06 Abr
a) Define los siguientes términos: 1) Infección. 2) Virulencia. 3) Toxina.
b)
Cita tres ejemplos de microorganismos patógenos indicando en cada caso: 1) el tipo de microorganismo;
2) la enfermedad que produce; 3) la vía de contagio.
c) Explica el significado de la reacción alérgica y de autoinmunidad. Cita alguno situación en la que se produzcan estos procesos.
a) 1) El término infección implica acción competitiva entre dos seres vivos, huésped y parásito. Si el parásito tiene éxito, resulta la enfermedad. La infección es un tipo de parasitismo.
2) El grado de patogeneidad de un microorganismo se conoce como virulencia y es cuantificable; patogeneidad se refiere a la capacidad que ti enen los microorganismos para penetrar en el huésped y producirle cambios anatómicos y fisiológicos, como la enfermedad.
3) Una toxina es una sustancia de naturaleza proteica causante de la especificidad funcional de algunas bacterias. Las toxinas se caracterizan por su capacidad de producir daños en el huésped, siendo en realidad las causantes de las enfermedades bacterianas.
b)
c) La hipersensibilidad es una respuesta inadecuada o exagerada del sistema inmunitario, se dice que los individuos que la presentan son hipersensibles. Es importante destacar que las reacciones de hipersensibilidad sólo son expresiones de respuestas inmunitarias, tanto frente a patógenos como frente a sustancias inocuas, que cursan de forma inapropiada y causan fenómenos inflamatorios y lesiones en los tejidos. Hay dos tipos de hipersensibilidad: inmediata y retardada.
La reacción alérgica se considera actualmente sinónimo de hipersensibilidad inmediata. Se caracteriza por ser una respuesta inmunitaria exagerada frente a antígenos ambientales que,para la mayoría de los individuos, son inocuos (polen, ácaros, caspa animal). Las sustancias causantes de la alergia se denominan alérgenos, y pueden ser naturales o productos de síntesis que causan daño a los tejidos a través de la respuesta inflamatoria que provocan.
La autoinmunidad es un tipo de inmunidad adquirida contra los tejidos del propio organismo. La autoinmunidad aparece como consecuencia del fracaso de la tolerancia que los linfocitos y los anticuerpos tienen hacia los propios tejidos. La diversidad del sistema inmunitario es extraordinaria, y como el conjunto de las especificidades expresadas por las células T y B se generan al azar, incluye muchas que son específicas contra los componentes propios. Los mecanismos para distinguir entre los determinantes propios y los ajenos pueden fallar, y se producen fenómenos de autorreconocimiento. La autoinmunidad da origen a numerosas enfermedades denominadas autoinmunes, en las que se generan abundantes anticuerpos y células autorreactivas.
Existen un gran número de enfermedades autoinmunes con características clínicas muy diversas, que se clasifican en dos grandes grupos:
– Enfermedades órgano-específicas: La respuesta inmunitaria se dirige contra antígenos localizados en determinados órganos, como el tiroides, las glándulas suprarrenales, el estómago, y el páncreas, entre otros.
– Enfermedades no órgano-específicas: Los autoanticuerpos y las lesiones no son específicas de una antígeno localizado en un órgano concreto, aunque afectan de modo más intenso a determinados órganos.
a) Explica en qué consiste la reacción antígeno-
Anticuerpo
b) ¿Qué es el complejo de histocompatibilidad?
c) Explica el papel que tiene en la respuesta inmune los linfocitos T y los linfocitos B.
a) Se entiende por respuesta inmune humoral el proceso de fabricación de anticuerpos a instancias de antígenos que penetran en la circulación sanguínea del animal. La presencia de antígenos en un organismo desencadena la producción y liberación en la sangre y otros líquidos tisulares de anticuerpos por parte de los linfocitos de dicho organismo. Los anticuerpos son específicos porque están destinados a unirse con sus antígenos mediante un proceso denominado reacción antígeno-anticue rpo, durante le cual se destruyen los antígenos o se inutilizan. En este proceso los anticuerpos pueden combinarse con otras sustancias químicas, denominadas en su conjunto complejo del complemento, caracterizadas por ser precursores enzimáticos inactivos que se vuelven activos al combinarse el anticuerpo con el antígeno; estos enzimas activados atacan a los antígenos.
Existen diferentes tipos de reacción antígeno-anticuerpo:
– Reacción de precipitación: se lleva a cabo cuando la molécula de antígeno es soluble en el plasma; el complejo antígeno-anticuerpo formado es insoluble, con lo que tiende a precipitar.
– Reacción de aglutinación: cuando los antígenos son células o moléculas de éstas, se produce un agregado de células (aglutinado) con las moléculas del anticuerpo como nexo de unión entre ellas.
– Reacción de neutralización: se efectúa principalmente con los virus y consiste en una disminución de la capacidad infectiva del virus cuando se unen los anticuerpos con del determinantes antigénicos de la cápsula viral.
– Reacción de opsonización: los anticuerpos denominados opsoninas se unen a las células infectadas de modo que éstas resultan más apetecibles a las células fagocitarias.
b) Existen un conjunto de proteínas personales e individuales en la membrana plasmática de las células que sirven para identificar a un individuo, que como el caso de la huella dactilar, son específicas para cada persona. Este conjunto de proteínas está codificado por el complejo mayor de histocompatibilidad (CHM) que es polimórfico y poligénico: cada gen presenta muchas formas alélicas diferentes entre los individuos de una especie. Este complejo está formado al menos por 20 genes distintos y dado su carácter genético, se usan, entre otras cosas, para precisar el parentesco familiar.
c) Los dos tipos principales de células sanguíneas que reconocen antígenos son los linfocitos B y los linfocitos T.
La respuesta inmune celular está mediada por células que se unen específicamente a los antígenos y están implicados en ella los linfocitos T. Estas células blancas poseen moléculas receptoras en sus membranas que les permiten reconocer los antígenos. Las células T activadas por ese reconocimiento se dividen y segregan linfocinas, que son productos químicos que movilizan otros componentes del sistema inmunológico. Las células que responden a estas señales son los linfocitos B. En la respuesta inmune humoral están implicados los linfocitos B que al reconocer al antígeno se activan. Una vez activadas, las células B se dividen y determinan en células plasmáticas que segregan los anticuerpos. Al unirse a los antígenos que encuentran, los anticuerpos pueden neutralizarlos o precipitar su destrucción bien por las enzimas del complemento, o bien por las células asesinas.
Algunas células T y B se convierten en células con memoria que persisten en la circulación y estimulan al sistema inmunológico para eliminar el mismo antígeno si éste se presenta de nuevo en el futuro.
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