13 Abr
En cuanto a comunicación alternativa y contra-información, hay tres premisas:
Primer acercamiento
Se destaca la voluntad instrumental que, como describe Margarita Graziano, remite a una “praxis transformadora de la estructura social en tanto totalidad”. El elemento determinante de la comunicación alternativa es su proyecto de cambio radical de la sociedad, en su inserción en un lugar y en una perspectiva de enfrentamiento a lo dominante. Con el tema del poder, podemos tener en cuenta las dos dimensiones de la comunicación alternativa: material y discursiva. Aquí entra en juego lo contra-informacional. Existe una relación dialéctica entre comunicación alternativa y contra-información.
Para A. Cassigoli, ambos conceptos pertenecen a mundos diferentes: “la contra-información tiende a criticar y dar vuelta la información oficial y, con la óptica de la clase trabajadora, ponerla a su servicio, sin necesidad de crear otros medios paralelos o alternativos. La contra-información se relacionará siempre con este concepto de información, que implica un transmisor institucionalizado. La contra-información es una “interpretación política del mensaje oficial” capaz de provocar formas comunicativas y no puramente informativas.
Para Cassigoli, la contra-información es lectura crítica de los medios.
Las experiencias contra-informacionales no están “encadenadas” porque:
- En tanto discurso propio, no se limita a dar vuelta la información oficial; es una forma de intervención.
- La lectura crítica no se limita a los hechos que pueden ser noticiables por los medios masivos, sino que abarca la propia realidad y lo que queda fuera de los medios por el proceso de jerarquización noticiosa.
- Las prácticas alternativas contra-informacionales que se enmarcan en un proyecto de cambio social definen su agenda de acuerdo a los objetivos políticos del grupo que integran.
La tarea contra-informativa es poner en evidencia los mecanismos de ocultamiento y tergiversación de los medios masivos, a “dar vuelta” la información oficial.
Derribando mitos
Hablar de comunicación alternativa haciendo eje en la contra-información implica aceptar algunas premisas básicas. Una primera proposición: la contra-información supone enfrentamiento, no solo contra el discurso oficial sino también contra el orden (de clase) establecido. En la contra-información se integran estrategias de dominación y de subversión. Todas las prácticas comunicacionales que se asumen como contra-informativas se definen en relación con un proyecto de cambio social.
La segunda premisa: imposibilidad de seguir aceptando el mito del periodismo independiente. Cuando hablamos de contra-información, ponemos el acento en el carácter del compromiso político. La prensa oficial se articula sobre tres ejes: independencia, objetividad, verdad; mientras que las prácticas contra-informativas se basan en: dependencia, subjetividad, verdad.
Reconocimiento de la manipulación
El momento de la recepción es la instancia privilegiada de la lucha ideológica. Hablar de contra-información supone una perspectiva manipuladora de los medios; los grupos con proyectos de cambio social vieron en la contra-información un mecanismo de desalienación del individuo.
Enzensberger: Frente a la inexistencia de la “no manipulación”, la posibilidad de resistirla pasa por aprender sus técnicas, que abre la posibilidad a la producción propia. Este autor plantea un tipo de democratización técnica de la palabra. En este sentido, la idea de manipulación adquiere un carácter positivo: se trata de enfrentar la dominación utilizando sus mismas técnicas. Dos dimensiones de manipulación: 1- tratamiento sobre los materiales en el momento de la emisión; 2- efecto que dicho tratamiento produce en el receptor.
En los años se han ido abandonando las concepciones más duras de la manipulación, aquellas que ven la relación emisor/receptor como una relación de dominación vertical y unilateral, avanzando hacia propuestas que otorgan mayor poder de autonomía al receptor.
Las tres premisas vuelven sobre el tema del poder: se trata de pensar los medios contra-informacionales como herramientas destinadas a un proyecto de cambio social.
Enfrentamiento, dependencia política, reconocimiento de manipulación son los ejes (emisor → receptor → contexto).
La comunicación alternativa es una “ilusión teórica” y, como tal, no existe; lo que sí existen son las utilizaciones alternativas de los medios.
Comunicación alternativa: proceso que permite una inversión de signo respecto a la comunicación dominante. Esta inversión puede darse a distintos niveles comunicativos: del contenido, naturaleza del proceso y de la función social que proceda de los dos anteriores.
Rasgos de la “ilusión teórica”:
Convertir al receptor en emisor es el primer desafío. Brecht: la radio sería el más fabuloso aparato de comunicación si supiera no solamente transmitir, sino también recibir.
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