12 Nov
Imperio de Carlos V (1516-1556)
Herencias y Ascenso al Poder
Carlos I, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, heredó un vasto imperio. De su madre, recibió Castilla, Navarra, las Islas Canarias, América, Trípoli, Túnez, Orange y Melilla. De su padre, heredó los Países Bajos Borgoñones, Flandes, el Franco Condado y, a través de su abuelo Maximiliano I, Austria y el Tirol. De su abuelo Fernando el Católico, recibió Aragón, Baleares, Cerdeña, Sicilia, Nápoles, Atenas y Neopatria. Con Carlos I, comienza en España la dinastía de los Austrias.
Conflictos Internos
Carlos I, que vivía en España pero no hablaba castellano, trajo consigo a consejeros flamencos, lo que generó recelo entre la nobleza y la población española. Su ascenso al trono alemán en 1519 y el consecuente aumento de impuestos en Aragón y Castilla provocaron sublevaciones. La Regencia de Adriano de Utrecht durante la ausencia de Carlos V exacerbó las tensiones, dando lugar a la sublevación de las Comunidades en Castilla (1520-1522).
Sublevación de las Comunidades
Liderada por Juan Bravo (Segovia), Juan de Padilla (Toledo) y Francisco Maldonado (Valladolid), las Comunidades exigían que el rey viviera en España, hablara castellano, que los cargos de gobierno fueran ocupados por españoles y que se redujeran los impuestos. Carlos V respondió con fuerza militar, derrotando a los comuneros en la batalla de Villalar (1521) y ejecutando a sus líderes.
Sublevación de las Germanías
En la Corona de Aragón, la sublevación de las Germanías (1519-1523), protagonizada por burgueses y campesinos, se originó por la crisis económica y las epidemias. La nobleza, que se había refugiado en sus casas de recreo, fue el blanco de la revuelta. El rey sofocó la rebelión en 1523.
Consecuencias de las Sublevaciones
Las sublevaciones reforzaron el poder de la monarquía, que se apoyó en la nobleza para frenar las revueltas y mantener el Antiguo Régimen.
Abdicación de Carlos V
En 1556, Carlos I abdicó en su hijo Felipe II y se retiró al monasterio de Yuste (Cáceres).
La Monarquía Hispánica de Felipe II (1556-1598)
Contexto Internacional
El reinado de Felipe II estuvo marcado por la Reforma Protestante iniciada por Lutero en 1517. El Concilio de Trento (1545-1563), convocado para contrarrestar las ideas de Lutero, no logró la reconciliación, dando lugar a la Contrarreforma y a un cisma en la Iglesia.
Política Interior
Felipe II, ferviente defensor del catolicismo, implementó medidas de censura, prohibió estudiar en el extranjero y cerró fronteras. En 1568, sofocó la sublevación de las Alpujarras, protagonizada por los moriscos. También enfrentó problemas con su secretario, Antonio Pérez, quien se vio envuelto en la sublevación de Flandes y en la venta de secretos de Estado junto a la princesa de Éboli. Felipe II estableció la capital en Madrid en 1561.
Política Exterior
- Francia: Felipe II venció a los franceses en la batalla de San Quintín (1557) y mandó construir el Monasterio de El Escorial en conmemoración.
- Flandes: La sublevación en Flandes culminó con la independencia de las Provincias Unidas del norte en 1580, lideradas por Guillermo de Orange.
- Turcos: La batalla de Lepanto (1571), en la que participó Miguel de Cervantes, frenó la expansión turca por el Mediterráneo.
- Inglaterra: El apoyo inglés a los sublevados de Flandes y los ataques de piratas ingleses a barcos españoles llevaron a Felipe II a preparar la Armada Invencible (1588), que fracasó debido al mal tiempo.
- Portugal: Tras la muerte del rey Sebastián I sin descendencia, Felipe II fue reconocido como rey de Portugal en 1581, dando lugar a la Unión Ibérica. Felipe II se comprometió a mantener las instituciones y los cargos administrativos y militares portugueses.
- Expansión en el Pacífico: En 1571, Legazpi conquistó las Islas Filipinas.
Crisis Económica
El reinado de Felipe II terminó con una crisis económica y la bancarrota del Estado. A pesar de las dificultades, España logró mantener el control de Filipinas y Portugal, consolidando su imperio ultramarino.
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