plan de San Luis, un documento con una visión democrática que buscaba un cambio en México y garantizar la igualdad entre el pueblo. El lema del Plan de San Luis, “Sufragio efectivo, no reelección”, era la base sobre la que se asentaban los ideales de Madero y su nueva visión de gobierno. También incitaba al pueblo a levantarse en armas justamente el 20 de Noviembre de 1910. En ese documento su autor declaraba que las elecciones pasadas no eran válidas y defendía la necesidad de que campesinos, obreros y otros trabajadores contaran con mejores y mayores garantías individuales y colectivas. Hombres como Pascual Orozco, Francisco Villa (Doroteo Arango, el “Centauro del Norte”) y Emiliano Zapata fueron líderes militares cuyo papel fue vital en la Revolución Mexicana al comandar importantes regimientos que se enfrascaron en sangrientas batallas en distintos puntos de la República Mexicana. Al final sus acciones fueron importantes para lograr la renuncia de Porfirio Díaz del gobierno. Los ideales más profundos por los que los revolucionarios lucharon eran la igualdad social entre las distintas clases, el repartimiento justo de tierras y riquezas, acabar con el imperialismo y frenar la reelección. Con la promulgación de la Constitución Política de 1917, México inició una nueva etapa en su historia y fue el final de la Revolución, uno de los acontecimientos que marcaron la historia de México. Por ello es que cada año, el 20 de Noviembre es una fecha fundamental que se festeja con todo tipo de eventos en cada rincón del país. https://www.Mediotiempo.Com/otros-mundos/que-se-celebra-el-20-de-Noviembre-en-México
La Revolución Mexicana fue un conflicto armado que se inició en México el 20 de Noviembre de 1910. Los antecedentes del conflicto se remontan a la situación de México bajo la dictadura conocida como el porfiriato. Porfirio Díaz ejercíó el poder en el país de manera dictatorial desde 1876 hasta 1911. Durante estos 35 años México experimentó un notable crecimiento económico y tuvo estabilidad política, pero estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del Siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el porfiriato.
Cuando Díaz aseguró en una entrevista que se retiraría al finalizar su mandato sin buscar la reelección, la situación política comenzó a agitarse. La oposición al Gobierno cobró relevancia ante la postura manifestada por Díaz. En ese contexto, Francisco I. Madero realizó diversas giras en el país con miras a formar un partido político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera en las elecciones. Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Díaz.
Madero logró escapar de la prisión estatal y huyó a los Estados Unidos. Desde San Antonio (Texas), el 20 de Noviembre de 1910, proclamó el Plan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el Gobierno de Díaz. El conflicto armado se inició en el norte del país y posteriormente se expandíó a otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevados ocuparon Ciudad Juárez (Chihuahua), Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia.
En 1911 se realizaron nuevas elecciones en las cuales resultó elegido Madero. Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros líderes revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano Zapata y Pascual Orozco contra el Gobierno maderista. En 1913 un movimiento contrarrevolucionario, encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, dio un Golpe de Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena Trágica, terminó con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez. Huerta asumíó la presidencia, lo que ocasiónó la reacción de varios jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco Pancho Villa. Tras poco más de un año de lucha, y después de la ocupación estadounidense de Veracruz, Huerta renunció a la presidencia y huyó del país.
A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las facciones que habían luchado contra Huerta, lo que desencadenó nuevos conflictos. Carranza, jefe de la Revolución de acuerdo con el Plan de Guadalupe, convocó a todas las fuerzas a la Convencíón de Aguascalientes para nombrar un líder único. En esa reuníón Eulalio Gutiérrez fue designado presidente del país, pero las hostilidades reiniciaron cuando Carranza desconocíó el acuerdo. Después de derrotar a la Convencíón, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redacción de una nueva Constitución y llevar a Carranza a la presidencia en 1917. La lucha entre facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.
Actualmente no existe un consenso sobre cuándo terminó el proceso revolucionario. Algunas fuentes lo sitúan en 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana,123 algunas otras en 1920 con la presidencia de Adolfo de la Huerta4 o en 1924 con la de Plutarco Elías Calles.5 Incluso hay algunas que aseguran que el proceso se extendíó hasta los años 1940.6
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