21 Mar
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1808-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO.
La crisis del Antiguo Régimen se inicia con la Guerra de la Independencia y finaliza tras la muerte de Fernando VII. La implantación del liberalismo tiene un carácter revolucionario y se caracteriza por períodos de avances y retrocesos.
Reinado de Carlos IV (1788-1808)
La llegada al trono de Carlos IV coincide con el inició de la revolución francesa. Su ministro Floridablanca intentará evitar cualquier “contagio” revolucionario procedente del país vecino. Después de varios ministros, el rey nombró a Manuel Godoy.
En este período se sucedieron crisis de subsistencias que se agravaron a raíz de las guerras que enfrentaron a España contra Gran Bretaña, por su alianza con Francia.
La disminución del comercio marítimo, debido a los conflictos, afectó a la agricultura y a la industria. Para compensar la pérdida de ingresos, el Estado aumentó los impuestos y llevó a cabo medidas como la desamortización.
Algunos nobles tramaron conspiraciones para derrocar a Godoy y a Carlos IV a favor del príncipe Fernando. Una de ellas fue descubierta y en el proceso de El Escorial Fernando tuvo que pedir perdón a los reyes por haber conspirado contra ellos.
La guerra de la Independencia (1808-1814)
España firma con Francia el Tratado de Fontainebleau por el que el ejército francés penetra en nuestro país con la excusa de invadir Portugal, pero parte de éste permanecíó en él.
En este contexto estalla el motín de Aranjuez: Carlos IV tuvo que abdicar en su hijo que se convirtió en el rey Fernando VII. Napoleón aprovechó esta crisis de la monarquía para dominar toda la Península y convocar a la familia real en Bayona.
Con la familia real ausente y el ejército francés ocupando el país, el 2 de Mayo, el pueblo de Madrid inicia un levantamiento que será reprimido por el ejército francés.
Unos días después se producen, en Bayona, las abdicaciones por las que los reyes españoles se vieron obligados a renunciar a la corona a favor de Napoleón, quien nombró rey a su hermano José Bonaparte.
La represión de las tropas francesas contra el pueblo de Madrid y la abdicación de los reyes encendieron a las clases populares que se rebelaron contra los franceses. Surge la guerra de la Independencia.
La guerra de la Independencia fue algo más que un enfrentamiento entre españoles y franceses. Fue un conflicto civil entre los afrancesados (partidarios de José I) y los “patriotas”; e internacional ente las dos grandes potencias Francia y Gran Bretaña (ahora aliada) de España.
-Entre Junio y Noviembre de 1808 se dieron los primeros éxitos de la resistencia española. La sublevación popular se transformó en guerra abierta y la resistencia tomó la forma de Sitio (Zaragoza). Tuvieron lugar batallas importantes como la de Bailén.
-Entre Noviembre de 1808 y Enero de 1810, Napoleón lanzó una ofensiva para dominar las principales ciudades y se intensificó la guerra de guerrillas.
-Entre Enero de 1810 y 1814 continuaron las victorias francesas; pero la marcha de Napoleón hacia el frente ruso redujo el número de tropas francesas. Los aliados, al mando de Wellington, realizaron una ofensiva que marcó el final de la guerra con la expulsión del ejército napoleónico. En 1813 se firma el Tratado de Valençay.
La guerra de la Independencia precipitó la crisis de la monarquía absoluta y permitirá implantar un nuevo modelo político, que pondrá fin al Antiguo Régimen.
Las Cortes de Cádiz
Durante la guerra fueron creadas Juntas para organizar la resistencia ante el invasor. Éstas dependerán de la Junta Suprema Central que se refugia en Cádiz (ciudad burguesa y liberal)
Porque no había sido ocupada por las tropas napoleónicas.
Porque no había sido ocupada por las tropas napoleónicas.
Esta Junta, por problemas internos, se disuelve y se crea una Junta de Regencia que convocará unas Cortes. En estas participarán diputados, de todas las provincias y colonias españolas, de diferentes ideologías: los absolutistas, que defendían la vuelta al Antiguo Régimen; los liberales, partidarios de aprobar una Constitución y de instaurar un régimen liberal; y los ilustrados, que querían continuar con las instituciones del Antiguo Régimen aunque aplicando reformas moderadas.
De estas Cortes surge el primer liberalismo español, reflejado en la Constitución de 1812 o los decretos de supresión de señoríos, gremios, Inquisición… que desmantelarán las estructuras del Antiguo Régimen.
La Constitución de 1812 defiende la soberanía nacional, derechos y libertades, división de poderes, sufragio universal indirecto (más de 25 años), religión católica, monarquía…
-Concepto de liberalismo político y diferencias con el Antiguo Régimen: El liberalismo aspira a construir otra sociedad basada en los principios liberales. En lo político la Constitución se erige como la norma reguladora de la vida pública. Se rechaza la monarquía absoluta y se apuesta por la monarquía constitucional. Se eliminan los privilegios de la nobleza y el régimen señorial. Se proclaman los derechos del individuo, se establece la división de poderes y el sufragio universal (masculino). Se formula la nacíón como conjunto de los españoles, con igualdad de derechos políticos y como depositaria de la soberanía nacional. El liberalismo aboga por un estado unitario y centralizado. En lo económico defiende la propiedad privada libre y plena, se rechazan los bienes vinculados y los comunales, se aspira a la libertad de comercio e industria, a la libertad de contratación de los trabajadores y a la fiscalidad común. No se rechaza la religión, pero se tiende a limitar el poder económico de la Iglesia y aflora el anticlericalismo entre los sectores exaltados.
Ideología Liberal
El liberalismo aspira a construir una sociedad basada en los principios liberales.
En lo político la Constitución se erige como la norma reguladora de la vida pública. Se rechaza la monarquía absoluta y se apuesta por la monarquía constitucional. Se establece la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y el sufragio universal (masculino). Se formula la nacíón como conjunto de los españoles con igualdad de derechos políticos y como depositaria de la soberanía nacional. Se aboga por un estado unitario y centralizado.
En el aspecto social se eliminan los privilegios de la nobleza y el régimen señorial.
No se rechaza la religión pero se tiende a limitar el poder económico de la Iglesia y aflora el anticlericalismo entre los sectores exaltados.
En lo económico defiende la propiedad privada libre y plena, se rechazan los bienes vinculados y los comunales, se aspira a la libertad de comercio e industria, a la libertad de contratación de los trabajadores y a la fiscalidad común.
El reinado de Fernando VII
-Sexenio Absolutista 1814-1820. La vuelta de Fernando VII a España, después de la Guerra de la Independencia, supone el retorno al absolutismo y al Antiguo Régimen. Tras la lectura del Manifiesto de los Persas, el rey deja sin efecto la obra legislativa de Cádiz, reinstaura la Inquisición y persigue a liberales y afrancesados. España participará en la Santa Alianza formada por países que se comprometieron a restaurar y defender las monarquías absolutas.
-Trienio Liberal 1820-1823. Los liberales españoles, en el exilio o en la clandestinidad, intentarán mediante pronunciamientos militares acceder al poder. Uno de estos, el de Riego en 1820, conseguirá que Fernando VII jure la Constitución de 1812. Se implantará el programa iniciado en Cádiz (soberanía nacional, monarquía constitucional, confesionalidad católica…). Los liberales se dividirán en dos tendencias: doceañistas o moderados y veinteañistas o exaltados. Este período culmina con la intervención del ejército “los cien mil hijos de San Luis” enviado por la Santa Alianza.
-Década Ominosa (1823-1833). Se produjo el retorno al absolutismo y los liberales fueron perseguidos. La difícil situación económica provocada por la guerra de la Independencia, Ia independencia de las colonias americanas y la necesidad de apoyo a su hija Isabel, hicieron que Fernando se fuera poco a poco acercando hacia los liberales más moderados. Esta actuación cuenta con la oposición de los absolutistas. En este período hay una gran inestabilidad política con pronunciamientos y asonadas.
Antes de morir Fernando VII había promulgado la Pragmática Sanción, derogando la Ley Sálica y permitiendo reinar a las mujeres. Su hermano Carlos María Isidro no la aceptará y a la muerte del rey surgirá un conflicto dinástico sobre la sucesión al trono que dio lugar a una Guerra Civil. El triunfo de los liberales hará posible la transformación de la monarquía absoluta en una monarquía constitucional.
Durante el reinado de Fernando VII se producirá la emancipación de las colonias de América. El Imperio español quedará reducido a Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Esto tendrá importantes consecuencias económicas.
Oposición al liberalismo
La oposición al liberalismo vendrá de la mano de Fernando VII y de los defensores del absolutismo y del Antiguo Régimen.
A la muerte de Fernando VII, surgen los carlistas (defensores de los derechos al trono del hermano de Fernando llamado Carlos María Isidro).
El carlismo niega la soberanía nacional y defiende el sistema foral frente a la centralización liberal. Su programa es: “Dios, Patria, Fueros, Rey”.
Los carlistas encontrarán apoyo en el campesinado, artesanos, pequeña nobleza, parte de la jerarquía eclesiástica y bajo clero.
Se extendíó por Vascongadas, Navarra, Cataluña, Aragón, Valencia, Galicia…
El conflicto dinástico sobre la sucesión al trono que se inició con la muerte de Fernando VII dio lugar a una guerra (1833-1840) entre carlistas (absolutistas) e isabelinos (liberales). Se desarrollarán dos guerras más.
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