30 Abr
– Las precipitaciones son escasas o moderadas, también entre 800 y 300 mm anuales. En esta amplia zona, las precipitaciones son débiles casi siempre inferiores a 600 mm y descienden de norte a sur y de oeste a este; el invierno puede ser seco, debido a la formación de anticiclones fríos de origen térmico, y, en verano, las temperaturas pueden favorecer la formación de lluvias de convección. . Su volumen es algo mayor en el sector occidental del interior peninsular. · En el centro de las depresiones castellanas y del Ebro las precipitaciones son menores, debido a su encajamiento entre montañas. Su máximo tiene lugar en las estaciones equinocciales. – Las temperaturas medias anuales oscilan entre 10º y 14º C y se caracterizan por una amplitud térmica alta debido al aislamiento de la influencia del mar, bien por la lejanía del mar, o por la existencia de sistemas montañosos que obstaculizan la llegada de los flujos marítimos, ello origina el frío invernal y el recalentamiento estival. De uno a seis meses las temperaturas medias no superan los 6º C y las heladas son abundantes. Las variaciones térmicas permiten distinguir tres subtipos climáticos:· La submeseta norte, y las tierras altas de Guadalajara, Teruel y Cuenca tienen verano fresco e invierno frío. · La submeseta sur y los bordes del valle del Ebro tienen verano caluroso e invierno frío · Extremadura y el interior andaluz tienen verano muy caluroso e invierno moderado b) El clima mediterráneo marítimo – El área del clima mediterráneo marítimo comprende la costa mediterránea peninsular (menos el SE), la costa suratlántica, Baleares, Ceuta y Melilla. – Las precipitaciones son escasas o moderadas, entre 800 y 300 mm al año. Su volumen es algo mayor en la costa suratlántica que en la mediterránea. En la costa mediterránea las precipitaciones son menores. Su máximo principal es en otoño, debido a las tormentas ocasionadas por el contraste entre las aguas cálidas del Mediterráneo y la tierra. También pueden producirse por la llegada de masas de aire del este procedentes del continente europeo, o por gotas frías en altura. – Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica moderada. El verano es caluroso y el invierno es suave (el mes más frío no baja de 10°C). Podemos estudiar este tipo de clima por zonas de oeste a este, de Huelva a Gerona:c) El clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario – El área del clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario, comprende el SE peninsular y la zona media del valle del Ebro. – Las precipitaciones son muy escasas, entre 300 y 150 mm, lo que le da carácter estepario. – Las temperaturas varían con la latitud y la distancia al mar. En función de ambas se distinguen: la estepa cálida de la costa del SE y la estepa fría del interior del SE (este de La Mancha y Albacete) y de la zona media del valle del Ebro, con temperatura media anual inferior a 17 °C e inviernos moderados o fríos. 4. 3. Clima de montaña Comprende los territorios situados a más de 1000 m de altitud. Hay unas carácterísticas comunes a los espacios montañosos: descenso de temperatura (6ºC cada 1000m), distinta insolación sobre las vertientes de solana y umbría, la reducida amplitud térmica de las cumbres, el fenómeno de inversión térmica y el aumento de precipitaciones a medida que se incrementa la altura. – Las precipitaciones son abundantes, superan los 1000 mm a año – Las temperaturas presentan una media anual baja Estas carácterísticas varían según la situación – En montañas de clima oceánico no hay mes seco y los veranos son frescos – En montañas de clima mediterráneo se reducen las precipitaciones y la temperatura es más alta En general es un clima frío, con meses por debajo de 0º C, las precipitaciones son abundantes, superiores a 1000 mm, producidas a veces en forma de nieve que en algunos lugares no desaparece en todo el año, acompañadas de temperaturas medias negativas en invierno y muy frescas en verano.
2.2. Los paisajes vegetales en España a) Los paisajes vegetales de clima oceánico El bosque caducifolio Está constituido por árboles altos, con tronco recto y liso, y hoja grande que cae en otoño. Este tipo de bosque posee relativamente pocas especies que se reúnen formando grandes masas. Las más carácterísticas son el roble o carvallo y el haya. En el sotobosque crecen helechos y musgos, en un ambiente sombrío causado por las copas de los árboles. – El haya2. La landa y los prados La landa es una vegetación densa de matorral, cuya altura puede ser baja o alcanzar los cuatro metros. Sus especies más abundantes son el brezo, el tojo y la retama. La landa aparece como degradación del bosque caducifolio o como vegetación supraforestal. Suele usarse para cama de animales y luego como abono. Los prados son una vegetación herbácea que ocupa grandes extensiones de terreno en los paisajes oceánicoa) Los paisajes vegetales de clima mediterráneo. 1. El bosque perennifolio Está formado por árboles de mediana altura, con tronco no rectilíneo, grueso y rugoso, y hoja perenne. Sus ramas crean copas globulares y amplias, que proyectan sombra sobre el suelo para mitigar la insolación y la evaporación. Las especies más carácterísticas son la encina y el alcornoque. Posee un rico sotobosque, con especies como el piorno y la retama, ya que los árboles se sitúan algo apartados unos de otros y la luz penetra con facilidad. – La encinab) El paisaje vegetal de ribera Formado a las orillas de los ríos, independientemente de las condiciones climáticas de la zona, tienen asegurada la humedad en las raíces y, el suelo está impregnado de humedad: alisos, chopos, sauces, álamos, fresnos, olmos. Se disponen en franjas paralelas al cauce del río. En España, las especies más frecuentes son: los sauces
1. Factores que influyen en el sueloLa roca madre es el sustrato mineral a partir del cual se forma el suelo. Influye en su color, textura, estructura, permeabilidad y acidez. Dependiendo de la roca madre, los suelos pueden ser silíceos (sueltos y permeables), calizos (pastosos y permeables) y arcillosos (compactos e impermeables). – El clima es el factor más influyente en la formación del suelo. Las temperaturas y las precipitaciones influyen en sus procesos químicos y biológicos. Las precipitaciones condicionan además el lixiviado; es decir, la disolución y arrastre de los elementos de la capa superficial del suelo hacia las capas bajas; si este lavado es excesivo, el suelo se empobrece y se vuelve ácido. Atendiendo al clima los suelos pueden ser zonales o clímax, cuando su origen está estrechamente ligado al clima; o azonales e intrazonales cuando depende de otros factores, como la naturaleza del roquedo, el encharcamiento, etc. – La topografía también influye: en las zonas llanas se acumulan suelos gruesos, mientras que las pendientes fuertes favorecen la erosión y el deslizamiento del suelo. – Los seres vivos actúan de diversas maneras: las plantas pueden empobrecer y acidificar el suelo (coníferas) o enriquecerlo aportándole bases captadas por sus raíces (frondosas); la microflora formada por bacterias y hongos descompone la materia orgánica y crea el humus, del que depende en gran parte su fertilidad; los animales, como las lombrices, roedores e insectos, lo remueven con sus movimientos; y las personas lo destruyen y alteran o lo mejoran con abonos y repoblaciones adecuadas. 10 – El tiempo es otro factor determinante, dado que la formación de un suelo es un proceso lento que requiere siglos. Según el nivel de evolución se distinguen suelos jóvenes o incipientes, que todavía no han completado su formación, y suelos evolucionados. . 3. Los tipos de suelo Existen diversas clasificaciones del suelo. Unas se basan en su origen y evolución (clasificaciones genéticas, como la europea), y otras, en sus carácterísticas (clasificaciones analíticas, como la americana). Como el clima y la naturaleza del roquedo son los factores más influyentes en la formación y evolución del suelo, estudiaremos primero los suelos de España por áreas climáticas, distinguiendo en cada una diversos tipos en función del roquedo. Luego se enumerarán los principales suelos azonales e intrazonales. A) Los suelos zonales Los suelos de clima oceánico son bastante evolucionados, ricos en materia orgánica y ácidos, ya que las lluvias constantes arrastran las bases de la superficie hacia los estratos inferiores (lixiviación). La acidez se refuerza cuando la roca es silícea y la vegetación natural se sustituye por especies como el pino o el eucalipto. Todos los suelos ácidos requieren abonado para su aprovechamiento agrícola. – Sobre roquedo silíceo la acidez del suelo se incrementa. – La tierra parda húmeda es el tipo dominante. Con topografía favorable es una excelente tierra de cultivo si se contrarresta la acidez con cal. Cuando la pendiente aumenta puede dedicarse a pastizales. – Los rankers se sitúan en las zonas más altas o pendientes. Por tanto, están sometidos a una fuerte erosión, que explica su escasa evolución y espesor (el horizonte orgánico reposa directamente sobre la roca madre). Solo son aptos para pastos y bosques, nunca para cultivo. – Sobre roquedo calizo la acidez del suelo es menor. – La tierra parda caliza es el tipo dominante. Da excelentes rendimientos en cultivos como judías y maíz, o en prados permanentes. – La terra fusca aparece sobre calizas duras y en zonas montañosas. Su principal dedicación es forestal. Los suelos de clima mediterráneo se encuentran muy alterados por la erosión y la acción del ser humano. 11 – En las rocas silíceas, como las del oeste peninsular, el tipo más carácterístico es la tierra parda meridional, un suelo pobre por su acidez, escasez de humus y estructura suelta, que lo hace fácilmente erosionable. Se dedica a dehesas de encina y pastizales pobres, o a cereales cuando se encala y abona. – En las rocas calizas, dominantes en esta área climática, los suelos tienen un horizonte arcilloso que resulta de la lenta disolución de la caliza y color rojizo debido al óxido de hierro. Su fertilidad es diversa: – El suelo rojo mediterráneo, rico en nutrientes, es un excelente terreno para todo tipo de cultivos. – La terra rossa, sobre calizas duras, tiene el horizonte arcilloso reposando directamente sobre la roca madre, por lo que son frecuentes las afloraciones rocosas que dificultan la mecanización. Sobre él dominan los matorrales o bosques adehesados y cultivos arbóreos como el almendro o el olivo. – En las arcillas y margas surgen los vertisuelos o tierras negras La ganadería bovina o vacuna se destina principalmente a la producción de carne, leche y cuero. Se localiza, en régimen extensivo, en las dehesas occidentales, el norte peninsular, y las áreas de montaña y en régimen intensivo, para el cebo de terneros, cerca de los núcleos urbanos. Se ha visto muy afectada por la PAC, que establecíó “cuotas lecheras” (en Europa más barata) y exigíó una reconversión del sector cerrando muchas empresas pequeñas, no competitivas y provocado una reconversión de parte del sector hacia el bovino de aptitud cárnica.
2.2. Los paisajes vegetales en España a) Los paisajes vegetales de clima oceánico El bosque caducifolio Está constituido por árboles altos, con tronco recto y liso, y hoja grande que cae en otoño. Este tipo de bosque posee relativamente pocas especies que se reúnen formando grandes masas. Las más carácterísticas son el roble o carvallo y el haya. En el sotobosque crecen helechos y musgos, en un ambiente sombrío causado por las copas de los árboles. – El haya2. La landa y los prados La landa es una vegetación densa de matorral, cuya altura puede ser baja o alcanzar los cuatro metros. Sus especies más abundantes son el brezo, el tojo y la retama. La landa aparece como degradación del bosque caducifolio o como vegetación supraforestal. Suele usarse para cama de animales y luego como abono. Los prados son una vegetación herbácea que ocupa grandes extensiones de terreno en los paisajes oceánicoa) Los paisajes vegetales de clima mediterráneo. 1. El bosque perennifolio Está formado por árboles de mediana altura, con tronco no rectilíneo, grueso y rugoso, y hoja perenne. Sus ramas crean copas globulares y amplias, que proyectan sombra sobre el suelo para mitigar la insolación y la evaporación. Las especies más carácterísticas son la encina y el alcornoque. Posee un rico sotobosque, con especies como el piorno y la retama, ya que los árboles se sitúan algo apartados unos de otros y la luz penetra con facilidad. – La encinab) El paisaje vegetal de ribera Formado a las orillas de los ríos, independientemente de las condiciones climáticas de la zona, tienen asegurada la humedad en las raíces y, el suelo está impregnado de humedad: alisos, chopos, sauces, álamos, fresnos, olmos. Se disponen en franjas paralelas al cauce del río. En España, las especies más frecuentes son: los sauces
1. Factores que influyen en el sueloLa roca madre es el sustrato mineral a partir del cual se forma el suelo. Influye en su color, textura, estructura, permeabilidad y acidez. Dependiendo de la roca madre, los suelos pueden ser silíceos (sueltos y permeables), calizos (pastosos y permeables) y arcillosos (compactos e impermeables). – El clima es el factor más influyente en la formación del suelo. Las temperaturas y las precipitaciones influyen en sus procesos químicos y biológicos. Las precipitaciones condicionan además el lixiviado; es decir, la disolución y arrastre de los elementos de la capa superficial del suelo hacia las capas bajas; si este lavado es excesivo, el suelo se empobrece y se vuelve ácido. Atendiendo al clima los suelos pueden ser zonales o clímax, cuando su origen está estrechamente ligado al clima; o azonales e intrazonales cuando depende de otros factores, como la naturaleza del roquedo, el encharcamiento, etc. – La topografía también influye: en las zonas llanas se acumulan suelos gruesos, mientras que las pendientes fuertes favorecen la erosión y el deslizamiento del suelo. – Los seres vivos actúan de diversas maneras: las plantas pueden empobrecer y acidificar el suelo (coníferas) o enriquecerlo aportándole bases captadas por sus raíces (frondosas); la microflora formada por bacterias y hongos descompone la materia orgánica y crea el humus, del que depende en gran parte su fertilidad; los animales, como las lombrices, roedores e insectos, lo remueven con sus movimientos; y las personas lo destruyen y alteran o lo mejoran con abonos y repoblaciones adecuadas. 10 – El tiempo es otro factor determinante, dado que la formación de un suelo es un proceso lento que requiere siglos. Según el nivel de evolución se distinguen suelos jóvenes o incipientes, que todavía no han completado su formación, y suelos evolucionados. . 3. Los tipos de suelo Existen diversas clasificaciones del suelo. Unas se basan en su origen y evolución (clasificaciones genéticas, como la europea), y otras, en sus carácterísticas (clasificaciones analíticas, como la americana). Como el clima y la naturaleza del roquedo son los factores más influyentes en la formación y evolución del suelo, estudiaremos primero los suelos de España por áreas climáticas, distinguiendo en cada una diversos tipos en función del roquedo. Luego se enumerarán los principales suelos azonales e intrazonales. A) Los suelos zonales Los suelos de clima oceánico son bastante evolucionados, ricos en materia orgánica y ácidos, ya que las lluvias constantes arrastran las bases de la superficie hacia los estratos inferiores (lixiviación). La acidez se refuerza cuando la roca es silícea y la vegetación natural se sustituye por especies como el pino o el eucalipto. Todos los suelos ácidos requieren abonado para su aprovechamiento agrícola. – Sobre roquedo silíceo la acidez del suelo se incrementa. – La tierra parda húmeda es el tipo dominante. Con topografía favorable es una excelente tierra de cultivo si se contrarresta la acidez con cal. Cuando la pendiente aumenta puede dedicarse a pastizales. – Los rankers se sitúan en las zonas más altas o pendientes. Por tanto, están sometidos a una fuerte erosión, que explica su escasa evolución y espesor (el horizonte orgánico reposa directamente sobre la roca madre). Solo son aptos para pastos y bosques, nunca para cultivo. – Sobre roquedo calizo la acidez del suelo es menor. – La tierra parda caliza es el tipo dominante. Da excelentes rendimientos en cultivos como judías y maíz, o en prados permanentes. – La terra fusca aparece sobre calizas duras y en zonas montañosas. Su principal dedicación es forestal. Los suelos de clima mediterráneo se encuentran muy alterados por la erosión y la acción del ser humano. 11 – En las rocas silíceas, como las del oeste peninsular, el tipo más carácterístico es la tierra parda meridional, un suelo pobre por su acidez, escasez de humus y estructura suelta, que lo hace fácilmente erosionable. Se dedica a dehesas de encina y pastizales pobres, o a cereales cuando se encala y abona. – En las rocas calizas, dominantes en esta área climática, los suelos tienen un horizonte arcilloso que resulta de la lenta disolución de la caliza y color rojizo debido al óxido de hierro. Su fertilidad es diversa: – El suelo rojo mediterráneo, rico en nutrientes, es un excelente terreno para todo tipo de cultivos. – La terra rossa, sobre calizas duras, tiene el horizonte arcilloso reposando directamente sobre la roca madre, por lo que son frecuentes las afloraciones rocosas que dificultan la mecanización. Sobre él dominan los matorrales o bosques adehesados y cultivos arbóreos como el almendro o el olivo. – En las arcillas y margas surgen los vertisuelos o tierras negras La ganadería bovina o vacuna se destina principalmente a la producción de carne, leche y cuero. Se localiza, en régimen extensivo, en las dehesas occidentales, el norte peninsular, y las áreas de montaña y en régimen intensivo, para el cebo de terneros, cerca de los núcleos urbanos. Se ha visto muy afectada por la PAC, que establecíó “cuotas lecheras” (en Europa más barata) y exigíó una reconversión del sector cerrando muchas empresas pequeñas, no competitivas y provocado una reconversión de parte del sector hacia el bovino de aptitud cárnica.
b) La ganadería ovina se destina principalmente a la producción de carne y de leche, y muy secundariamente a la obtención de lana. Su localización preferente son los secanos del interior peninsular, donde se explota en dos regíMenes: extensivo e intensivo, de cebo de corderos. La producción de carne con razas autóctonas. La producción de leche
Deja un comentario