29 Ene
Gonzalo de Berceo
Se conservan escasos datos sobre su vida.
Nacíó probablemente a finales del Siglo XII en Berceo, un pueblo de La Rioja. Fue educado como clérigo en el monasterio de San Millán y ejercíó las funciones de administrador y notario de dicho monasterio. En la copla 489 de su obra
Vida de San Millán, el propio escritor ofrece algunos datos de su vida:
Vivíó probablemente hasta 1264, fecha en la que aparece un documento en el que se cita su nombre.
La producción literaria de Berceo suele clasificarse en tres grupos: obras de carácter doctrinal, Vidas de santos, y obras sobre la Virgen.
• Vidas de santos. (Vida de Santo Domingo de Silos, Vida de Santa Oria…). En estas obras, el protagonista no es un héroe, sino un santo que sobresale por sus virtudes. Berceo supo inspirarse en fuentes clásicas y adaptar sus obras a los gustos del pueblo, habituado a escuchar los relatos que le ofrecían los juglares. • Obras sobre la Virgen. Este subgénero literario de devoción mariana se cultivó en Europa desde el Siglo XII. Berceo, inspirándose en fuentes latinas, escribíó Los milagros de Nuestra Señora, que constituye su obra más extensa e importante y que se apoya en una tendencia generalizada según la cual la mujer –la virgen lo era- alcanza un mayor protagonismo en la cultura.
Consta de una introducción alegórica y veinticinco relatos breves
La tónica de los relatos suele ser esta: un personaje a quien las pasiones del mundo (ira, ansia de poder, vanidad, alcoholismo…) le han condenado a la soledad y al abandono es defendido por la Virgen que aparece, entonces, como intercesora entre el ser humano y Dios.
La importancia de Gonzalo de Berceo no radica en la originalidad de sus obras o en la creación de los temas, pues se inspira en otras obras. La originalidad de Berceo como poeta radica en saber adaptar al nivel del pueblo llano
Uso de epítetos, refranes, locuciones y comparaciones cuyos términos pertenecen al lenguaje de los agricultores del entorno.
Para hacer más verosímil el relato, se dirige al auditorio en primera persona y se presenta como testigo de lo que cuenta.
• Llamadas de atención al auditorio
Aunque su obra es escrita, Gonzalo de Berceo se llama a sí mismo juglar de sus santos
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
Juan Ruiz (? -1351) es considerado el primer poeta lírico en lengua castellana, y, con Berceo, el máximo exponente del mester de clerecía. Se conservan muy pocos datos de su vida. Nacíó probablemente en Alcalá de Henares en 1283 y desempeño el cargo eclesiástico de arcipreste en la localidad de Hita. Tuvo un temperamento controvertido y se mostró crítico con algunos preceptos religiosos de su época, lo cual le acarreó prisión. De su obra, se infiere que fue una persona instruida y culta, conocedor de los clásicos y la literatura de su época, como las novelas de caballería. Se conserva una sola de sus obras, Libro de Buen Amor, aunque probablemente su producción fue mayor. Este libro refleja la sociedad del Siglo XIV, con las tensiones entre la burguésía emergente y el poder nobiliario. El Libro de Buen Amor de una extensa composición de 1728 estrofas en cuaderna vía, con la apariencia de un relato autobiográfico que pretende mostrar los riesgos del amor loco. El arcipreste se convierte en protagonista de una obra heterogénea, compuesta de poemas religiosos, relatos deaventuras, ejemplos, sátiras, fábulas… Presentados de forma unitaria, y engarzados por ese “yo autobiográfico y ejemplarizante”. En ellos, destaca la figura de Trotaconventos, mujer que ayuda al arcipreste en sus andanzas amorosas, y que será antecedente del personaje de La Celestina. Juan Ruiz emplea un lenguaje rico, con técnicas propias del sermón religioso (repeticiones, sinónimos, etc.) y un estilo que combina, con especial maestría, el registro coloquial y el culto, el tono serio y el jocoso. Sobre la intención del autor existen varias teorías que se debaten entre el carácter didáctico y la crítica de su entorno. Parece, por un lado, que Juan Ruiz tiene un propósito moralizante (censurar el amor carnal); aunque, por otro, el personaje vive una vida de desenfreno y pecado, que sorprende por la burla y la crítica de todos los estamentos sociales. Aunque Juan Ruiz sea el más destacado representante del mester en el XIV, otros dos poetas castellanos muestran cómo este estilo sigue estando vivo en el XIV. Un aristócrata, Pero López de Ayala, escribe su Rimado de palacio, largo poema en el que la cuaderna vía alterna con otras formas métricas como el verso de arte mayor castellano, y en el que el autor revela una trágica, desengañada y cínica concepción de la vida. Un rabino judío, Sem Tob de Carrión, escribíó en la misma línea Proverbios morales, escritos en una estrofa `parecida a la cuaderna vía. Son una serie de observaciones y pensamientos de tipo sentenciosos, en los que la codicia y el dinero son para el rabino el origen de todo mal. Los tres proporcionan una compleja visión de la crisis medieval.
Don Juan Manuel
La prosa narrativa adquiere gran protagonismo en la literatura castellana, con un componente moralizante y didáctico muy importante. Son los enxiemplos, se aproximan a los cuentos o las narraciones breves, porque comparten estructura con ellos. Sin embargo, los enxiemplos tienen siempre como finalidad principal aleccionar además de entretener. Sus precedentes son los cuentos y las fábulas orientales (árabes, persas, hindúes…). A partir de relatos en los que participan personas, animales, o personajes fantásticos se presenta un caso del que después se va a extraer una lección de vida. Calila e Dimna y el Sendebar son dos colecciones de cuentos, también de origen oriental, que circulan por las bibliotecas de la Edad Media. La fortuna de estos relatos se explica, en parte, debido a que estas obras no fueron consideradas en su tiempo simples colecciones de cuentos. En ellas destacaba su condición de recopilación del saber y de guía de conducta para toda clase de personas, especialmente para políticos. Este género llega a su perfección con don Juan Manuel (1282-1348). Sobrino de Alfonso X el Sabio, nacíó en Escalona, Toledo. Como escritor, continuó la labor erudita de su tío, pero con un estilo más personal. Por ello, encontramos muchísimos elementos autobiográficos en su obra. Pertenecíó a la nobleza y fue educado en las armas y las letras, según el modelo de la época. Es el primer autor español que muestra un decidido empeño en la conservación de sus escritos. Fue un noble culto, interesado por las culturas clásica y oriental, por la política y las leyes, como demuestra su obra. Como autor, se preocupó de crear una escritura que combinara precisión y pureza en su castellano. En general, sus obras están escritas con un objetivo didáctico y moralizante: lograr la convivencia entre las personas, mostrando casos o ejemplos de comportamientos humanos. Esta es la temática principal de su obra más célebre: El conde Lucanor (1235). El material utilizado por el autor en esta obra es muy variado: fábulas griegas, parábolas bíblicas, relatos orientales…, y otros inventados directamente por él. Sin embargo, no se puede decir que copiara, sino que más bien los recreaba y los expresaba con un estilo personal, dado su conocimiento de los diferentes temas. El sentido último de la obra se comprende mejor si nos situamos en la Castilla del XIV: ante la crisis del sistema feudal, el escritor se dirige a los miembros de su estamento para que estén alerta frente a los engaños de la nueva realidad, se unan frente a quienes amenazan su posición social (la burguésía, el poder real…), cumplan con las obligaciones que impone ser noble y acrecienten sus riquezas, su honra y su fama; de esa manera podrán conservar su posición social y mantendrán la cohesión de la sociedad feudal, lo cual redundará en la salvación de sus almas. Los cincuenta enxiemplos de que consta El conde Lucanor se presentan siempre con la misma estructura:
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