El nuevo sistema ideado por Cánovas pretendía abrir una nueva etapa que supusiera el fin de los conflictos y una nueva etapa en la monarquía borbónica. Para ello, el sistema se va apoyar en tres pilares básicos: a) la Monarquía, considerada una institución incuestionable, por encima de cualquier decisión política, intentando acabar así con la tradicional identificación monarquía borbónica-moderantismo, que la había llevado al exilio en el periodo anterior.  A partir de este momento su única función va a ser garantizar la estabilidad por medio del entendimiento y alternancia de los partidos dinásticos, b) los partidosdinásticos, liberal (liderado por Sagasta), y conservador (liderado por Cánovas), que acuerdan no utilizar pronunciamientos ni enfrentamientos civiles para hacerse con el poder, sino compartirlo pacíficamente mediante la alternancia regular, y por último c) el ejército, se intenta acabar con su tradicional intervención en política a través del sometimiento del poder militar al civil, y potenciando la imagen del rey como símbolo y cabeza del ejército, resaltando la imagen de este como eje vertebrador del nuevo sistema político.

Si uno de los objetivos básicos de la Restauración era conseguir la estabilidad, lo primero que había que hacer era poner fin a los conflictos que se arrastraban del Sexenio y de este modo, es ahora cuando se ponen fin a las guerras carlista y cubana
. En el primer caso, la llegada de los Borbones supuso el final de la Tercera Guerra Carlista, por lo que muchos acabaron reconociendo a Alfonso XII como rey y los núcleos insurrectos se rindieron. Consecuencia inmediata, fue la marcha al exilio de Don Carlos VII,  (a Francia), y la abolición definitiva del régimen foral.  Temiendo que la medida supusiera un resurgir del movimiento, se establecíó como contrapartida un sistema de conciertos económicos que supónían cierta autonomía fiscal. En cuanto al problema cubano, se combinó la negociación con la lucha armada, firmándose la Paz de Zanjón en 1878, por la que, entre otras medidas, se establecía la abolición de la esclavitud, la representación en Cortes de Cuba o la amnistía, pero su retraso o incumplimiento de los acuerdos, llevó a la reactivación del conflicto que condujo finalmente a la independencia.

Uno de los rasgos definitorios por excelencia de este periodo será el bipartidismo o turnopacífico
. Si la Restauración buscaba conseguir la estabilidad a través de la alternancia pacífica de los partidos, serán los llamados partidos dinásticos los elegidos para su consecución. Ambos, conservador y liberal, van  a ser partidos de élites económicas, pero predominando en un caso los terratenientes y en otros, los profesionales liberales.  Para conseguir esa alternancia, ambos acordaron no promulgar leyes que obligaran al otro partido a derogarlas cuando llegara al poder, intentando así evitar la proliferación de reformas y constituciones del periodo anterior. Pero lo más interesante para el ejercicio del poder será la Alternancia Regular, también conocida como Turno Pacífico. La alternancia pactada entre ambos partidos, que provocaba que no hubiera una verdadera oposición, ya que se alternan en el poder pacíficamente, para evitar el uso de enfrentamientos y pronunciamientos para hacerse con el poder, por lo que cualquier medida a llevar a cabo debía ser aprobada por ambas fuerzas y, en relación con esto también ambas cuidaban de los intereses del otro partido, estuviera o no en ese momento en el poder (eran panes prestados). Para conseguir esa alternancia, se invertían los métodos propios del sistema parlamentario, si en este lo habitual era que el monarca encargara formar gobierno a la fuerza que obténía mayoría en las elecciones, en la Restauración el mecanismo fue invertido, de manera que cuando el partido en el poder perdía la confianza de las Cortes, el rey llamaba al jefe del otro partido a formar gobierno y, una vez nombrado jefe de gabinete, convocaba elecciones para así poder obtener una mayoría suficiente para poder gobernar, por lo que había que recurrir a todo tipo de trampas y fraudes para conseguir el resultado deseado. Es por ello, que se afirma que la alternancia se va a apoyar en un sistema electoral corrupto, basado en la compra de votos, falsificación de actas (se incluyen a personas muertas o se anulan a vivas) o el uso de la coacción sobre el electorado, recurriendo para esto último al caciquismo, personas con influencia y poder económico, especialmente en zonas rurales.

El ministro de la Gobernación y los caciques serán figuras indispensables para el éxito del sistema de alternancia. El primero, elaboraba la lista de los candidatos que debían salir elegidos (encasillado), lista que pasaba a los gobernadores civiles y que estos pasaban a alcaldes y caciques, individuos que controlaban en las zonas rurales el poder económico y social. La importancia de los caciques en las zonas rurales y la necesidad de garantizar los resultados electorales, llevó a que las zonas rurales tuvieran mayor peso electoral que las ciudades, ya que eran zonas donde la manipulación del voto era mucho más fácil de conseguir, debido a la desigual distribución de la propiedad de la tierra, de hecho, el cacique será una figura fundamental en el sistema a partir de la implantación del sufragio universal. El sistema, aunque aparece como democrático, realmente no lo es, porque representa sólo la voluntad de unos pocos, pudiendo afirmar por ello que se trata de un gobierno y un sistema oligárquico.

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