22 Oct
Contexto: René Descartes y la Filosofía Moderna
El Surgimiento de una Nueva Era Filosófica
En los albores del siglo XVII, René Descartes, matemático y filósofo francés, se destacó por su interés en la naturaleza del hombre y el universo. En medio de una atmósfera marcada por el Renacimiento y el Barroco, Descartes adoptó una posición crítica hacia los pensamientos previos, aspirando a introducir nuevas ideas en la filosofía. Por ello, fue reconocido como el padre de la filosofía moderna, destacando su obra más famosa, «Discurso del método», donde propuso un enfoque filosófico basado en la razón y la duda metódica.
Descartes y la Relación Mente-Cuerpo
Descartes, como matemático y filósofo, abordó la naturaleza del conocimiento humano y la relación entre la mente y el cuerpo, sentando las bases para el pensamiento filosófico posterior. En este contexto de cambio y conflicto, surgieron dos corrientes filosóficas destacadas: el racionalismo y el empirismo.
Racionalismo vs. Empirismo
Mientras el racionalismo predominaba en Francia bajo la influencia de Descartes, el empirismo se extendía en otras partes de Europa. Ambas corrientes surgieron como respuestas a la crisis de la conciencia europea, caracterizada por la decadencia de la filosofía escolástica y la pérdida de la visión aristotélica del mundo.
La Crisis de la Conciencia Europea
Descartes se situó en una etapa social marcada por la crisis. Francia, su país natal, se vio afectada al igual que países cercanos como España, Italia o Inglaterra. La principal fuente económica era la agricultura y se seguía el sistema de sociedad estamental. A raíz de esto, Francia temía la posibilidad de una guerra civil.
Decadencia Religiosa e Intelectual
Respecto a la religión, toda Europa, excepto España e Italia, experimentó una disminución notable de la fe en la religión católica, lo que agravó los problemas religiosos. Todo esto a causa de las circunstancias, incertidumbres y el miedo generalizado de la sociedad de la época. El siglo XVII se caracterizó por su caótica situación, lo que se reflejó en los conocimientos sociales. Las universidades entraron en decadencia, la filosofía escolástica perdió fuerza creativa y se perdió la visión aristotélica del mundo. Esto también influyó en René Descartes. A esta época la conocemos como la «crisis de la conciencia europea».
El Auge del Racionalismo
El racionalismo y el empirismo fueron las dos grandes corrientes filosóficas destacadas en este siglo (en Francia seguirán la corriente racionalista debido a Descartes) que se prolongarán hasta el siglo XVIII.
El Legado de Descartes
La influencia de Descartes se extendió más allá de la filosofía y tuvo un impacto significativo en la ciencia y la cultura occidental. Su énfasis en la razón y el método científico sentó las bases para la revolución científica que transformaría nuestra comprensión del universo. A través de su legado, Descartes continuó siendo objeto de estudio y debate en la filosofía y la historia intelectual. Su influencia perdura hasta nuestros días, marcando un hito en la evolución del pensamiento occidental y sirviendo como inspiración para generaciones futuras de pensadores y científicos.
Comparación entre Descartes y Ortega y Gasset
Ontología: Realidad Objetiva vs. Perspectivismo
Desde el punto de vista ontológico, Descartes, como representante del racionalismo, sostiene que la realidad es objetiva y universal, existiendo independientemente de las percepciones individuales. Para él, la realidad es comprensible a través de la razón pura y la deducción lógica. Por otro lado, Ortega, en línea con su perspectivismo, argumenta que la realidad es intrínsecamente subjetiva y perspectivista. Él enfatiza que nuestra percepción de la realidad está inevitablemente influenciada por nuestra experiencia subjetiva y nuestras circunstancias individuales.
Epistemología: Razón Pura vs. Experiencia Subjetiva
En el ámbito epistemológico, Descartes confía en la capacidad de la razón humana para alcanzar verdades universales y objetivas. Para él, el conocimiento se alcanza a través de la razón pura y la deducción lógica, lo que se refleja en su famoso método cartesiano. Ortega, por otro lado, reconoce la influencia de la subjetividad y la experiencia en la construcción del conocimiento humano. Para él, el conocimiento está siempre mediado por la perspectiva individual y contextualizado por la experiencia subjetiva.
Antropología: Dualismo vs. Integración Mente-Cuerpo
Desde una perspectiva antropológica, Descartes enfatiza la primacía de la razón y la mente sobre el cuerpo. Para él, el ser humano es principalmente una entidad racional y cognitiva, separada del mundo material. Esta visión dualista del ser humano se refleja en su famosa afirmación «pienso, luego existo». Por otro lado, Ortega subraya la importancia del vivir y la experiencia en la definición del ser humano. Él entiende al ser humano como un ser enraizado en su experiencia vital, influenciado por sus emociones, deseos y circunstancias históricas. Ortega rechaza la dicotomía mente-cuerpo de Descartes, abogando por una comprensión más holística e integrada del ser humano.
Relación con otras Corrientes Filosóficas
La filosofía de Descartes se conecta con el Racionalismo, destacando la influencia de principios como la deducción y el innatismo. El racionalismo de Descartes se caracteriza por su confianza en la razón como la fuente principal de conocimiento y su énfasis en la certeza y la evidencia clara y distinta. Por otro lado, la filosofía de Ortega se relaciona con el Raciovitalismo, un intento de superar las dualidades entre el racionalismo y el vitalismo, integrando la razón y la vida como aspectos complementarios en la comprensión del ser humano y su relación con el mundo.
Conclusión
Las divergencias entre Descartes y Ortega en cuanto a la ontología, la epistemología, la antropología y su relación con otras corrientes filosóficas evidencian diferentes visiones sobre la realidad, el conocimiento y la naturaleza humana, enriqueciendo el panorama filosófico y invitando a reflexionar sobre las múltiples dimensiones de la existencia y la verdad.
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