13 Mar

El Carlismo: Orígenes, Ideología y Expansión Geográfica

Tras la muerte de Fernando VII en 1833, España se vio inmersa en una profunda crisis sucesoria y política. Fernando VII, queriendo asegurar la descendencia, publicó la Pragmática Sanción que eliminaba la Ley Sálica, la cual impedía reinar a las mujeres. Restablecía así la línea sucesoria de las Partidas, favorable a la sucesión femenina. Al morir, dejó como heredera a su hija Isabel, lo que provocó el levantamiento de los partidarios de su hermano, Carlos María Isidro, dando origen al carlismo.

A. Apoyos Sociales del Carlismo

El carlismo encontró apoyo principalmente en los absolutistas intransigentes. Entre sus filas se encontraban parte de la nobleza y del ejército, pero sobre todo, una gran mayoría del campesinado y sectores del artesanado. Estos grupos temían los cambios sociales y económicos que implicaba el liberalismo.

B. Ideología Carlista

El bando carlista, formado por los absolutistas más radicales, defendía el lema «Dios, Patria, Rey, Fueros». Sus objetivos principales eran la restauración del poder de la Iglesia y el mantenimiento del Antiguo Régimen. El legitimismo, es decir, la defensa de los derechos dinásticos de Carlos María Isidro, era otro pilar fundamental.

C. Ámbito Geográfico del Carlismo

El carlismo arraigó especialmente en zonas rurales del norte de España, como el País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo (entre Aragón y Valencia). Una de las razones de este apoyo fue la defensa de los fueros, un conjunto de privilegios históricos para las poblaciones vascas y navarras, y la promesa de su recuperación para catalanes, aragoneses y valencianos, que los habían perdido con los Decretos de Nueva Planta. A nivel internacional, el carlismo recibió el apoyo de potencias tradicionalistas como Austria, Rusia, Prusia, Nápoles y los Estados Pontificios.

Causas y Consecuencias de las Guerras Carlistas

La publicación de la Pragmática Sanción en 1830 y la muerte de Fernando VII en 1833, dejando a su hija Isabel como heredera, desencadenaron la Primera Guerra Carlista (1833-1840). Carlos María Isidro, hermano del difunto rey, se consideró el legítimo heredero y se alzó en armas. El movimiento carlista provocó tres conflictos armados que desestabilizaron España durante gran parte del siglo XIX.

Primera Guerra Carlista (1833-1840)

Se pueden distinguir cuatro fases:

  1. Insurrección vasconavarra liderada por Zumalacárregui.
  2. Expansión al Maestrazgo bajo el mando del general Cabrera.
  3. Iniciativa isabelina y búsqueda de la paz, culminando con el Convenio de Vergara, que puso fin a las hostilidades en el País Vasco y Navarra.
  4. Fin de la guerra en el Maestrazgo: Cabrera rechazó el Convenio de Vergara, pero finalmente fue derrotado.

Consecuencias:

  • Descalabro humano y económico: La guerra causó un alto número de muertes y retrasó el desarrollo del país.
  • Inclinación hacia el liberalismo: La monarquía española se vio obligada a apoyarse en los liberales para defender el trono de Isabel II.
  • Protagonismo militar: Los generales se convirtieron en figuras clave de la política, liderando los partidos liberales y recurriendo a pronunciamientos.
  • Crisis económica: Los enormes gastos de la guerra agravaron la situación financiera del país, impulsando reformas como la desamortización.
  • Cuestión foral: El Convenio de Vergara respetó los fueros, pero la ambigüedad entre el foralismo y el centralismo liberal no se resolvió completamente.

Segunda Guerra Carlista (1846-1849)

Esta insurrección, que tuvo lugar principalmente en Cataluña durante la Década Moderada, se debió al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con el pretendiente carlista.

Partidos Políticos Durante el Reinado de Isabel II

El reinado de Isabel II (1833-1868) fue un periodo políticamente complejo, marcado por dos regencias (María Cristina y Espartero), la guerra carlista, cuatro constituciones y continuos levantamientos revolucionarios.

A. Partido Moderado

Liderado por el general Narváez, representaba el liberalismo doctrinario. Sus apoyos provenían de grandes terratenientes, la alta burguesía y la clase media alta. Defendían:

  • Soberanía compartida entre el rey y las Cortes.
  • Amplios poderes para el monarca.
  • Limitación de los derechos individuales.
  • Sufragio censitario muy restrictivo.

B. Partido Progresista

Liderado por el general Espartero, se apoyaba en la pequeña y mediana burguesía, empleados y artesanos. Sus principios eran:

  • Soberanía nacional representada en las Cortes.
  • Limitación del poder del rey.
  • Rechazo a cambios revolucionarios.

Su ideario se plasmó en las Constituciones de 1837 y 1856 (non nata).

C. Partido Demócrata

Surgió de una escisión del Partido Progresista. Agrupaba a progresistas radicales, republicanos e incluso simpatizantes del socialismo. Su programa (1849) incluía:

  • Soberanía nacional.
  • Sufragio universal.

Su ideario se reflejó en la Constitución de 1869.

D. Unión Liberal

Liderada por el general O’Donnell, se formó en los años cincuenta como un partido de centro, nutriéndose de miembros del ala derecha del Partido Progresista y del ala izquierda del Partido Moderado. Su postura era ecléctica y pragmática.

E. Otras Corrientes Ideológicas

Al margen del liberalismo, persistía el carlismo, con apoyo de la alta nobleza, el alto clero y una gran masa de campesinos. En el otro extremo, estaban los republicanos, divididos en centralistas y federalistas.

Etapas del Reinado de Isabel II y el Papel de los Militares

El reinado de Isabel II se caracterizó por la inestabilidad política, la alternancia entre progresistas y moderados, y los continuos pronunciamientos militares. Se divide en:

1. Las Regencias de María Cristina y Espartero (1833-1843)

Durante la minoría de edad de la reina, moderados y progresistas se alternaron en el poder. Esta etapa fue crucial para la implantación del liberalismo en España.

2. El Reinado Personal de Isabel II (1843-1868)

2.1. La Década Moderada (1844-1854)

Predominio absoluto de los moderados, liderados por Narváez. Se adoptó una postura conservadora, reflejada en la Constitución de 1845. Características:

  • Soberanía compartida entre la monarquía y las Cortes.
  • Base electoral restringida (1% de la población).
  • Garantía del orden: censura de prensa y creación de la Guardia Civil.
  • Política centralizadora.
  • Creación del Banco de Españita.
  • Acercamiento a la Iglesia (Concordato de 1851).

2.2. La Revolución de 1854 y el Bienio Progresista (1854-1856)

Pronunciamiento de O’Donnell en Vicálvaro. Espartero asume el poder. Impulso a transformaciones económicas liberales:

  • Segunda fase desamortizadora (Madoz).
  • Ley de Ferrocarriles.

2.3. La Era O’Donnell y la Crisis del Régimen (1856-1868)

Espartero es sustituido por O’Donnell. Se restaura la Constitución de 1845, manteniendo algunas reformas. Destaca la política exterior para recuperar el prestigio internacional. La crisis política lleva a la alianza entre progresistas, demócratas y unionistas (tras la muerte de O’Donnell), que planean el destronamiento de Isabel II.

Comparación de las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz

Las desamortizaciones consistieron en la expropiación forzosa y venta en subasta pública de tierras y bienes que estaban en manos de «manos muertas» (Iglesia y municipios), es decir, que no se podían enajenar. El objetivo era poner estos bienes en el mercado para dinamizar la economía y obtener ingresos para el Estado.

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