11 Jul

REGENCIA: período de tiempo durante el cual una persona (regenta) se hace cargo del gobierno mientras el monarca legítimo no tiene la mayoría de edad para reinar. Esto ocurríó en España entre 1830 y 1834 cuando Fernando VII murió e Isabel tenía apenas tres años. Hubo dos regencias: la regencia de María Cristina y la regencia del general Espartero.

CARLISMO: movimiento político conservadores que comienza cuando Don Carlos María Isidro aspira a la sucesión del trono de España y lucha contra la princesa Isabel. Los partidarios de Don Carlos defienden la permanencia del Antiguo Régimen y de los fueros. Los partidarios de Don Carlos defienden la permanencia del Antiguo Régimen y de los fueros. En España en el Siglo XIX habrá tres guerras carlistas.

MODERADOS: conjunto de ciudadanos defensores del liberalismo cuyos principios se basaban en la división de poderes ( siendo el rey el poseedor del poder ejecutivo; las Cortes con el rey, los responsables del poder legislativo: y los tribunales y jueces, los encargados del poder judicial), la soberanía compartida entre las Cortes y el rey, la imitación de los derechos individuales y la confesionalidad católica pero sin libertad de culto. Asimismo, destacan que su postura acerca de la figura del rey era más conservadora, motivo por el cual siempre contaron con el apoyo de la corona, siendo el partido que más tiempo reinó. La división de moderados y progresistas se produjo durante el principio del reinado de Isabel II, en la regencia de María Cristina. Entre los moderados, resalta el general Narváez.

PROGRESISTAS: conjunto de ciudadanos defensores del liberalismo cuyos principios se basaban en la división de poderes ( siendo el rey poseedor del poder ejecutivo; las Cortes, los responsables del poder legislativo; los tribunales y jueces, los encargados del poder judicial,la soberanía nacional, la amplificación de los derechos individuales y la confesionalidad católica con libertad de culto. Asimismo, destacan que este grupo recordaba los poderes del rey al igual que sus atribuciones y dados sus dificultades para acceder al poder, utilizaron los pronunciamientos para acceder al mismo, recalcando la vicalvarada. Entre los progresistas resalta el general Espartero. La división de moderados y progresistas se produjo durante el principio del reinado de Isabel II, en la regencia de María Cristina.


DESAMORTIZACIÓN: incautación por parte del Estado y puesta a la venta en forma de subasta pública de los tierras y otros bienes de la iglesia. La desamortización de Mendizabala fue una medida llevada a cabo por el ministro progresista Mendizábal en durante la regencia de María Cristina siendo el sector más beneficiado la burguésía. Asimismo, destacan que con el dinero recaudado se sufragaron los gastos de la guerra Carlista, se aumentaron las tierras cultivables, se mejoraron los rendimientos y los conventos se transformaron en edificios públicos, se derribaran o pasarán a manos privadas. Por el contrario desgraciadamente, la Santa Sede cortó las relaciones con España.

CONSTITUCIÓN DE 1845: documento redactado por el gobierno moderado y promulgado en 1845 (Década Moderada) , el cual establece la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, un sufragio censitario muy reducido y solamente el 0,8% de la población podía votar), limitaciones de derechos como la libertad de culto y la organización centralista como modelo de Estado.

LA GLORIOSA REVOLUCIÓN: levantamiento del pueblo español (militares y civiles) contra la reina Isabel II que estalló mediante un pronunciamiento en 1868 liderado por los generales Semana y Prim, además de la creación de juntas revolucionarias para contratar los problemas económicos, el conservadurismo de los Gobiernos que excluían a los progresistas, republicanos y demócratas el autoritarismo de Gobierno y la impopularidad cada vez mayor de la Reina. Por ello, en 1866, los tres partidos anteriormente nombrados, firmaron el Pacto de Ostende, al cual después se unirá la Uníón Liberal, y en el cual acordaron derrocar a la reina y democraduras la vida política española. El resultado de este revuelo para la retirada de Isabel II a Francia tras una derrota aplastante en la batalla de Alcoba (Córdoba) y el establecimiento de un gobierno provisional que dio lugar al Sexenio Democrático. 

CONSTITUCIÓN DE 1869: documento redactado durante el Sexenio democrático por el Gobierno provisional de Serrano y aprobada por las Cortes Constituyentes, caracterizada por ser el primer texto democrático de la historia de España. Esta constitución conténía una amplia declaración de derechos como el derecho de asociación, reconocía el sufragio universal masculino debido a la participación de los demócratas en la elaboración de esta, y declaraban la monarquía como forma de gobierno.


MOVIMIENTO CANTONALISTA: levantamiento de los republicanos intransigentes contrarios al modulo del Estado federal de de Pi i Margall cuyo objetivo era el establecimiento de una federación constituida desde abajo, es decir, desde el pueblo. Esta insurrección estalla en Cartagena en Julio de 1873 durante la Primera República y se extiende a territorios como Cataluña, Málaga, etc. El movimiento fue duramente reprimido por Salmerón y Castelar ante el temor de una revolución que rompiera la unidad de España. 

CONSTITUCIÓN DE 1876: documento promulgado por Antonio Cánovas del castillo: durante el reinado de Alfonso XII que fue una de las bases de la Restauración Borbónica. Esta constitución redactada con un carácter conciliador reconoce una amplia relación de derechos y libertades con el fin de satisfacer a demócratas y progresistas, además de proclamar la confesionalidad del Estado y la soberanía compartida entre las Cortes y el rey, principios defendidos por los moderados.

TURNISMO: sistema político establecido en España durante la Restauración borbónica con el fin de turnar en el gobierno de manera pacífica a conservadores y liberales. Sin embargo, este sistema trajo consigo la corrupción electoral. En primer lugar, el rey decidía qué partido iba a formar Gobierno, y después, las elecciones convocadas se amañaban para que los resultado fueran acordes a la decisión del rey. Esto, se llevaba a cabo mediante el caciquismo, técnica empleada en el ámbito rural que consistía en que los caciques forzaron a la población a votar el partido conveniente, y el pucherazo, práctica utilizada en la ciudades con el objetivo de amañar los resultados si no era los esperados. Aunque el turnismo proporciono estabilidad, este sistema, dejaba fuera a tres grupos contrarios al Estado centralizado y cada vez mas representativas: los anarquistas, liderados por Pablo Iglesias, y los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos.


EL SEXENIO DEMOCRÁTICO O REVOLUCIONARIO 1868-1874

GOBIERNO PROVISIONAL DEL GENERAL SERRANO (1868-1870): tras el triunfo de la Gloriosa en 1868, se contribuyó un Gobierno provisional liderado por el general Serrano y formado por progresistas, unionistas y demócratas principalmente. Este gobierno, convocó corte constituyentes con el fin de aprobar la Constitución de 1869, el primer texto democrático de la historia de España. Esta constitución, reconocía el sufragio universal masculino, la monarquía como forma de gobierno y un amplio repertorio de derechos. Asimismo, Serrano fue nombrado regente hasta la elección de un monarca que contará con la aprobación de las Cortes y del resto de Europa.

LA MONARQUÍA DE AMADEO I (1871-1873): Amadeo de Saboyá fue el monarca elegido por la Cortes para reinar en España. Amadeo I fue un rey democrático; sin embargo, su reinado fue muy corto debido a su incapacidad para superar las dificultades que se le presentaron durante el desarrollo de este. En primer  lugar, en Diciembre de 1870, el principal defensor de Amadeo, el general Prim, fue asesinado. Este hecho, le dificulto desmesuradamente pues a su llegada a España en 1871, se encontró sin apoyos. Por ello, tuvo que hacer frente a la aposición de las monarquías, la Iglesia, los republicanos y gran parte de la población que la rechazaba por ser extranjero. Asimismo, el desarrollo de la guerra de Cuba y el estallido de tercera guerra Carlista en 1871, conllevaron a la abdicación del monarca 1873.

LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-1874): tras la abdicación de Amadeo I, las Cortes proclamaron la Primera República española. Está únicamente duró nueve meses y fue presidida por Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar. Principalmente, tuvo que hacer frente a tres grandes problemas.

En primer lugar, el estallido del movimiento cantonalista, el cual propone la organización territorial de España en 17 «Estados». Esta interpretación de federalismo, resultó en la creación de cantones a repúblicas independientes en varios territorios ( Cataluña, Cartagena, Málaga…) en Julio de 1873. Sin embargo, ante el temor de una revolución que alternaba la unidad de España, el movimiento fue duramente reprimido.

En segundo lugar, la guerra de Cuba.
Esta sublevación había comenzado en 1868 a causa del descontento de la población criolla, la cual rechazaba la presión económica de España y deseaba participar en el gobierno de isla. Apoyados por Estados Unidos, los sublevados firmaron la Paz de Zanjón en 1878.

Por último, la tercera guerra carlista, se inició en 1872 y finalizó en el reinado de Alfonso XII en 1876, el general Pavía dio un Golpe de Estado y disolvíó las Cortes. Más tarde, en Diciembre de este mismo año, el general Martínez Campos protagonizó un nuevo pronunciamiento que restauró la dinastía de los Borbones con la proclamación de Alfonso XII, hijo de Isabel II, como rey de España.


LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1931): la Restauración Borbónica se divide en tres periodos, el reinado de Alfonso XII (1874-1884), la regencia de María Cristina (1884-1902) y el reinado de Alfonso XIII (1902-1931).

Debido al caos instaurado en España durante el Sexenio Democrático, el general Martínez Campos protagonizó en 1874 un pronunciamiento que restauró la dinastía de los Borbones con Alfonso XII como monarca de España. Este rey, partidario de la monarquía constitucional, nombró presidente de Gobierno a Antonio Cánovas del Castilla, quien vio urgente la recuperación del Andes y la estabilidad. Por este motivo, puso fin a la guerra carlista y a la guerra de Cuba, promulgó una Constitución y creó un nuevo sistema político denominado turnismo.

La Restauración se basó en dos planes: la creación de una nueva constitución y la alternancia en el poder de las dos grandes partidos (conservadores y liberales).

Así, se promulgó la Constitución de 1876, la cual intentó ser conciliadora mediante la inclusión de una amplia relación de derechos y libertades, y la proclamación de la confesionalidad del Estado y la soberanía compartida entre las Cortes y el rey.

Por otro lado, el ejercicio del poder se llevó a cabo por medio del turnismo entre el Partido Conservador, liderado por Cánovas y cuyos principios se basaban en la defensa de la iglesia y del orden social; y el Partido liberal, liderado por Sagasta y cuyos partidarios defendían importantes reformas sociales. Añadir que los liberales aprobaron en 1890, el sufragio universal masculino. Sin embargo, este sistema político conllevo a la corrupción electoral siendo el rey el primero en decidir qué partido iba a formar Gobierno y amarrando las elecciones convocadas después para que el resultado fuese acorde a la decisión del rey.

La corrupción se promovíó mediante el caciquismo, en el ámbito rural, esto es, las caciques, forzaban a la población para votar al partido conveniente; y el pucherazo, en las ciudades, técnica que consiste en manipular los resultados cuando estos no eran los esperados.

El turnismo, proporciónó la estabilidad esperada, no obstante, este sistema, dejaba fuera a tres partidos contrarios al Estado centralizado cada vez más representativos entre la población: los anarquistas, los socialistas, liderados por Pablo Iglesias, y los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos.


EL REINADO DE Isabel II (1833-1868)


REGENCIA DE MARÍA Cristina (1833-1840): cuando en 1833 murió Fernando VII, su viuda, la reina María Cristina de Borbón, se hizo cargo del gobierno ya que Isabel una menos de edad, apenas tenía tres años.

Sin embargo, Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, se proclamó rey de España, desencadenando así la primer guerra carlista (1830-1839). La guerra no fue solo un conflicto dinástico sino también un enfrentamiento ideológico entre los liberales que apoyaban a Isabel y los carlistas que defendían la permanencia del Antiguo Régimen a través de Don Carlos. Destacan que el apoyo liberal se constituye mayormente por la nobleza vinculada a la Corte, la burguésía y las clases populares urbanas mientras que parte de la nobleza, el clero y el campesinado, quienes tienen el fin de la exención del servicio militar, la exoneración de la paga de impuestos y el disfrute de las tierras comunales, apoyaron al bando carlista.
El enfrentamiento terminó con el Abrazo de Vergara, acuerdo entre el general Espartero (liberal) y el general Maroto (carlista) que reconocíó a Isabel II como reina de España a cambio de la rendición del ejército carlista y su posterior integración en el ejército liberal, y el mantenimiento de los jueces no obstante, liberales y carlistas volvieron a enfrentarse en otras dos ocasiones a lo largo del Siglo XIX.

María Cristina en un primer momento, quiso mantener el absolutismo, pero el comienzo de la guerra carlista, obligó a la regente en buscar el apoyo de las liberales. Sin embargo, durante su regencia, se produjo la división de éstas en dos grupos: moderados y progresistas. Los moderados defendían la división de poderes (siendo el rey el poseedor del poder ejecutivo; las Cortes con el rey; los responsables del poder legislativo; y los tribunales y jueces, los encargados del poder judicial), la soberanía compartida entre las Cortes y el rey; la limitación de los derechos individuales y la confesionalidad católica sin libertad de culto. Por otro lado, los progresistas defendían la discusión de poderes (siendo el rey poseedor del poder ejecutivo, las Cortes las responsables del poder legislativo; y los tribunales y jueces, los encargados del poder judicial, la soberanía nacional, la amplificación de los derechos individuales y la confesionalidad católica con libertad de culto. Inicialmente, debido a que los principios moderados conservadores mayormente la figura del rey, María Cristina se alió con ellas, sin embargo, el Motín de la Granja en 1836 proporciónó la entrega del Gobierno a los progresistas.

En 1836, el ministro progresistas Mendizábal proclamó una desamortización que consistíó en la incautación y puesta a la venta de forma de subasta pública de las tierras y otras bienes de la iglesia. Con el dinero recaudado, si pudieran sufragar los gastos de la guerra carlista pero no la deuda de Estado. Asimismo, se produjo un aumento de las tierras cultivables  una mejora de los rendimientos: y los conventos se transformaron en edificios públicos o parroquias, se derribaron o pasaron a manos privadas. Por último, destacan que la burguésía fue el sector más beneficiado por esta medida debido a la compra de bienes. Del mismo modo, resaltar que esta medida conllevo el corte de las relaciones con la Santa Sede y España.

Finalmente, en 1840, María Cristina dimitíó falsamente por sus enfrentamientos con los progresistas. Asimismo, recalcar que su regencia estuvo marcada por la guerra carlista y su vida personal, la cual no era bien vista a ojos del pueblo español debido a su matrimonio con Agustín Fernando Muñoz oficial de la guardia real.


DÉCADA MODERADA (1844-1854): durante esta etapa Isabel II encargó la formación del Gobierno a los moderados, siendo el general Narváez  presidente de varios gobiernos. Entre los hechos destacables, se ncuentran la promulgación de la Constitución de 1845 que estableció la soberanía compartida entre las Cortes y el rey y la elección de estas por un partido entre las Cortes y el rey y la elección de estas por un sufragio cesitario muy reducido 10,8% de la población

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