09 May
Carácterísticas generales del ensayo
El término ensayo procede de Montaigne, que lo utilizó en sus conocidos Essais (1580). Ortega Gasset lo definíó como “disertación científica sin prueba explicita”. Contiene desde reflexiones sobre temas diversos hasta comentarios de experiencias personales, opiniones críticas… Por esto el ensayo puede tratar temas de literatura, filosofía, arte , ciencias experimentales, política. El ensayo es un género en prosa y de carácter divulgativo. Abierto a cualquier tema y tratamiento. A veces el ensayo especializado se aleja algo de la prosa de divulgación, pero la ausencia de prueba y la subjetividad lo diferencian del texto científico. El ensayo subjetivo se acerca al texto argumentativo y solo se diferencia de él en la intencionalidad del emisor.
Características del ensayo
El ensayo presenta una extensión indefinida.
El ensayo muestra una visión personal del autor. El ensayo se elige para presentar nuevas formas de ver las cosas. No busca las conclusiones del estudio científico. Busca la originalidad, abrir nuevos caminos. El ensayo presenta cierto desarrollo asistemático del tema, sin ordenación rigurosa, el pensamiento fluye según el estilo del autor: asociaciones frecuentes, digresiones oportunas… El ensayo se cita de memoria, no se presentan las referencias. El ensayista fundamenta su teoría en la experiencia personal y no en el experimento científico. La teoría puede ser válida pero no hay demostración científica.
Cualquier tema puede ser materia de ensayo, desde las disciplinas humanísticas hasta las científicas. El ensayo presenta una intencionalidad estética.
Hay una clara voluntad de estilo por parte del autor lo que le lleva a usar recursos literarios: metáforas, antítesis, ironía, interrogación retórica…El ensayo va dirigido a un lector medio, culto e interesado en el tema, pero no necesariamente especialista.
EL ensayo a principios del Siglo XX
El ensayo español alcanza durante el Siglo XX su máximo florecimiento, cobrando una gran importancia en la transmisión de contenidos científicos, ideológicos y del pensamiento en general. Adquiere importancia en los autores de la Generación del 98, entre los que destaca Unamuno; en los novecentistas, con Ortega y Gasset, en la generación del 27, Salinas o Dámaso Alonso,
Evolución del ensayo hasta el Siglo XX
Es en el Siglo XVIII cuando podemos hablar del comienzo del género ensayístico tal y como se concibe modernamente. A ello contribuyeron autores tan significativos como Feijoo o Jovellanos.
Durante el Siglo XIX son muchos los autores que se dedican al cultivo de textos de carácter crítico y polémico, como Juan Valera,Emilia Pardo Bazán, quienes exponen sus puntos de vista sobre cuestiones de actualidad en periódicos y revistas de la época.
El Regeneracionismo.
Se trata de un movimiento de finales del Siglo XIX, caracterizado por un espíritu de reformismo que intenta reconstruir España. Para ello se basan en el intento de europeizar nuestra nacíón y en la adopción de medidas educativas y políticas. Los autores más importantes son:
Francisco Giner de los Ríos(1839-1915) fundador de la Institución Libre de Enseñanza, y Joaquín Costa (1846-1911), quien centró su filosofía en la regeneración por medio de la economía y la enseñanza. Como precursor ideológico de la Generación del 98 sobresale la figura de Ángel Ganivet,
El ensayo en la Generación del 98
Los temas más tratados por los autores pertenecientes a esta generación son el problema de España y el sentido de la vida.
En cuanto al tema de España, buscan un cambio en la consideración del espíritu y del carácter español que se aleje de los tópicos. En cuanto al tema existencial, dirigen sus planteamientos desde perspectivas variadas: la religión, la ética o la filosofía. El cultivador más importante del ensayo en la Generación del 98 es Miguel de Unamuno.
Sus ensayos constituyen una verdadera confesión de su intimidad.Su dos grandes núcleos temáticos son:
el sentido de la vida y su profunda preocupación por España.
Unamuno podemos establecer dos etapas: la primera, hasta 1905, se centra en el intento de europeizar España y la segunda, a partir de 1905, se estructura en torno a la idea de españolizar Europa.Entre sus obras destacan En torno al casticismo (1895-1916). Son también importantes Vida de Don Quijote y Sancho (1905), en la que se exalta la figura del personaje cervantino. La agonía del cristianismo(1924) y Del sentimiento trágico de la vida (1913), en la que se plantea la cuestión de la inmortalidad.
Los rasgos carácterísticos de sus ensayos son: una estructura de diálogo mediante preguntas y respuestas, la presencia de metáforas, parábolas y paradojas, la utilización de interrogaciones retóricas y la búsqueda de un lenguaje preciso y antirretórico.
José Martínez Ruiz, Azorín, cultivó el ensayo en obras como: los pueblos (1905), La ruta de Don Quijote (1905), Castilla (1912) o Al margen de los clásicos (1915). En ellas pone de manifiesto su estilo personal, caracterizado por la sencillez y la precisión.
Pío Baroja criticó de forma constante la crueldad, la estupidez y la maldad de la sociedad del momento.
Desde la última vuelta del camino (1943-1949).
Antonio Machado sobresale como ensayista con su obra Juan de Mairena, donde expone sus ideas estéticas, religiosas y filosóficas.
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